Juan Cruz Real: “Algún día voy a volver a América”
El DT del Tolima repasó en AS su carrera por el FPC. Recordó el título y lo construido con el equipo escarlata. Señaló que su paso por Junior fue importante.
Juan Cruz Real es uno de los entrenadores más importantes del FPC en el último tiempo. Desde su incursión en Alianza Petrolera en 2017, el argentino se abrió un espacio con táctica, estrategia y fútbol ofensivo. Eso lo llevó a dirigir dos equipos grandes: América de Cali y Junior. Al primero lo sacó campeón en 2020 y al segundo lo tuvo casi 10 meses, viviendo momentos buenos y otros de irregularidad. Él considera que hizo un buen trabajo y por eso se siente valorado en Barranquilla.
“En Junior se hizo bien el trabajo, tuvimos arriba del 50% de los puntos. Un club con mucha presión era un año particular por tema político y el club quiera o no está adjunto a eso. El primer semestre estuvimos cerca de llegar a la final, en el segundo arrancamos muy bien. Hicimos cosas muy buenas, tuvimos un bache de dos o tres partidos y los directivos tomaron la decisión”, dijo Juan Cruz Real en entrevista con el Diario AS Colombia.
Del América, equipo al que le dio la estrella número 15, Cruz Real cree que “algún día” volverá, lo ve lógico porque la hinchada y los dirigentes guardan un buen recuerdo de esos tiempos. Tarde o temprano tendrá un segundo ciclo en una institución que va a completar 3 años sin salir campeona.
Juan Cruz como jugador, más esfuerzo que talento
Su primera vez en Colombia: “Llegué en 1998 como futbolista. Pertenecía a Independiente de Avellaneda y se dio la oportunidad de venir a préstamo. No conocía mucho de Colombia ni del FPC. Pero le agradezco a Dios por haber llegado a un muy buen club, uno grande (Millonarios). Tiempo después de esa experiencia cuando llegó la oportunidad de ser entrenador hizo que no lo pensara”.
¿Cómo le fue en Millonarios?: “Regular, llegué en un momento difícil del club económico y tampoco era un plantel rimbombante, aunque había muy buenos jugadores. Creo que costó bastante, aunque el equipo llegó a fases finales, mi rendimiento fue con altibajos, llegué muy joven tenía 20 o 21 años. Me quedó una gran experiencia de lo que viví, era mi primera salida como futbolista y me trataron muy bien. Un poco más de ocho meses estuve”.
Aprendizaje para luego ser DT: “Eso me sirvió para lo que soy como entrenador hoy. Me tocó jugar a nivel profesional en primera división y clubes importantes, pero en esa escala siempre fui un jugador esforzado, que tuvo que hacer ese extra para competir contra los talentosos. No fui talentoso y al final de mis 20 años, a los 28 tuve una lesión que me impidió continuar. Mi carrera profesional estuvo basada en el esfuerzo más que en el talento”.
Llegada a Colombia como entrenador
De Estados Unidos a Colombia como DT: “Estaba trabajando en Estados Unidos, cuando dejo de jugar casi a los 30 años. Me voy a Norteamérica y después de un largo tiempo allá trabajando en fútbol juvenil y algunos profesionales. Voy a Costa Rica en 2015 en una experiencia muy corta, después regreso a Estados Unidos. Voy a Argentina como primer asistente de Olimpo de Bahía Blanca, que estaba en primera división. A mi regreso tengo un paso corto por Venezuela y en esa búsqueda de fútbol profesional, tras haber trabajado 10 años en fútbol formativo. En Estados Unidos conozco a Carlos Orlando Ferreira (presidente de Alianza Petrolera) de casualidad, pasaron algunos meses en los que nos conocimos bien y llegó la propuesta de venir a trabajar a Colombia y no lo pensé porque ya conocía el país. Sabía que me iba a encontrar con un fútbol distinto, pero me atraía más el país que el fútbol. Reencontrarme con el país en el que me gustó estar”.
