Tres razones que provocaron la salida de Harold Rivera
El técnico dejó Independiente Santa Fe con un rendimiento del 45% en 22 partidos dirigidos entre Liga y Sudamericana. Tuvo 27 goles a favor y 26 en contra.
Al minuto 80 en la derrota de Santa Fe ante Nacional, Harold Rivera decidió sacar de la cancha a Iván Rojas que había ingresado para el segundo tiempo. Lo que desató la furia de la hinchada local que de inmediato cantó en contra del entrenador. Un ambiente que desde la llegada del DT en enero venía pesado por la inconformidad en su forma de dirigir y el pasado que lo condenaba (la derrota en Libertadores ante River en el Monumental).
En su último partido dirigido el entrenador se quedó sentado en el banco sin poder hacer más. Frente a los dirigidos por Autuori volvieron a fallar en la definición y en su tercera derrota consecutiva ya no había forma de respaldarlo por parte del presidente Eduardo Méndez, quien manifestó que tomó la decisión también para protegerlo.
“Confié en Harold Rivera pero lo que más se pudo notar en la cancha es que el balón no entró”, afirmó el presidente de Santa Fe. El equipo es noveno en la tabla con 23 puntos, la posibilidad de sumar 6 más y llegar a 29. Por ahora tiene una diferencia de gol de +1 y tendrá que recibir a Huila el domingo en El Campín y luego visitar a Once Caldas en Palogrande para intentar clasificar. Méndez no quiso nombrar un técnico interino hasta no reunirse con la junta directiva del equipo para encontrar al nuevo entrenador.
Rivera y el plan de juego que poco le funcionó
Harold quiso ser fiel a su 1-4-2-3-1, el mismo que en su primer ciclo con el equipo le había dado un subcampeonato. Sin embargo, este era otro plantel y aunque en la quinta fecha cambio el esquema táctico para pasar a jugar con un 1-3-4-3 (consiguió 2 victorias, 1 empate y 1 derrota), no pudo transmitir bien la idea y luego de perder en casa ante Envigado volvió a su módulo preferido que lo llevó a clasificar a la fase de grupos de Sudamericana. Sin embargo, no se veía una idea clara de juego.
En los partidos ante Águilas por Liga y Universitario por Sudamericana puso en evidencia otra de sus fallas al momento de diseñar un plan de juego desde la elección del once inicial y la forma de jugar ante rivales que con intensidad y presión alta lo hicieron ver muy mal. A Perú llevó a Dairon Mosquera aparentemente bien físicamente, pero insistió con Fabio Delgado que ha tenido un discreto nivel. Insistió con De La Rosa cuando Jersson venía mejor.
La falta de variantes ofensivas, un equipo predecible
Contra Nacional el equipo tuvo un buen funcionamiento por varios pasajes del partido. Se notó que cuando quiso cambiar la clásica forma de atacar siempre por las bandas y lanzar centros al área, pudieron generarse más opciones jugando por dentro a una intención y mucha movilidad por parte de Marrugo y Sambueza. Aunque el argentino tirado al costado no rinde igual a como lo hizo en el primer ciclo del DT donde fue más influyente jugando por esa zona del campo.
Los rivales sabían como pararse para impedir que los ataques tuvieran éxito. Nacional le planteó una doble línea de cuatro con un equipo corto donde pudieron romper con jugadas a un toque. Sin embargo, siempre insistió en el juego profundo por las bandas donde además parecían desconectados los volantes de los que se posicionaban en el último cuarto de cancha, hizo falta mayor sinergia para atacar y sorprender a los rivales. La mala definición también los perjudicó.
El bajo nivel de varios jugadores
“Tenemos que asumir y saber que dentro del campo somos nosotros los que tenemos que responder”, dijo Hugo Rodallega como autocrítica después de la salida de Rivera. Los jugadores también tienen responsabilidad por el bajo nivel que mostraron en varios partidos como el caso de Fabio Delgado, Wilfrido De La Rosa, Fabián Viáfara, Juan Daniel Roa, Jonathan Barboza, Harold Rivera, Neyder Moreno, Wilson Morelo, Christian Marrugo, Carlos Moreno, Kelvin Osorio (rescindió su contrato) e Iván Rojas que en los últimos juegos no mostró el mismo nivel que tuvo en el arranque.
A veces cuando el fútbol no se encuentra la jerarquía y el carácter deben imponerse, algo que no se ha podido ver en la mayoría de los jugadores mencionados y que sin duda también influyó en que la idea del entrenador no diera resultado en la cancha. La presión de la hinchada también pudo jugarles en contra y aunque en varios partidos intentaron mostrar la unión del grupo, con la pelota la respuesta no era la misma. Ojalá puedan volver a su nivel para que crezca el colectivo, quedan dos partidos y la Sudamericana para darle vuelta a la historia. Compromiso y actitud, claves para conseguirlo.