Libis Arenas: “El fútbol es un momentico de gloria que se puede convertir en una eternidad de tristezas”
El exportero habló de cómo va su recuperación con el tema del alcoholismo, dio consejos a las nuevas generaciones y de su amistad con Guarín.
A veces la vida da demasiados golpes, pero lo importante siempre será recuperarse. Así lo ha hecho Libis Arenas en los últimos años. Su vida tuvo que enfrentarse a un duro reto en el que está saliendo satisfactoriamente y en donde seguramente saldrá victorioso. Lo más importante fue reconocer que el alcohol lo estaba llevando a un lugar oscuro. En entrevista con AS Colombia mandó un sentido mensaje a los nuevos jugadores, a rodearse de personas buenas y siempre ir con humildad.
El exportero de 38 años de edad ahora se encuentra con muchos proyectos que lo ponen a soñar y a crear una mejor generación, una más fuerte mentalmente. “En este momento he terminado mi proceso de recuperación en la Fundación Caminando hacia la luz, me interné, estuve cinco meses allá, gracias a Dios las cosas están saliendo bastante bien. Tengo proyectos de realizar una escuela de fútbol, tengo una academia de arqueros, queremos hacer una escuela ambiciosa para formar algo lindo. Queremos tratar de ayudar a todas las personas que no tienen como hacerlo”, destacó.
Por último, Libis habló de lo que le faltó en Italia, su gran amistad con Freddy Guarín con quien luchó en la cancha y fuera de ella, quizás en la batalla más importante. Elogió a Falcao y llenó de elogios a Kevin Mier.
Declaraciones de Libis Arenas
Sus primeros recuerdos: “Hay muchos recuerdos bonitos en Istmina, recuerdo cuando era niño que soñaba con ser futbolista profesional me volaba de clases y me le escapaba a mi mamá para irme a la playa a jugar con mis compañeros de barrio, manteníamos la ilusión de algún día poder ir al fútbol profesional, gracias a Dios se logró. También recuerdo los Intercolegiados cuando jugué mi primer torneo. Son recuerdos de la infancia que jamás se olvidarán”.
Los primeros contactos en el fútbol: “Tuve la suerte que en Istmina, había dos muchachos que estaban en las inferiores de Envigado Fútbol Club y ellos en una vacaciones que estaban en Istmina fueron a ver los Intercolegiados y yo estaba ahí, vieron mis condiciones y me dijeron que era un portero muy bueno. Entonces les dije que cómo podía yo irme a probar a Envigado, ellos me dijeron que tenía condiciones que siguiera así. Ese mismo año, en el mes de marzo me echaron del colegio, yo era tremendo y me fui a Medellín donde tenía una hermana, le dije a mi papá que no quería estudiar más y que me iba a probar a Envigado, me dieron la oportunidad con la condición que si me iba bien me quedaba estudiando aquí en Medellín, desde el primer instante mostré mis condiciones y me quedé”.
Sudamericano inolvidable con La Selección Colombia Sub-20: “Hay muchos recuerdos lindos porque era una camada muy linda que empezamos desde muy niños, el profe Eduardo Lara hizo una selección sub-17 donde fuimos convocados la gran mayoría como Guarín, Falcao que no pudo ir porque se lesionó, también estaba Cristian Zapata, Pablo Armero, Adrián Ramos, teníamos un gran equipo, el profe hizo una base y fuimos al Mundial de Finlandia y fuimos cuartos del mundo. Después nos dio la oportunidad en la Sub-20, en el 2004 fuimos a Esperanzas de Toulon en donde no nos fue bien, pero en el fútbol colombiano ya varios estábamos consolidados por esa ley sub-20 que se obligaba a colocar a un jugador de esa categoría a tener minutos. Hicimos un proceso muy bueno, el profe combinó esa base que tenía con jugadores más experimentados como Abel Aguilar, Juan Carlos Toja, Christian Marrugo, que eran los mayores. Hicimos de ese equipo una familia, fuimos muy unidos y luego pudimos dar ese salto internacional”.
¿Se sigue hablando con alguien de esa camada?: “Toda Colombia sabe que yo tengo una amistad muy fuerte y sólida con Freddy Guarín, también con David (Ospina), con Pablo Armero, con todos hablamos. Casi no nos vemos, pero con el que más comparto es con Guarín porque estamos en la misma ciudad”.
Hermanos en la cancha y en la vida con Freddy Guarín: “Es algo muy bonito y lindo porque con Guarín nos conocimos desde la sub-15, tuvimos la fortuna de jugar en Envigado y siempre hemos sido muy unidos, tenemos una amistad muy buena, donde nos hemos propuesto cosas y las hemos sacado adelante. Vimos que estábamos tocando fondo y que íbamos por mal camino, que estábamos muy equivocados y creo que la inmadurez fue en eso y tomamos la decisión de alejarnos de ese mundo oscuro que nos estaba llevando al fracaso y al olvido. Tomamos la decisión de buscar ayuda, él lo hace y me dice que estoy a tiempo de salir y que puedo salir adelante. Acepto y me rindo y me doy cuenta que me estoy perdiendo en ese mundo del alcoholismo y acepto el reto. Dios nos dio esa fortaleza de entregarnos a él, hasta el momento todo está saliendo bien, cada día estoy más motivado y consciente que fue el mejor paso que pudimos dar, estar en sobriedad y vivir tranquilos que es lo más importante”.