Su primera experiencia como DT en el país: “Nosotros llegamos en septiembre de 2017 a Alianza, estuve casi un año. En 2019 llegué a Jaguares y a pesar de que fue rápido pasaron cosas. Alianza lo tomamos en tema del descenso y Jaguares casi descendido. Fueron experiencias muy válidas para lo que pasó después. Creo que a pesar de que la llegada a un equipo grande fue sorpresiva para varios, la gente que nos estaba siguiendo sabía del trabajo que habíamos hecho. Los que manejan el fútbol saben y la comunicación entre directivos, entonces el trabajo en esos clubes sirvió para mostrar que podíamos hacer, lo que hicimos con clubes en desarrollo y que visualizaron para trabajar en un club con mayor envergadura y mayores herramientas”.
“Lo que fue más difícil no fue llegar a América, fue hacerlo en la situación que vivía”
Llegar a un grande siendo un DT con poca experiencia
El pasado le ayudó para afrontar el reto América: “Hay muchos casos de entrenadores que llegan a equipos grandes después de haber dirigido equipos pequeños y les va bien. No hay una regla, creo que hay que estar preparado para el momento que te toca y no solo del entendimiento de juego o plantear un partido, hablo de todo. Me había tocado como futbolista estar en equipos importantes como Independiente de Argentina y Millonarios, entonces sabía lo que era la presión. El fútbol argentino te exige mucho y eso me sirvió para cuando me llegó el momento de América para saber cómo gestionar eso”.
Comienzo difícil, sin prestar atención a las críticas: “Yo no me enfoqué en eso (críticas). Me enfoqué en la posibilidad de trabajar, siempre estaré agradecido con Tulio Gómez y la familia que lo rodea porque tomó una decisión difícil al elegirnos. Nosotros nos enfocamos en trabajar y sabíamos de la responsabilidad que teníamos. Lo que fue más difícil no fue llegar a América, fue hacerlo en la situación que vivía. Llegamos a un equipo que venía de ser campeón y la exigencia que teníamos era salir campeón. Cosa que es muy difícil en el fútbol, hay que fijarse en la historia de los clubes y muy pocos repiten. Nos enfocamos en lo que teníamos que hacer y no por lo que se decía a las afueras”.
Los retos que asumió en su llegada a América: “Uno cuando suceden cosas tiene que analizar el contexto. Llegamos a América en año de pandemia donde todos los clubes tenían que bajar su presupuesto. América había salido campeón, pero se le habían ido jugadores importantes como Michael Rangel, Matías Pisano y Neto Volpi. Nosotros cuando llegamos al club la exigencia que teníamos era quedar en los ocho y promover juveniles. Ese era el corazón del proyecto y por el cual nos traían. Era difícil, pero a partir de ahí empezamos a construir. Obviamente heredamos un buen plantel. Estábamos ilusionados con ser campeones, sabíamos que era difícil de repetir y teniendo en cuenta que teníamos que cumplir la palabra de potenciar juveniles y darles la oportunidad de jugar. Algunos con minutos y otros por debutar. Dentro de ese contexto se fue construyendo eso con altos y bajos. Fue muy cuesta arriba el inicio, pero se fue construyendo y hubo otra cosa difícil que fue plantear una idea de juego diferente a la que había, que había sido exitosa. Es difícil decirle a un plantel que ‘ganaron así, pero ahora lo vamos a intentar con una idea opuesta’. Los jugadores creyeron en eso y eso se dio hasta el final del campeonato”.
Su fe no es un show
Una caminata en agradecimiento: “Siempre fui creyente, católico y cuando llegué a Cali conocí la historia del Señor de los Milagros. Después tuvo repercusión por lo que pasó (caminata). Yo declaré que lo iba a hacer porque me preguntaron, pero yo lo quise hacer silencioso y no como un show, pero luego fue así por todo lo que mueve el club. Fue una experiencia bonita, pero fue parte de todo lo que tuvimos”.
El crucifijo que lo acompaña: “La compré, la bendije y no tiene que ver con que es lo más importante. Tiene que ver con la cercanía a lo espiritual, como un tatuaje que tengo. Saber que uno no solamente está para lo profesional, sino para todo es muy importante. No es un show, ni mucho menos”.
