SELECCIÓN COLOMBIA

De la arena al césped: Toto Rubio, la escuela donde nació Carlos Bacca

El Toto Rubio jugó en Santa Fe, Millonarios, Tolima, Unión Magdalena y Junior. En la cancha fue crack y por fuera, ha formado a cientos de jóvenes para el fútbol y para la vida.

Hay muchas escuelas de fútbol con césped artificial o natural, algunos hasta mejores que los de los propios estadios. Pero cuando uno está en la escuela de Jesús Toto Rubio, de inmediato vienen a la mente las imágenes de los niños jugando en la playa, con la arena como campo de juego. Este es un sitio de formación diferente, el desnivel de la arena permite que los niños y jóvenes puedan fundamentarse mejor, tener mas técnica en el manejo del balón y aunque no todos llegan a ser profesionales, su maestro ha dejado huella en la vida de todos.

“Aquí en la arena se cultiva al jugador pícaro, que debe tener mucho cuidado con el control de la pelota por el desnivel del terreno, el sol, el clima y la tierra han fortalecido desde siempre al jugador barranquillero, que se destaca por la buena técnica porque el control del balón no es fácil en este terreno de juego. Acá se fortalece la maniobra individual, el equilibrio, los amagues, los frenos y se fortalece el jugador mentalmente”, dijo el Toto.

La cancha de arena recuerda también que no hay mejor manera de entrenar y de divertirse que la más natural. El barrio, el mar, el calor, los gritos, la amargura de perder y la dicha de tener amigos para jugar al fútbol. Más que formar jugadores para una Selección, el objetivo del Toto Rubio es tener niños y jóvenes felices, apartarlos de otras cosas que la sociedad puede ofrecerles y sobretodo aportar al fútbol algo de lo que el fútbol le dio y lo mejor, en su amado departamento del Atlántico.

“Después de atesorar muchos años como jugador profesional, me comprometí con mi ciudad, departamento y mi país para orientar a través del deporte a las nuevas generaciones como un acto de gratitud por todo lo que el fútbol me dio y por el apoyo que yo tuve en mi carrera. Hice la mejor jugada al crear una escuela para aportar al crecimiento integral de los niños de mi ciudad”, dice con orgullo con los pies en la arena de su cancha.

Y es que el Toto tiene toda la autoridad para enseñar. Sí es cierto que el fútbol ha cambiado, pero la esencia de su espíritu es la misma. La experiencia de sus años en el fútbol profesional colombiano hace que pueda transmitir no solo enseñanzas sino también vivencias a los niños de su escuela.

“Tolima me brindó la primera oportunidad, Unión Magdalena me brindó la oportunidad de ser internacional en la primera Copa Libertadores, en Junior fui campeón dos veces, con Millonarios también fui campeón y yo fui integrante de Monaguillos cuando Gabriel Ochoa Uribe fue campeón en el 66 y me llevaron a mi para que fuera de Santa Fe, me gustó el blanco con rojo, luego no pude arreglar, pero admiro a ese equipo que era fuertísimo y recuerdo los clásicos entre Millonarios y Santa Fe. Así hice mi historia durante muchos años en el fútbol profesional.

Por su escuela han pasado varios jugadores que lograron convertirse en profesionales, entre ellos Carlos Bacca y Freddy Montero, los dos escucharon sus consejos, sus regaños, sus enseñanzas y llegaron a convertirse en dos jugadores importantes para Colombia.

Montero y Bacca en la parte de abajo de la formación.

El profe conoce las posiciones de sus jugadores, tiene dos delanteros que como él dice, “su mamá los parió goleadores”, su equipo es uno de los más importantes en los torneos que se disputan en las categorías juveniles, pero sabe que hay una posición que es muy difícil de entrenar y encontrar hoy en día, la de lateral.

“Parece que esa horma la botaron en la profundidad del mar, es difícil. Pero no solo pasa en Colombia, en el mundo también es difícil encontrarlos. Hay una situación, se quitó el puntero abierto en la raya, entonces no se entrena el quitar la pelota y atacar como yo hacía en mi época de jugador. Todos los sistemas se rompían por los costados y la idea de los entrenadores era contrarrestar el ataque del rival y por eso se entrenaba la marcación de punta por los dos costados. Ahí aprendimos a saber marcar, a hacer duelos permanentes y acompañar al ataque”.

Por último, habló del juego de Colombia ante Venezuela, “estoy optimista, creo que de los países que se han renovado para esta Eliminatoria hemos sido nosotros. La globalización, las escuelas, los proyectos de selecciones sub 17 y sub 17 le ha dado un mercado internacional a Colombia y nos hemos renovado. Esto va a marcar una pauta importante”.

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