Sarmiento, discípulo de Zubeldía, al rescate de Nacional
El estratega paisa, que regresó al club verde tras 38 años para apoyar al Arriero Herrera, asume como DT interino con la obligación de sacar al campeón del bache futbolístico y pelear la Liga.
“Yo nací acá”, dijo Pedro Sarmiento cuando se consumó su retorno a Atlético Nacional como asistente de Hernán Darío Herrera. Y no se equivocó. Su camino en el fútbol empezó con la camiseta verdolaga, con la que integró ese mítico equipo de Osvaldo Zubeldía, salió campeón en 1976 y 1981, y ahora está en la obligación de rescatar, como DT encargado, para repuntar en la Liga II-2022.
El Arriero, su compañero de mil batallas, le abrió hace un par de meses la puerta de la institución verde, en la que debutó como futbolista profesional. Se tardó 38 años en regresar. Y hoy, por una jugada del destino y decisión de la junta directiva, fue designado técnico interino del equipo profesional, que marcha décimo en el Clausura con apenas 13 puntos.
Como estratega, Sarmiento no tuvo antes oportunidad con los verdolagas, pese a haber recorrido un camino importante en ese rol y a ser hijo de ese ciclo histórico con Zubeldía, además de campeón.
En América de Cali, como asistente técnico de Diego Umaña y Francisco Maturana, hizo sus primeros pinos entre 1992 y 1994. También fue la mano derecha de Bolillo Gómez en la Selección Colombia y trabajó con Víctor Luna en Independiente Medellín, al que condujo al título en 2004 como DT en propiedad. También dirigió al Deportivo Cali campeón en 2005.
“Es un orgullo estar en Nacional”
Cuando se dio en julio su regreso a Nacional, para trabajar la parte defensiva del equipo profesional, el entrenador señaló que sintió “una gran emoción porque aquí, en Nacional, nací yo. En el año 75 llegué y en el 76 se sale campeón. Fueron 10 años en los que aprendí mucho, tuve grandes maestros y salí campeón dos veces”.
En esa misma línea expresó: “Regresar acá, después de tanto tiempo, y ver una institución como Nacional en este momento realmente es impactante. A nosotros nos tocaba entrenar en la canalización, no había camerinos ni bus. No había nada. Y llegar aquí y ver todo lo que ha crecido la institución… realmente es un orgullo estar aquí en Nacional”.
Ya con el Arriero otra vez en la divisiones menores, Sarmiento estará acompañado por Carlos ‘Piscis’ Restrepo en lo que resta de la temporada con obligaciones muy claras. Primero tendrá que meter en el grupo de los ocho a Nacional y clasificarlo a las finales lo más pronto posible para intentar defender el título.
Recuperar el nivel futbolístico, una obligación
Pero antes debe hacer correcciones, elevar el nivel individual y colectivo, y darle un mejor trabajo táctico a cada una de las líneas para evitar que se repitan presentaciones tan discretas como la registrada en pleno clásico paisa, que perdió 4-3 Nacional con un primer tiempo vergonzoso.
Recomponer la parte defensiva es una prioridad. Y no será una tarea fácil con la falta de centrales ante la salida de Felipe Aguilar y Juan David Cabal, y la lesión de Cristian Castro Devenish. En sus manos está si se la juega con juveniles como Juan José Arias, en lugar de improvisar más con Álvaro Angulo y Danovis Banguero como parejas de Emmanuel Olivera. También se espera que jugadores como Andrés Andrade, Jarlan Barrera y Daniel Mantilla, entre otros, recuperen la chispa y vuelvan a ser influyentes en el equipo, mejores conexiones entre los laterales y los extremos, además de interacciones más fluidas con los interiores.
Otro punto que debe explorar Sarmiento está en hallar otros esquemas y dejar de repetirse con el 4-1-4-1 y el 4-2-3-1, que se hicieron predecibles y fáciles de neutralizar para los rivales. Y por último, en el frente de ataque, puede valorar opciones como jugador con dos puntas y darle oportunidad a delanteros como Tomás Ángel.