El Tour al día: El amarillo para uno de los elegidos

Segundo día. Sí, segundo día y ya tenemos un podio soñado en la clasificación del Tour de Francia. Tadej, Remco, Jonas, el trío maravilla. Parece grupo musical, pero la verdad es que lo que hicieron en carretera anima más que cualquier concierto. Pero primero lo primero. Hubo una fuga antes que todo.

En esta se metió un colombiano. Harold Tejada, que había dicho que el equipo iba por etapas y para meterse en fugas, se coló en la primera. Siempre pensando en lo que va a pasar con Mark Cavendish, el ciclista de Pitalito, Huila aprovechó que no era una etapa al embalaje para probarse. Lo hizo bien. Pero no aguantó el ritmo en la primera subida a San Luca.

Ahí perdió a sus compañeros de fuga, especialmente a Kevin Vauquelin y a Jonas Abrahamsen. El primero fue el gran ganador de la etapa. “Finalmente lo logré, este año no había podido y por fin lo hago en el Tour de Francia, aun no me creo lo que he hecho”, dijo el francés del Arkéa en la rueda de prensa.

Por cierto, las ruedas de prensa oficiales del Tour de Francia no tienen sentido. El corredor está en un cuarto solo viendo a los periodistas en la sala de prensa y los periodistas están en la sala de prensa viendo al corredor solo por una pantalla. Se pregunta por medio de un moderador y el corredor contesta. No es cara a cara.

En fin, lo malo para el bueno de Vauquelin fue que cuando él se aproximaba a la meta en paso victorioso, en el pelotón pasaron cosas. Cosas buenas. Perfectas. Resulta que a Tadej Pogacar, ciclista del UAE Team Emirates, le dio por atacar. Y entonces, Jonas Vingegaard del Visma Lease a Bike, le dio por seguirlo. El esloveno, conocido por ganar dos Tours de Francia, varias clásicas, entre ellas monumentos y muchas carreras de una semana, arrancó sin pensarlo en el segundo ascenso a San Luca.

Sin pensarlo también, Vingegaard, ganador de dos Tours de Francia y de varias carreras, entre ellas la Tirreno Adriático, la Itzulia, O Gran Camiño y el Criterium del Dauphiné, siguió el ataque y cerró el hueco. (Era sarcasmo, sé que todos saben quiénes son Jonas y Tadej). Se fueron los dos y a todos se nos olvidó un poquito lo que pasaba con Vauquelin.

Pogacar se vio solo un poquito mejor que Vingegaard. Pero Jonas. Jonas está muy bien. Después de tres meses de no competir y de no tener la preparación adecuada para estar en un Tour, el danés no dejó que Pogacar le abriera hueco y con muchas piernas se mantuvo a rueda. Algo hermoso.

“Pude seguir a Tadej la segunda vez, era una de las etapas a las que más le tenía algo de miedo porque hablando honestamente no tuve ninguna preparación para esta carrera, creo que estoy feliz de cómo se dieron las cosas. Sé lo que hay en mi presente después del accidente”, dijo Jonas tras la etapa.

Y bueno, ahora Tadej es líder, Remco es segundo y Jonas es tercero. ¿Remco? Ah sí, lo olvidaba. Remco. El ciclista del Soudal no quiso que las cámaras se quedaran solo en sus máximos rivales y decidió ir por ellos. Los alcanzó y cruzó la meta adelante. Richard Carapaz hizo lo mismo, cruzar primero que Remco. Al final, el belga se quejó con Pogacar de que el ecuatoriano no le dio un solo relevo.

Y así terminó la etapa. Egan llegó a 21 segundos del grupo, Santi Buitrago preocupa un poco pues sí perdió más tiempo en meta y Harold, fue el mejor colombiano en el quinto lugar a 49 de Vauquelin.

¿Qué pasó en el diario del Tour de Francia?

No hay buenas noticias en el diario. Un pinchazo hizo que todo el trabajo del día de quien escribe se retrasara. La llanta quedó vuelta nada, pero por lo menos hay salud. Son cosas que pueden pasar en la carretera y bueno, todo se pudo solucionar.

Por esa razón se tuvo un conductor inesperado que fue a salvar un poco el día. Aunque no hablaba ni español ni inglés, fue un trayecto muy divertido hasta llegar a la sala de prensa en Bolonia.

El día comenzó con el paso por Cesenatico en donde nació Marco Pantani el 13 de enero de 1970. Marco fue el último corredor que hizo un doblete Giro – Tour en 1998. Seis años antes de su trágica muerte que aún se lamenta. Pero también se exalta pues se hizo un homenaje con sus padres antes de que la etapa saliera. Siempre estará presente.

Ya en la Village se aprovecharon las delicias culinarias. Cubrir un Tour de Francia es difícil para todos, un poco menos para quienes tienen derechos, pero para quienes no, es una batalla diaria. Se disfruta, pero al fin y al cabo es batalla. Y en las batallas puedes ganar, pero también perder. Pero bueno, el caso es que no se puede comer a horas y la comida no es tan saludable.

Por eso, el pollo que dieron en la Village fue como una caricia al alma, un alivio a las entrañas. Estaba bueno. Después, la presentación de equipos, los buses, el mismo ritual con un ambiente diferente. Distinto a lo que pasó en Florencia, en Cesenatico hubo orden y cuando hay orden, los equipos son más abiertos a colaborar con la prensa.

Además, en la salida pude conocer a un colega. Bueno, ahora es colega, trabaja en el canal NOS de Países Bajos, es exciclista y se llama Tom Dumoulin. Sí, el mismo. Ese Tom.

Ese fue el diario del día. Mañana, etapa plana desde Plasencia hasta Turín.

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