América, del título a sus ganas de volver
Carlos Sierra y su relación con el jugador: “De parte mía fui muy claro y me imagino que él con el tiempo entendió. Fue bicampeón y estuvo hasta el último día que incluso no fue convocado. El jugador siempre quiere estar, había un porqué y teníamos 3 jugadores en el mediocampo que nos dieron lo que necesitábamos. A veces los equipos se van encontrando en el mismo camino y juegan 11, alguno tiene que quedar afuera y es normal que el jugador se fastidie porque no juegue. De mi parte siempre buena (relación), pero nunca hubo falta de respeto, siempre muy profesional. No hay problema, me ha mandado saludos y reconozco que es un muy buen jugador, pero por ahí para un modelo de juego determinado encajan menos”.
“Sé que algún día voy a volver a América, por una cuestión lógica”
El tiempo le dará más valor al título con América: “Hicimos las cosas muy bien. Llegar en las condiciones que te decía. Lograr que el equipo salga campeón, hacerle ganar 3 millones de dólares por la participación en la Copa, se venden jugadores jóvenes como Santiago Moreno, Pablo Ortiz y Batalla al poco tiempo también se va. Se promovió a los jóvenes que era algo que se había prometido. Nunca estuve enojado cuando me sacaron, son decisiones políticas que toma el club. A medida que pasa el tiempo se reconoce más lo que hicimos, como lo que hizo Guimarães. Sé que algún día voy a volver a América, por una cuestión lógica. Nosotros en ese proceso de América, cuando salimos campeones la hinchada me regaló una bandera con mi cara y la Copa. Fui dos veces, una con Junior y otra con Tolima. Pasa el tiempo y la gente lo empieza a reconocer”.
La influencia de los medios para los técnicos de equipos grandes: “Los medios de comunicación y las opiniones que emiten tienen un impacto, aunque no sean malintencionadas. Cuando repiten todo el tiempo que ese entrenador no es para determinado equipo, ante el menor traspié la presión se hace más grande. Nosotros la supimos soportar y ganamos un título. Es un tema complejo porque al final terminas manejando la emoción de la gente, pero lo importante es que los que estamos en esto tenemos madurez. La dinámica de nosotros en esto y sé que los directivos lo reconocen”.
Su nombre hace parte de la historia del club: “Hablo de lo deportivo, salir campeón es lo máximo, más en un club grande. Se potencia todo. Fue la graduación por todo lo que gestionamos, lo que sorteamos, como gestionamos y convencimos a los jugadores. Gracias a ellos también porque fueron líderes. Eso fue lo que nos graduó. Después salir campeón fue tocar el cielo con las manos, algo que nos queda de por vida y que quedamos en la historia del club. No fue revancha contra nadie, fue mostrar que teníamos la capacidad y fue un bálsamo para Tulio que vio que no se equivocó al apostar por nosotros”.
Presente de América: “Opinar mucho no puedo, no sé de la interna. Son clubes con expectativa y presión. Un poco lo que me pasó, uno cuando llega a esos lugares no tiene que estar solo preparado a nivel técnico y táctico, sino que la otra parte es importante porque no son lugares fáciles de gestionar. Por la prensa, porque es de los equipos que más hablan, es de los que más tienen convocatoria, es algo difícil de explicar y solo los que estuvimos ahí podemos hablarlo, uno sabe que debe transitar esas situaciones y más si el comienzo no es fácil”.
Junior, una gestión importante en 10 meses
Etapa en Junior: “Fue otra experiencia muy buena, intensa pero diferente a la de América. Son hinchas distintos por su cultura. Nosotros agarramos un equipo con muchísima expectativa y sirvió muchísimo porque ya habíamos manejado América con muchas figuras para el manejo del camerino. Encontramos un grupo muy trabajador, es parte de nuestro método de trabajo cuando nos sentamos con un directivo mostrar todo lo que conocemos del club. No solo desde el fútbol profesional, también el fútbol juvenil. Lo he hecho también en Tolima y otros clubes donde no terminé llegando y es parte del proceso de gestión que hacemos nosotros”.
