Fernando Uribe: “Millonarios es el equipo que escogí para ser hincha”
Tras una trayectoria de 20 años en el fútbol profesional colombiano y cuatro equipos en el exterior, el delantero decidió retirarse de la actividad. En una charla sincera con AS Colombia, habló de esto y de su vida.
Siempre hay una palabra de amor, un recuerdo, el agradecimiento. Fernando Uribe no olvida nunca a María Helena. Su mamá. La que junto a su papá creyó en que el sueño de ser futbolista profesional de su hijo podía ser posible. Con mucho trabajo y disciplina, pero posible. Ella, la que siempre lo llevó a los entrenamientos, la que nunca lo desamparó cuando se fue a vivir solo, la que lo acompañó en una moto a conocer a su primera hija, siempre está presente. A pesar de su dura ausencia.
Ella, hace algunos años, le dio el aval a Fernando de tomar la decisión de retirarse del fútbol cuando lo creyera conveniente. Ese momento llegó y la aprobación de su mamá permitió que lo hiciera con tranquilidad. El 3 de diciembre de 2023 cuando Millonarios perdió ante América en el Pascual Guerrero, el delantero sintió que era el momento y por eso, la imagen más clara y fuerte en ese instante, era la de María Helena.
Las imágenes de su carrera pasaban por su mente y su corazón, pero siempre lideradas por la de su primer amor y la mujer que, como el mismo lo dice, siempre lo impulsó a seguir sus objetivos, pero también a ser una mejor persona cada día. Hoy, Fernando tiene la compañía de su papá, sus hermanos, su esposa y sus hijas. Con quienes honra la memoria de su mamá siendo en una familia unida que piensa en el futuro.
Uribe habló con AS Colombia de eso. Lo que viene para después del retiro, pero también de lo que el fútbol dejó en su vida. Aprendizajes, enseñanzas, algunas decepciones, momentos de dolor intenso, pero también de alegría indescriptible. Personas que se convirtieron en sus hermanos no biológicos y a quienes espera seguir unido.
Pasó por tres países del exterior en los que marcó goles, conoció culturas “locas” como la de Brasil en la que vio 80 mil personas en un partido entre Flamengo y un equipo de tercera división y en donde sintió que la afición por el fútbol sí es diferente cuando se cruzan las fronteras, pero a las que él también llevó su propia pasión y sus propias decisiones. Incluso a un lugar en donde el deporte es religión.
Esta es la charla sincera, sin reservas y llena de corazón con Fernando Uribe, que después de dejar a Millonarios, quiere seguir en el equipo embajador con otro rol: el de hincha.
Su decisión de dejar el fútbol
¿Cómo le ha ido estos días después de tomar la decisión?
“Bien, disfrutando y pasando un poco las vacaciones, las primeras después de dejar el fútbol y de haber terminado una linda carrera y tranquilo, tratando de estar en familia, en mi espacio, donde me siento bien, seguro, feliz y pensando en las cosas que vendrán a futuro”.
¿Ha sentido nostalgia?
“El lugar ayuda mucho porque desde que me levanto abro la persiana y veo naturaleza, tranquilidad, el ruido que hay es todo de animales y todo lindo y en mi mente está que yo estoy en vacaciones y que mis compañeros todos están de vacaciones. He pensado ese momento después del 3 de enero cuando ya todos nos tenemos que presentar en los diferentes equipos, cómo va a ser. Lo he venido manejando, he leído un poco de un libro que me regaló Maka (Mackalister Silva) este año, es un libro que habla de jugadores que ya se han retirado o que están cerca al retiro, a unos que les dio muy duro y a otros que no tanto y me he ido encasillando en esos que no les ha dado tan duro para ir preparando la mente y estar predispuesto a ver lo positivo”.
Cuéntenos sobre ese libro que le dio Makcalister...
“Me lo regaló a principio de este año, veníamos en la conversación del retiro que siempre salía, en algún trayecto, en avión, en el bus, en concentraciones siempre salía la conversación por el lado mío y por el de él. Dio la casualidad que él había intentado leer el libro pero no lo quiso terminar porque predispone mucho. A é le regalaron otro y me dio el que tengo. Empecé a leerlo, a leer esas historias y en cierta manera ayuda porque uno se entera de cómo fue el momento para otros jugadores, diferentes situaciones, jugando en sus países, jugando en el exterior, son muchos casos y uno encuentra similitudes con muchos de ellos y eso me sirvió para tomar esa decisión”.
Usted lo venía pensando desde comienzo de año, pero ¿cuando tomó la decisión definitiva?