Faltó más acompañamiento psicológico: “En el caso mío siento que me llegaron las cosas demasiado rápido. No es lo mismo una persona de 13 años que sale de su casa a Medellín y que a los 15 ya esté jugando fútbol profesional, eso fue un impacto muy fuerte. Luego viene una seguidilla de éxitos tanto en sub 17 como sub 20, a los 18 años fui fichado por la Lazio de Italia, saber que estoy en el fútbol europeo y que ese sueño que tanto uno buscaba llegó rápido, me faltó más madurez, acompañamiento y muchas cosas que al final el destino la juega en contra, pero son aprendizajes que nos da la vida para superarlas y sabiendo que nunca es tarde para iniciar de nuevo”.
¿El mensaje a los jugadores que están pasando algo similar en este momento?: “En estos momentos para un jugador con talento, lo más importante es un buen acompañamiento, uno necesita un buen acompañamiento en donde hay que decir las verdades, no aprovecharse, ser fuertes y no dar tanto contentillo porque eso te puede afectar. Hay que estudiar, a nosotros nos hizo falta mucho el estudio, codearse de profesionales que te estén llevando por el camino correcto. En estos momentos van a aparecer muchas personas que se van aprovechar de tu éxito y ahí está el error y no lo sabes manejar te puede llevar a cometer errores. La parte mental hay que trabajarla mucho y saber de donde viene, no creer que con llegar lo logró todo. Llegar es fácil, pero mantenerse es difícil. Debe mirar los espejos para no cometer los mismos errores. El fútbol es un momentico de gloria que se puede convertir en una eternidad de tristezas, hay que saber asimilar las cosas y no dejarse llevar por el momento. Esto es una carrera que la tienes que ver como una carrera humanitaria, que tienes que hacer las cosas bien afuera, porque es algo que te cobra. La mala fama es difícil de quitarla, no dejarse llevar por el ego”.
¿Qué le falta al jugador colombiano?: “El trabajo psicológico es muy importante, ahora ha mejorado mucho ese tema, hay muchos profesionales realizando ese acompañamiento. A veces nos mata a los colombianos ese conformismo, creemos que con llegar a la final ya logramos todo, la fanaticada juega en eso porque al colombiano casi no se le exige tanto, ahora se le está exigiendo porque el colombiano ha demostrado que es capaz, estamos a la par de los argentinos y brasileños, ya no es necesario hacer ese salto ahí, de una vez vamos a Europa. No nos tenemos que conformar y eso se tiene que trabajar bastante fuerte la mentalidad de campeón”.
Marino, Jhon Durán y críticas por su manera de declarar... “Eso depende, por ejemplo no crítico la forma de ser de Marino, a mí me parece mejor una persona directa, que hable las cosas claras y que se tenga la confianza para decirlo y hacerlo. Marino dice las cosas y las hace, así como habla afuera, también lo hace dentro de la cancha. Unos lo malinterpretaran, otros le caerá bien. Hay otros países que a los ídolos se respetan, es importante saber hablar y si tiene confianza está bien que lo diga y lo demuestre”.
¿Qué le faltó para consolidarse en Italia?: “Me faltó madurez, acompañamiento, llegué solo a Italia, fui a una cultura nueva, un idioma nuevo, me aburría mucho, en ese momento no creía en nadie, sentía que había logrado todo, que estaba realizado y eso me chocó, llegué donde no iba a ser el el Libis de Colombia sino el Libis de Europa, tenía que llegar sumiso a ganarme las cosas y eso me faltó. Llegué creyendo que tenía un rotulo de figura cuando en realidad no lo tenía y el desespero y la inmadurez me jugaron una mala parada, al año quería ya figurar y eso me molestaba”.
El equipo donde mejor le fue: “Aparte de Envigado, cuando me fui al América fue un momento muy hermoso, me sentía tranquilo porque era hincha del América y era un sueño de niño. El primer semestre fue hermoso en donde ganamos el primer torneo, el recuerdo con el Atlético de Madrid, sentir el apoyo de la hinchada, marcó mi carrera y eso son recuerdos inolvidables que me llevo”.
El respeto a Falcao: “A Falcao me le quito el sombrero porque hay que admirarlo por todo lo que ha hecho. Es un hombre que retos y está haciendo lo que le gusta que es cumplir el sueño que era jugar en Millonarios y tenemos que entender que cuando uno genera tanto, vas a ser objeto de críticas, la gente siempre va a esperar lo mejor de ti, el techo de él es muy alto. Falcao es un valiente y campeón de la vida, le debemos hacer un monumento, tratar de criticarlo menos y disfrutarlo más, no solo la hinchada de Millonarios, todo el fútbol colombiano”.
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Su arquero colombiano favorito: “Kevin Mier es una cosa de poco ver, la confianza que tiene es impresionante, no le da temor nada. Ese pelado es el portero que hay que ver en Colombia”.
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