Rendimiento con Junior y cariño de Barranquilla: “En Junior se hizo bien el trabajo tuvimos arriba del 50% de los puntos. Es un club con mucha presión era un año particular por tema político y el club quiera o no está adjunto a eso. El primer semestre estuvimos cerca de llegar a la final, en el segundo semestre arrancamos muy bien. Hicimos cosas muy buenas, tuvimos un bache de dos o tres partidos y los directivos tomaron la decisión. Pero volvemos a lo mismo, desde que salimos hasta la actualidad, no es que salimos y lo digo con respeto a todos, creo que se mostró que se hizo un trabajo y estuvimos casi 10 meses. Si miras los números de Junior los últimos 15 años de los cuerpos técnicos, salvo 2 excepciones ninguno supera los 6 meses. Claro que pensaba que podía salir campeón, es un club grande con exigencia y si uno mira todo lo que se hizo tenía una identidad de juego. A veces se equivocan los directivos en las decisiones, como nos pasa a los entrenadores y les pasa a los jugadores. También estoy agradecido con los Char, yo hoy camino por Barranquilla y tengo un gran aprecio por la gente, no me siento barranquillero porque no voy a ser hipócrita, pero tengo un gran cariño por la gente y el trato que me han dado”.
“En América era todo desconfianza, era empujar una mula cuesta arriba
Reconocimiento a Gamero y el ambiente más difícil para dirigir
Elogio a Gamero y Millonarios: “Pasa en Sudamérica, pero si uno mira y lo digo de corazón estoy contento con el profesor Gamero y Millonarios por el proceso y lo tomo de ejemplo (continuidad del trabajo). El proceso ha sido de bueno a muy bueno, pero la gente en los equipos grandes mete presión. Los equipos que toman una decisión política de ir por un camino, la sostienen en el tiempo y también tiene que haber muestras de evolución porque son los equipos que al final terminan cumpliendo objetivos”.
Respaldo a su trabajo: “Me he sentido respaldado en todos lados. En América por la decisión de elegirme por encima de otros entrenadores con más cartel. En Junior me respaldaron por lo que es el club, para lo que veo que pasa con entrenadores de nombre, el respaldo fue grande. En los clubes que he estado en Colombia he sentido respaldo y ahora en Tolima también”.
Ambiente más complejo para dirigir: “Creo que Cali porque a Junior llegamos ya con un título. Te miran distinto, en América era todo desconfianza, era empujar una mula cuesta arriba. Tuvimos que ir ganando credibilidad con el tiempo. Lo que me queda a mi es el respeto del futbolista, más allá de lo que digan los medios o la gente. Me podrán decir que hago un cambio mal, pero que no soy esforzado, que no me preparo, que no trato de estar a la vanguardia y que no trato de poner el alma a lo que hago, eso al final el futbolista lo termina avalando y es con quien convivo día a día y con el paso del tiempo dan fe del trabajo que se hace”.
Tolima, la misión es volver a ser protagonista
Tolima: “Estamos evolucionando la idea de juego, entendimiento y competitividad que debemos tener. Tenemos que mejorar la eficacia porque creamos demasiado. Este equipo en el último año no le tocó clasificar, ni conseguir cosas que venía acostumbrando a su gente. Estamos convencidos de la decisión que tomamos y estamos en la reconstrucción, que es volver a lograr que el equipo sea muy competitivo y vuelva a quedar como le pasó en los últimos 8 o 10 años. Estamos en el proceso y contentos de ver como el grupo trabaja, de ver la visión de la dirigencia, a donde quiere llevar el equipo y esto es construir permanentemente”.
Nómina del Tolima: “Es una buena nómina, son jugadores trabajadores que tienen esa capacidad de aprendizaje y quieren poner al equipo donde quiere estar. Creo que nos faltan cosas y hay que evolucionar, porque hay jugadores que ya no están y hay una renovación para tener un equipo fuerte y competitivo”.
Mercado: “Estamos ahí en lo que queríamos. Trajimos lo que pedimos, nos hizo falta un mediocampista, pero estoy agradecido con la dirigencia del club por el esfuerzo que hizo. Si apareciera algo bueno e importante lo tendríamos en cuenta, sino estas serían las armas que tenemos para ir por los objetivos”.
Objetivos: “Nosotros la ilusión que tenemos es hacer un equipo competitivo nuevamente y lograr la clasificación. Luego soñar con cosas más importantes. Queremos llegar a la final, pero hay muchos pasos que dar, tenemos que ir día a día construyendo ese equipo competitivo del que hablamos”.