“A mitad de año, apenas terminamos el último partido cuando somos campeones, en el camerino cuando ya nos íbamos a ir al sitio a donde celebramos, llamo aparte al profe Gamero y le digo que me quiero retirar, que quiero dejar de jugar y ver el qué pensada. Esa charla fue muy rápida y él me dijo que no, que esperara estos seis meses más, que él me quería, mis compañeros, los directivos, la hinchada, que disfrutara esos seis meses siendo campeón y que ahí mirara si realmente quería tomar esa decisión. Luego lo hablé con mi esposa y me dijo lo mismo. Pero eso estaba latente. Luego empieza el segundo semestre y pensé que iba a tener un poco más de participación y lastimosamente no fue así y eso cuesta porque me gustó siempre jugar, ser protagonista, sentirme parte de un grupo que hiciera que sirviera. Intentaba hacerlo desde donde me tocaba pero siempre quería dentro de la cancha. No se dio así y cada partido que pasaba en donde participaba menos iba haciendo mella y cuando jugamos el partido en Cali yo no tenía nada preparado, no tenía pensado que ese iba a ser el último momento, pero al ver que ya quedábamos eliminados se apagó una llama por dentro, lo sentí cuando terminó el partido y decidí ir a la mitad, me quité los guayos, agradecí a Dios por una bonita carrera y después en el camerino le avisé al técnico a los compañeros y al presidente. No tenía nada listo, pero así lo sentí”.
Tal vez uno de los momentos más emotivos del semestre fueron sus lágrimas en el Pascual...
“Fue muy emotivo porque no lo tenía en mi mente. En mis pensamientos estaba que íbamos a ganar ese día, que íbamos a llegar a la última fecha con todas las posibilidades, en el fútbol puede suceder y pensé que íbamos a estar en la final. Pero cuando sentí lo que te dije se me vino toda mi carrera a la cabeza, todas las personas que tuvieron que ver, el inicio, desde que estaba en inferiores, las veces que estuve en el exterior, todo y la imagen más fuerte y el recuerdo más fuerte fue mi mamá.
Que hubiera querido que disfrutara también ese instante. Yo tuve la oportunidad de hablar con ella de esto antes de ella irse. Le dije que estaba cerca a dejar de jugar y ella me dio ese permiso y el aval, me apoyó en la decisión, me dijo que cuando fuera el momento que lo hiciera, que ya había muchas cosas sacrificadas para la carrera que hice, así que me dio esa tranquilidad. Luego mis compañeros entendieron el momento. Y sí, me quebré un poco porque no solo es dejar atrás 20 años de una carrera profesional sino desde los 6 años que estoy en el fútbol. El sueño de mis padres, de mis hermanos, el sacrificio de mis hijas, de mi esposa y un montón de cosas que fueron muy lindas y disfruté pero que en ese momento se terminaban”.
Millonarios y su salida a Junior de Barranquilla
Alguna vez usted dijo que Millonarios era su lugar en el mundo ¿Por qué?
“Hubo esa conexión, uno no escoge eso. Yo nací y crecí siendo hincha de otro equipo, la gente lo sabe y lo entiende por herencia de mi padre, nací en Pereira, pero me crié en el Valle y estaba rodeado de hinchas del Cali, pero cuando llego a Bogotá la primera vez, venía de una etapa en la que quería más protagonismo y Millonarios me dio eso, me cumplió uno de mis sueños desde que empecé la carrera que fue ser goleador del fútbol profesional, me dio la posibilidad de jugar en el exterior y quedaron las puertas abiertas para el regreso. Luego en el 2021 ya el sentimiento se hizo más fuerte, fue un año que disfruté muchísimo, muchísimo, todo. Los entrenamientos, las concentraciones, los partidos, un año muy productivo en lo personal, deportivamente y eso acabó de crear ese vínculo. Mis hijas se hicieron hinchas de Millonarios, o sea se hablaba siempre del equipo en la casa, mi mamá disfrutó de mis últimos goles estando en El Campín. En un partido contra Junior ella pudo verme anotar porque después el año siguiente me vio en un partido más. Son esas cosas las que crean ese vínculo, aprendí a querer a la institución, a los hinchas y a toda la gente que lo rodea, todo lo que tiene que ver con Millonarios y me hice hincha realmente. Es el equipo que escogí para ser hincha y se dio muy natural”.
Usted tiene muchos amigos en Millonarios y tal vez un hermano que es Daniel Giraldo...
“Se convirtió en mi hermano por muchas cosas. El llega en el 2021 de Santa Fe y no fueron tantos meses, compartíamos, pero no éramos tan cercanos. Cuando se dio la salida de los dos para Junior nos arropamos allá, nos conocíamos y fue un año en una plaza difícil que no es para todo el mundo por muchos aspectos y a nosotros dos se nos hizo complicada. Yo venía con temas familiares, personales y se sumaron lesiones y él estuvo ahí siempre. Una persona creyente, que estuvo acompañándome con oraciones, simplemente escuchándome, invitándome a su casa y en el momento más duro de mi vida, estuvo presente. Fue esa persona que extendió la mano y me acompañó en ese duelo que a veces es difícil. A uno le toca pasar el duelo y el luto en otra parte, no con su familia, con mi papá, mis hermanos, no pude estar en ese último instante con mi mamá y encontrar esa persona aparte de mi esposa, que se interese, que de verdad demuestre ese cariño y que te agarre la mano y que sea especial, es lindo. Después volvemos a Millonarios y siempre hablábamos del sueño de ser campeones y después de esa tristeza tan grande tenemos una de las alegrías más grandes que he tenido en mi profesión y sé que para él también porque venía de estar muy cerca a un título y lo pudimos conseguir juntos. Entonces se creó ese vínculo maravilloso que ojalá podamos mantener por muchísimo más tiempo”.
¿Por qué decide irse para Junior?
“Es netamente personal y familiar la decisión. Para mí fue muy duro, voy a hacer la salvedad y voy a decir que Junior me respetó, me valoró e hizo todo lo posible para que yo estuviera muy bien en ese año, me trataron muy bien, no tengo ninguna queja. Pero no era el lugar en donde yo quería estar. Con todo el tema de mi mamá tenía que tomar una decisión inmediata porque tenía la ilusión de que pudiera ayudarla de otra manera, que se pudiera hacer algo más allá de lo que se hacía en su tratamiento y pues, necesitaba tener todavía un ingreso mucho más alto.
Es la primera vez que hablo del tema, nunca quise tocarlo porque no quería dar excusas con la institución, la ciudad, con nada, pero cuando yo me voy todo lo hice desde el corazón, desde el desespero de un hijo y en ese momento la opción económica era, una en Ecuador, y Junior. Decidí Junior por la cercanía, varias veces pude venir a ver a mi mamá en los momentos de crisis. Anímicamente y deportivamente quería quedarme en Millonarios, pero ellos tenían unos estándares en la parte salarial y yo lo entendí, ellos entendieron mi decisión, lo hablé con el presidente, he sido muy respetuoso de las decisiones institucionales, pero también he tomado mis decisiones personales cuando ha sido lo mejor para mi familia. Lastimosamente, al final de todo no salió nada como lo esperaba en ese momento, pero ahí está el agradecimiento a Millonarios que me abrió nuevamente las puertas por el mismo respeto con el que salí, me dieron la posibilidad de volver a mi lugar y de disfrutar un título que había intentado una, otra y otra vez y conseguirlo después de tantas decisiones fue algo grandioso”.
¿Cómo vivió el malestar y la molestia del hincha de Millonarios?
“Sufrí ese cambio de sentimientos que hubo. Mucha gente entendió todo lo que estaba sucediendo, hubo palabras de apoyo, de comprensión más allá de cualquier otra cosa, pero hubo una parte que no perdonaba esa salida, que no entendía el por qué. Y ya después de haber pasado todo, ya no tengo mucho que ocultar, se dieron las cosas así. Hablo por primera vez y desahogándome un poco porque fue frustrante sentir el rechazo de la gente con la que hacía un mes estábamos celebrando, con la que que pudimos pasar tantos momentos juntos. Ese cambio de alguna parte de la hinchada, no toda, porque hubo mucha gente que entendía la situación y era más consciente de lo que estaba pasando. Uno a veces se queda con el comentario negativo, de desprecio muchas veces y en el regreso también, pensar que hubo una división y la aceptación de mi regreso. Al final, otra vez con un par de goles en el primer semestre y con el título hubo perdón, reconciliación y me quedo con la gente que supo entender la situación y que me entregó todo ese cariño”.
Hace un momento usted decía que Barranquilla es una plaza que no es para todos ¿ Por qué?
“Es difícil desde su clima, los horarios de entrenamiento, la disciplina que hay que tener con tu hidratación y tu alimentación, no queriendo decir que a los que no nos fue tan bien somos indisciplinados en ese aspecto, pero yo considero que he tratado de alimentarme lo mejor posible, de cuidarme, descansar, intenté hacer siempre todo lo posible para que mi cuerpo estuviera bien preparado para mi profesión, pero sí es diferente. Tienes que mantenerte con tu agua, tus sales, todo el día hidratándote, te tienes que acostar muy temprano porque al otro día empiezas muy temprano y necesitas ciertas horas de sueño.
Las canchas a veces algunas son muy duras precisamente por el clima que hace que haya más lesiones que en otras partes y después el hincha es exigente, en otras plazas la hinchada se divide en dos, en Cali con América y Cali, en Bogotá pues mucho más Millonarios, pero también tiene su equipo rival, en Medellín y así muchas, pero en Barranquilla y prácticamente la costa Caribe es solo Junior, entonces a todo lugar a donde vas, a un restaurante, todo gira en torno a Junior y aveces cuando las cosas no salen bien es frustrante y hay que saber manejarlo. Es una de las plazas más difíciles en donde estuve y todos mis respetos a los jugadores que no son de allá y llevan tres o cuatro años y triunfaron allá, pero el hincha debe entender que no es sencillo llegar y adaptarse al entorno”.
La importancia de la familia en la vida de Fernando Uribe
¿Cuál fue la importancia de su mamá en su vida?
“María Helena fue todo para mí. Todo, todo. La primera persona que me llevó a un entrenamiento cuando estaba pequeño y en bicicleta me llevaba a donde me tocaba ir a los entrenos, al jardín, a la escuela. La que le copió ese sueño loco a mi papá, porque el primer soñador fue mi papá, pero por su trabajo no podía estar tan presente ni podía acompañar tanto. Fue mi mamá la que tomó ese tiempo y me acompañó en todo momento. Cuando empecé a vivir solo con 15 años, me voy de la casa y se fue a enseñarme a cocinar, a tener todo en orden, las cosas que necesitaba, a dejarme ubicado y preparado. No estaba preparado para ese momento pero ella, con mucha paciencia, estuvo ahí.
Me acuerdo que en el nacimiento de mi primera hija yo me enfermé, seguro de la ansiedad, llaman a mi casa y me avisan que mi hija ya había nacido, solo teníamos una moto para movernos y cogimos la moto ella y yo y desesperados nos fuimos a ver por primera vez a mi hija mayor. Todos esos momentos me marcaron. Ella fue todo para mí. Traté de darle gusto y de hacerle conocer esos lugares maravillosos que me regaló el fútbol, que me acompañara a los países y a las ciudades en donde yo estaba y que disfrutara este camino que en gran parte fue por ella. Fue mi profesora de vida y la persona por la cual siempre traté de ser mejor cada día, no solo como profesional sino en la vida porque siempre tuve ese ejemplo maravilloso de ella”.
Le dedicó varios goles a su mamá, pero hubo unos más especiales...
“Fueron varios, estando ella trataba cada que podía cerca de su cumpleaños o día de la madre muchas veces con la camiseta marcada con su apellido. Cuando se va, hay dos momentos. El primero que hago después de que ella se va, fue en Junior, llevaba creo que una semana de haberse ido y estaba en ese duelo, llego a Barranquilla, entreno un par de días, concentro y jugamos contra Medellín. Se da que ese día hago el gol número 100 por Liga colombiana, en el mismo gol me lesiono y tengo la lesión más fuerte que he tenido en mi carrera, intente, en medio del dolor que sentía, hacerle ese tributo. Y el otro, que fue el más emocionante para mí, fue cuando regreso a Millos, contra Águilas estando en El Campín porque recordé que los dos goles que ella había visto fueron en ese arco y cuando celebro se me vienen todos los recuerdos y me quiebro un poco por no tenerla ahí y por todo lo que significó para mí”.
¿Cómo está conformada su familia?
“Tengo dos hermanos varones, una hermana, mi papá, mi esposa y mis dos hijas y estamos rodeados de mis suegros, parte también fundamental de nuestra familia porque nos acompañan a todas partes cuando tenemos una mudanza, cuando cambiamos de país y también tengo el cariño de mis tías, tíos, primas, primos. Estamos muy bien rodeados”.
Uno de sus hermanos es muy activo en redes, lo defiende con todo...
“Con mis hermanos nos hablamos todos los días, son mis mejores amigos, les consulto decisiones, los pongo al tanto de lo que voy a hacer. En especial el menor de los varones siempre está en eso. Yo le he dicho que pare eso, siempre está peleándose con la gente, escribiendo lo que piensa y a veces son cosas que se tienen que quedar a la interna, pero lo hace de una forma natural y sintiéndose orgulloso de su hermano y saliendo a defender”.
Él le hizo un homenaje en redes el día de su despedida...
“Él es el mayor fan. Siempre, desde siempre estuvo muy pendiente de cada paso, entiende muy bien el fútbol, lo sabe leer y era el que después de los partidos me decía si había estado bien o regular, nunca me decía mal por el mismo amor, pero cuando me decía regular yo ya sabía que había estado fatal. Siempre pudo ir a los lugares en donde yo jugaba, siempre intenté que conociera y guarda todos esos recuerdos, mantiene mandando fotos, de los partidos, los videos y es uno de mis amores porque a mis hermanos los amo con todo mi corazón, crecimos juntos y más que todo con los dos varones. Había días que por el trabajo de mi papá y el estudio de mi mamá nos teníamos que quedar solos y convivíamos con muchas cosas y pasamos muchos momentos nosotros tres que hicieron crecer ese amor. A pesar de que cada uno ya tiene su familia, siempre revivimos esos momentos”.
Italia, México y Brasil, los destinos de Fernando Uribe en el fútbol
Usted se fue a Italia muy joven ¿Cómo le fue?
“El recorrido mío fue Huila con 15 años, después Envigado donde hacía el torneo de reservas en ese momento, estaba muy niño. Juego en la B en Girardot, luego Cortuluá, luego Pereira, después voy a Once caldas y fuimos campeones, y ahí me voy a italia con 22 o 23 años y una experiencia fuera del país a Europa que es el sueño de cualquier futbolista profesional. Cumplir ese sueño tan joven, había salido campeón, fueron una cantidad de emociones en un año y medio en el Chievo, que me sirvieron para ganar madurez.
No jugué todo lo que quería jugar porque llegaba de ayudar a salvar a Pereira del descenso, de ser campeón, de hacer muchos goles, en Once Caldas hice 27 goles en todo el año y cuando voy a Europa no tenía ese conocimiento y experiencia que de pronto ahorita les podemos entregar más a los jóvenes que pueden salir. Pensaba que iba a seguir en ese ascenso, a pelear por un título o a ser protagonista mientras estaba ahí y te encuentras con la barrera del idioma, otra cultura, el equipo no peleaba ni por entrar a copas sino por salvar descenso, otro escenario diferente. Por la juventud no tenía los minutos que quería y todo eso empieza a crear ese desespero e impaciencia y dije ‘no, me tengo que ir y tengo que jugar y estar activo o me voy a quedar aquí y no va a pasar nada’ y después de año y medio salí. A veces digo que tuve que tener un poco más de aguante pero se dio así, regresé a Colombia”.
¿Por qué llega a Nacional?
“Se da el regreso a Nacional por medio de Juan Carlos Osorio con quien había sido campeón en Once Caldas y siempre tuve comunicación con él. Le contaba qué me estaba pasando, qué sentía y él desde su experiencia de haber dirigido y de todo su conocimiento, siempre me supo guiar. Hasta que llegó a Nacional y cuando supe de su llegada le dije que quería volver a jugar para él y él lo vio con buenos ojos. Regresar a un equipo grande del país, que íbamos a pelear por títulos, por ir a copas internacionales y que me iba a servir para aportar y volver a dar el salto y así fue. Ganamos muchos títulos en Liga, en Copa, Superliga, pero en mi cabeza estaba que quería jugar todavía más y con el profe el tema de la rotación siempre cuesta para mantener la continuidad. Éramos tres delanteros, Juan Pablo, Jefferson y yo que nos teníamos que rotar ese puesto y finalmente jugamos menos y después de esos dos años se da mi primer paso por Millonarios”.
¿Cree que en Colombia hemos sido injustos con Juan Carlos Osorio?
“Sí, muy injustos. Él en su momento para mí tuvo que haber sido el técnico de la Selección por merecimiento y conocimiento, pero después hay parámetros que uno no entiende desde la posición del jugador y lo digo porque estuve con él en el día a día, aprendí muchas cosas y seguramente en Selección y a ese nivel buscan cosas un poco diferentes. Yo creo que sí merecía un poco más y no solo de selección sino de reconocimiento del fútbol en general en Colombia. Se tildó de muchas cosas y uno que estaba en el día a día, sabía que no era tan así. Él tenía un propósito, un estudioso del fútbol, apasionado, vivía 24/7 por la profesión y esa es de las injusticias que tiene este deporte”.
¿Ese Nacional le abrió el camino al que ganó la Libertadores?
“Sí seguro, lo sé yo y mucha gente, sin demeritar el trabajo que hizo el siguiente cuerpo técnico que es uno de los mejores que ha tenido Colombia a nivel histórico, pero sí, el camino estaba preparado y los jugadores entendían muchas cosas antes de ganar la Copa Libertadores”.
¿Cómo fue su paso por México?
“Para mí fue maravilloso. Más maduro y lo disfruté desde el comienzo. En mi segundo partido hago una tripleta, por Copa contra Necaxa y después viene un primer año espectacular, hago un póker a Pachuca, doblete a Chivas y una cantidad de goles a diferentes equipos que nos llevan a la semifinal en la que perdimos por un desempate por un posicionamiento que hay en el todos contra todos, empatamos con Chivas y ellos habían quedado cuartos y nosotros quintos y por eso no fuimos a la final.
Después pasan los tres años de un equipo que me trató espectacular, una ciudad en la que fuimos felices, mis hijas terminaron de crecer allí, tomaron cosas de esa cultura, mi esposa y yo fuimos felices, nos trataron muy bien y deportivamente fue importante. Hice 61 goles y es un equipo histórico, su goleador histórico es Saturnino Cardozo que tiene 250 goles, pero de los últimos 20 años aparecía yo en esa lista, fue importante, lindo, lo disfruté, un país que quiere al jugador colombiano, nos trata muy bien y se nos da de adaptarnos muy bien y fue uno de los mejores momentos de mi carrera”.
¿Por qué se va de México?
“Pasan los tres años y termino disputando título en el tercer año, cuatro goles contra Tijuana y viene una propuesta de Brasil de Flamengo y es de esas propuestas que no puedes rechazar. Flamengo, para mí el equipo con la hinchada más grande de América, era de esos momentos que si se te presentan sí o sí los tienes que vivir en el fútbol. Buscaba la manera de quedarme en México, donde ya había hecho hogar, pero deportivamente era algo que después en este momento cuando ya dejara todo, me iba a arrepentir si no lo tomaba. Fue algo que nunca antes lo había vivido, no me había preparado para ello, 80 mil personas ante un equipo de tercera en un estadual, no tiene explicación. Ver el Maracaná lleno y que sea tu casa, un estadio mítico, es de esas cosas que se me eriza la piel todavía de recordar y que fue una decisión tomada desde el deseo”.
¿Se evoluciona en el fútbol de Brasil?
“Es una liga muy exigente desde la parte técnica y física. Por eso de allí salen los mejores jugadores del mundo y era un sueño lo que estaba viviendo, pero hay que ser consciente, a pesar de que el primer año fue positivo, disputé partidos, hice goles, fuimos subcampeones de Liga, campeones de la Copa de Río, de el Carioca y cosas positivas, realmente no había tenido esa preparación y llegué con edad avanzada. Tenía 30 años en ese mundo al que me costaba adaptarme, me costó entrar en esa sintonía de esa locura que era Flamengo y Brasil, es una religión 24/7, a donde vas, a una tienda, a un restaurante, a la iglesia, donde quiera que uno vaya están hablando de fútbol. Sí está para cuando los jugadores están jóvenes para que evolucionen y aprendan muchísimo y yo intenté también aprender muchas cosas, entrar en el ritmo y estar lo más cerca de esa sintonía, pero fue difícil y hay que aceptarlo. Por lo menos disfruté ese primer año, mucho más que el siguiente año y medio que estuve en Santos, pero es una liga difícil”.
Y además tuvo muchos técnicos que llaman maestros ¿Con cuál le fue mejor?
“Con el que mas sintonía tuve, con el que mejor jugué, tenía un estilo al que me adapté y que me gusta que es cuando mandas a tu equipo a presionar arriba porque es la manera más fácil de llegar al gol, los recorridos son rápidos y hacíamos equivocar al contrario, fue Dorival Junior, con él se dio muy natural. En la primera práctica se me acercó y me dijo que yo iba a ser su delantero, venía de estar con un técnico joven que era Barbieri, al inicio intentó encontrarme la posición y jugué hasta de extremo, una posición que desconocía, me tuvo un par de partidos, luego me ponía luego no, con otros delanteros y cuando llega Dorival me dice que va a contar conmigo, que me preparara bien y que estuviera tranquilo, que voy a jugar y siempre jugué hice goles importantes, a Sao Paulo a Gremio, pero él solo estuvo ese final de torneo por tapar la salida del entrenador anterior y se da la llegada de otro técnico y llegó Gabigol, Bruno Henrique, atacantes de mucha proyección y entendí que era el momento de salir por no haberme adaptado a la locura positiva que era Río de Janeiro, la hinchada. No me sentía bien, disfruté mucho tener como casa el Maracaná, pero ya era el tiempo”.
¿Y Santos?
“Santos fue duro. una de las etapas más complicadas de mi carrera. Cuando tomé la decisión de irme de Flamengo me quería ir de Brasil porque sabía y entendía lo que estaba sucediendo y cuando llega cierta edad uno ya se conoce mucho más y entiende dónde es productivo y dónde no tanto. Quería salir de Brasil, pero las personas que estaban a mi alrededor me decían que podía seguir, que sí cambiara de aires, pero que siguiera en Brasil y se da que Sampaoli por medio de todos ellos, de la gente que tengo cerca, consigue mi contacto y comienza a buscarme él mismo, me escribía y me decía que fuera y era Sampaoli, un técnico de reconocimiento y finalmente sin estar convencido lo decido.
Pero fue una de las decisiones tomadas que más afectó mi carrera, a los 15 o 20 días de estar, después de un buen recibimiento de la hinchada, compañeros y del mismo cuerpo técnico, yo le pasaba por un lado al técnico y no me determinaba y cambió el escenario para mí. No jugué mucho, se metió pandemia, hubo incumplimientos en pagos que afectaba y decido al final de todo rescindir el contraro por incumplimiento y después de año y medio de estar ahí vuelvo a Colombia”.
Duro lo de Sampaoli...
“Durísimo. Ya después me di cuenta que no fui al único jugador que le ha pasado y uno tiene la ilusión de que no pase con uno. Se dio así la situación porque en el medio pasaron muchas otras cosas que quedan en la reserva, pero se hizo complicada la estadía y estaba apenas llegando a la nueva ciudad. Cuando sucede algo así pierdes un poco el respeto y la admiración del compañero que está ahí porque no juegas, a veces entrenaba aparte y se hace durísimo y la decisión era salir y pasar esa página”.
¿Intentó hablar con él?
“Sí un par de veces cruzamos algunas palabras, pero no llegó a buen término”.
La Selección Colombia y Fernando Uribe
¿Cree que merecía más oportunidades en Selección Colombia?
“Tuve las necesarias, las que merecía o las que tenía en el momento para mí. Cuando me sentí más cerca fue cuando salí de Millonarios en 2015 siendo goleador, llego a México y continúo con esa racha y cada ocho días estaba cerca y cuando salía esa convocatoria los viernes tenía esa ilusión, pero nada que reprochar, jugadores de un nivel altísimo tuve siempre en mi generación en ese momento y lastimosamente no se dio.
Tuve un par de partidos amistosos, un morfociclo en el 2021 ya mucho más grande, pero no, yo nunca reproché ninguna decisión de parte de los cuerpos técnicos, las personas que están ahí tienen tanta gente para ver y tanto talento que con alguien van a cometer una injusticia, sin decir que conmigo la cometieron, pero suele pasar y es normal. La competencia era muy dura, Falcao en su prime, Bacca campeón de Europa League, Adrián Ramos, son nombres que si uno mira, se merecían estar ahí y no podían llevar 10 delanteros. Tuve lo que merecía y lo que era necesario”.
¿Cómo le ha parecido la era Lorenzo?
“Muy positivo. Hubo un recambio interesante en nombres, caras, hasta en estilo de juego por intensidad. Ha ido acompañando de nombres de procesos anteriores y todos somos hinchas de la Selección. Esperemos, no solamente ir al Mundial, que hasta el momento está cerca por como están jugando, sino que también podamos ganar algo importante con este proceso”.
¿Qué tal Mackalister en la Selección?
“Yo era un hincha feliz. Ver a Macka, porque los demás están en su mejor nivel, momento, tienen la proyección para seguir yendo y estar en ese proceso por sus edades, Dani, Andrés, Cataño, Montero que ya viene en ese proceso hace rato es agradable verlos ahí y haber compartido con ellos y saber que tienen el nivel para estar. Pero lo de David es capítulo aparte. Primero por el cariño que le tengo, por lo que significó en estas dos últimas dos etapas en Millonarios, nos conocemos desde el 2015 y mantenemos esa amistad y comunicación.
Yo soy un poco cerrado, pero él estuvo ahí pendiente, había ciertos momentos en donde estaba la llamada o el mensaje y eso también agrandó la hermandad, ser campeones y conocer el proceso de él, entender su sueño y saber que por su nivel, no es que haya sido injusto, pero sí merecía haber sido tenido en cuenta en algún momento y tener esta oportunidad sé lo que significa para él para su esposa, sus tres hijos y su entorno, es algo loco y algo que la gente no llega a entender todo lo que hay detrás de colocarse esa camiseta y sé que lo está disfrutando al máximo.
En las entrevistas cuando está con cara de pastel en todo momento, no es el Macka del día día, que sabe que es importante, serio ante las cámaras, en la interna abierto, pero ahora lo está disfrutando como un niño, es el juvenil de la Selección le digo yo y verlo jugar, disputar sus primeros minutos, como hincha lo disfruté y me da alegría que el seguidor del fútbol, quitándose la camiseta de Millonarios, está feliz. No es un homenaje, la Selección no está para hacerle homenajes a absolutamente a nadie, él se lo ha ganado con su trabajo, con su nivel, cada que juega es figura, se pone el equipo al hombro y por todo lo que viene haciendo fue merecido el llamado”.
Conflicto entre Nacional y Cortuluá y un posible regreso a Millonarios
¿Cómo vivió el conflicto entre Nacional y Cortuluá con usted en el medio?
“Duro también. Fue un momento duro personal porque yo sufrí amenazas serias que no quise hacer muy públicas para evitar que se hiciera algo más grande, pero amenazas de gente que no entendía que yo no tenía nada que ver con el asunto y una hostilidad impresionante cuando iba a Medellín. Mi hija mayor es nacida en Medellín, en sus primeros años, era hincha de Nacional, mis hijas fácilmente disputaban que una era de Millonarios y la otra de Nacional y no pasaba nada y estaba todo en armonía, pero cuando pasa esto, simplemente hubo una decisión de no volver nunca a Medellín, sino hasta hace poco, la final de Copa, por decisión lo dijimos así.
Fue duro, porque no tenía nada que ver. Fue un error de parte de Nacional al no presentar una carta que hubiera parado todo a Cortuluá y Cortuluá pues jurídicamente aprovechó este vacío y alegó algo que ellos creían justo, pero pues las noticias eran el caso Fernando Uribe y eso alimentó ese odio que para un ser humano es feo, fuerte, incómodo, injusto, porque los dos años que estuve en Nacional lo entregué todo. Bien o mal estoy en los libros siendo campeón de Liga, Copa, Superliga, y nunca he tenido una mala palabra o mal comentario para la institución ni para la hinchada, tienen todo mi respeto.
Tuve la posibilidad, después de tantos años y cosas, porque cada cumpleaños o cada que salía algo mío recibía ataques, y tuve la posibilidad de hablar con uno de los líderes de la barra, intentar aclarar todo, decirles que de mi parte nunca hubo una palabra negativa y que ya no sentía ningún vínculo ni cariño, pero de ahí a tener odio o rencor o algo en contra es diferente. Lo entendieron, quedamos en buenos términos, bajó el nivel de hostilidad, pero cuando el daño está hecho ya no hay como remediarlo y cuando iba al Atanasio, pues era una motivación para mí también, escuchar un poco de puteadas”.
¿Qué opina de ese poder que tienen las barras?
“Lo que diga puede ser usado en mi contra. Pero el hincha es parte fundamental del espectáculo, de todo lo que envuelve el fútbol. Lo vivimos después de pandemia que se hace aburrido el trámite del partido, las emociones no son iguales, los goles no se celebran de la misma manera y cambia mucho la dinámica del espectáculo, entonces son fundamentales para el fútbol en general. Cuando ya quieren entrar en decisiones administrativas, cambia todo. Hay un círculo vicioso que no es tan bueno. El hincha es hincha, gane, empate o pierda, son los tres posibles resultados de este deporte que a diferencia de otros tiene muchas emociones, cantidad de situaciones que se presentan durante los 90 minutos y el hincha de verdad es hincha en cualquiera de esas situaciones. Pero cuando ya cree que tiene la potestad detrás de su situación como hincha de meterse en decisiones, creo que ahí ya genera cosas que no le hacen tanto bien al fútbol ni al jugador ni al entorno porque nos volvemos desconfiados o lejanos porque no entendemos en qué posición vienen. Esas son cosas para mejorar, para analizar y no va a pasar nada con lo que yo diga pero es mi pensamiento”.
¿Le gustaría volver a Millonarios en otro rol?
“El de hincha, voy a estar siempre en ese de hincha en las victorias, en los empates y en las derrotas. Por ahora, creo que estoy lejos, hay nombres y personas mucho mas preparadas y más cercanas en la historia para ocupar ciertos cargos. Yo creo que por ahora me veo lejos de la institucionalidad o parte administrativa o deportiva, pero sí muy cerca desde el corazón y ojalá estando ahí en la tribuna. Voy a ser de esos hinchas clasiqueros, no mentiras, de hecho mis hijas ya me reclamaron cuando llegamos después del homenaje con cara de acontecimiento de la pequeñita, ‘papá, pero ¿vamos a volver a ir al estadio?’ y yo, ‘sí hija, claro, vamos a ir como hinchas yo te voy a acompañar’, quedamos con ese sentimiento y esa cercanía al club”.
¿Cuál delantero quiere que se ponga su camiseta en Millonarios?
Juan Esteban Carvajal. Creo que es un muchacho que está siendo bien guiado porque dentro del grupo tenemos un líder maravilloso que es Mackalister y un profesor en todo el sentido de la palabra como es Gamero que forma este tipo de procesos cuando el jugador es joven y él es un muchacho que tiene mucha capacidad goleadora, tiene mucho olfato, es un nueve que se mueve muy bien, técnicamente muy bien dotado y en el momento que explote puede ser muy importante para la institución y va a tener un futuro brillante. Ojalá tenga la madurez para entender sus momentos, esa capacidad de sacrificio para entrenarse así esté la oportunidad o no y la disciplina para mirar solamente el foco y el objetivo, e ir por él”.
¿Qué es lo que más va a extrañar del fútbol?
“Varias cosas. Yo disfrutaba el día a día en esta última etapa, lo disfrutaba más que los viajes y las concentraciones, pero hasta eso que no disfrutaba tanto, creo que también en algún momento lo voy a extrañar, porque estábamos en un momento muy íntimo en donde nos reíamos de muchas cosas y que simplemente eran cosas que se hablaban ahí y quedaban ahí. Disfrutábamos la cena, esperar que alguno llegara tarde para cobrarle la multa, cualquier cosa que pasara todos teníamos que ver porque gracias a Dios, al fútbol y a la vida, estaba en un grupo maravilloso en esta última etapa de mi carrera y se los agradecí a ellos.
Disfrutaba muchas cosas que ellos hacían, siendo un poco más reservado, pero disfrutaba del entorno, entonces claro que voy a extrañar muchas de esas cosas, pero voy a empezar a disfrutar otras de las que me privé por tantos años, llevar a mis hijas al colegio, estar en sus momentos especiales porque me perdí la primera comunión de mi hija menor, no pude estar en los 15 de mi hija mayor, en el ultimo momento de mi madre no pude estar ahí, voy a empezar a disfrutar esas cosas y eso es suficiente para hacerme recordar con nostalgia y cariño lo anterior pero ver que en esa nueva etapa que dejé en stand by durante 20 años, voy a estar un poco más presente”.
Gracias Fernando...
“Gracias por dejarme expresar, por contar un poco más a detalle las cosas que pasaron en mi carrera a la gente y por esta invitación muy agradable que disfruté mucho, esperemos que la gente la disfrute igual y nada, gracias por tenernos a nosotros en la pantalla siempre, hacen parte fundamental de este círculo que se llama fútbol y son de esas partes importantes para que nosotros podamos brindar un espectáculo siempre”.