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MUNDIAL FEMENINO SUB-20

Conclusiones de Colombia tras su eliminación del Mundial Sub-20

La Tricolor se despidió en cuartos tras caer 3-0 en los penales ante Países Bajos. Aquí las conclusiones tras la tercera participación en este torneo.

Conclusiones de Colombia tras su eliminación del Mundial Sub-20
Gabriel Aponte - FIFAFIFA via Getty Images

“El objetivo es simple: ser campeonas del mundo”, dijo Linda Caicedo a la FIFA en una entrevista previa al inicio de la Copa del Mundo en agosto. El sueño para la delantera, para la Selección y para los aficionados no podrá ser, pues en la noche de este domingo 15 de septiembre, la Tricolor quedó eliminada en los cuartos de final, tras caer 3-0 en la tanda de penales con Países Bajos.

El balance de Colombia -pese a la eliminación- es positivo por distintos motivos. El equipo de Carlos Paniagua terminó la Fase de Grupos invicto, con cuatro goles a favor y cero en contra. Luego, superó a Corea del Sur en los octavos por la mínima diferencia y aunque en cuartos cayó 3-0 (en penales) con Países Bajos, en los 120 minutos consiguieron un empate 2-2. Luisa Agudelo mantuvo su portería invicta por 397 minutos (cuatro partidos y 37 minutos).

Esta fue la tercera presentación de la Selección Colombia Sub-20 en este torneo, y aunque no igualó su “mejor participación” es necesario recordar que esta era la primera vez que se disputaban octavos de final, pues para esta edición se ampliaron los cupos a 24 Selecciones. En 2010, el equipo nacional fue cuarto tras caer en el partido por el tercer puesto con Corea del Sur y en 2022 quedaron eliminadas en los cuartos de final tras perder 1-0 con Brasil.

La parte mental necesita ser una prioridad en los equipos

El fútbol es un estado de ánimo”, dijo alguna vez Jorge Valdano y no hay mejor frase para describir lo que fue el desenlace de Colombia en este torneo. La parte mental la ganó por completo la selección de Países Bajos y ahí se encaminó el triunfo. Antes del empate, la Tricolor estuvo enfocada en el objetivo y generó peligro, pero con el 2-2 se vino abajo; en la pausa antes de la prórroga se notaba en la expresión de las colombianas que estaban agotadas y preocupadas, mientras que las neerlandesas estaban enteras y con la mentalidad más arrolladora que nunca. En esos momentos determinantes es donde el trabajo de un buen psicólogo se ve, el manejo y gestión de emociones es trascendental.

En los penales, la arquera Femke Liefting superó por completo en lo técnico, en lo táctico y en lo mental a las cobradoras colombianas (atajó dos cobros). Una actitud que muchos considerarían inapropiada o llamarían provocación (y que la jueza permitió), fue suficiente para intimidar a las nuestras. Desde el sorteo, la serenidad y tranquilidad que proyectaba la neerlandesa, incomodó a la Selección.

Los partidos definitivos siempre intimidan

A Colombia le cuesta ganar partidos definitivos. Lo mental influye, la responsabilidad y el estado de ánimo también, pero sobre todo lo hace la presión. Colombia jugó todos sus partidos con estadios llenos, y lo dijo Linda Caicedo en la primera zona mixta, se sintieron intimidadas. La necesidad de demostrar, de ganar y de callar bocas les jugó en contra, sufrieron lo que se llamaría un bloqueo mental.

Esto no es algo nuevo para la Selección (y aquí cabe cualquier categoría de la masculina o femenina), porque la Tricolor ha sufrido de este “pánico escénico” en distintas presentaciones. Las instancias finales intimidan, pasó en la tanda de penales del Mundial Sub-17 de la India, pasó en la final de la Copa América ante Brasil e incluso, si se quiere, en la definición del Sudamericano de esta categoría, en donde dejamos escapar el subcampeonato.

Colombia tiene un problema gigantesco: La falta de contundencia

La Selección Colombia anotó siete goles en los cinco partidos que disputó. Dos ante Australia (Yunaira López y Linda Caicedo) uno ante Camerún (Yesica Muñoz), uno ante México (Mary José Álvarez), uno ante Corea del Sur (Linda Caicedo) y dos ante Países Bajos (Karla Torres X2), pero indudablemente generó muchísimas opciones de gol. Solamente en el duelo de cuartos, remató 24 veces, de las cuales siete fueron a puerta.

Esto solo es una muestra clara de la falta de contundencia de nuestras atacantes, y en general, de las jugadoras, porque los goles también llegaron de algunas defensoras. El no concretar las opciones que se generan deja en evidencia un problema que de fondo es más grave, la mala toma de decisiones, sobre todo cuando están bajo presión.

Karla Torres, Linda Caicedo y Maithe López tuvieron muchas opciones para liquidar este partido y para marcar en los otros, pero por una decisión errónea no terminaron en gol. Incluso, la acción del gol de Países Bajos, en donde Liz Katherine Osorio no ataca la pelota, ni busca ganar la posición, sino que decide seguir a la delantera pero sin defender o intentar cortar la jugada, también es un claro ejemplo de no saber tomar decisiones, menos de un segundo para reaccionar, pensar en equipo y no en individual...

No hay una capitana dentro del campo de juego

Ser capitán/capitana va más allá de llevar la cinta y estar en el sorteo con el cuerpo arbitral. Ser capitana es ser líder en lo futbolístico y en lo anímico, y no me malentiendan, valoro y aplaudo el hecho de que Linda quisiera seguir jugando los cuartos pese a la sobrecarga que la acompañaba, pero durante toda la actuación en la Copa del Mundo faltó esa jugadora que presionara a la central (todo dentro del respeto) cuando las rivales estaban pegando de más, cuando se sancionaron faltas en contra que no eran, como la amarilla a la misma Linda Caicedo ante México.

Linda es quien saca el equipo adelante, pero como capitana pudo haber funcionado Mary José Álvarez, quien tiene las cualidades necesarias para llevar la cinta y es la líder natural del equipo. En lo futbolístico no se le puede reprochar mucho a la delantera del Real Madrid, porque cuando tuvo que ser determinante y aparecer, lo hizo, sin embargo, hoy se habla de lo que pudo haber hecho y de lo que dejó de hacer. Está pagando el precio de ser tan buena... siempre estará en el foco, tanto en las victorias como en las derrotas.

Hay presente y futuro pensando en el recambio

No todas las conclusiones deben ser una crítica a la Selección, porque ahí nos podríamos quedar, en que no se hicieron los cambios durante los partidos, en que Carlos Paniagua no confía del todo en sus suplentes o en que las mediocampistas no tuvieron su mejor versión... Se rescata lo bueno, la proyección e influencia en ataque de Sintia Cabezas, la polivalencia de jugadoras como Liz Katherine Osorio y Cristina Motta, el nivel de Luisa Agudelo y Maithe López, que apenas tienen 17 años, entre tantas otras cosas.

El agradecimiento cabe en medio del sinsabor, es una Selección de niñas y adolescentes que están en un proceso formativo y que sin una Liga estable (solo Linda juega en el exterior) han logrado cosas importantes para el desarrollo y crecimiento del fútbol femenino. De las 21 jugadoras que disputaron el Mundial de 2024, así no hayan sumado minutos, solamente siete podrían hacer parte del Mundial de Polonia en 2026: Sintia Cabezas, Juana Ortegón, Karla Torres, María Fernanda Viáfara, Jimena Ospina, Maithe López y Luisa Agudelo. Las que quedan fuera pueden ir haciéndose un campo en la absoluta, que también necesita un nuevo aire.

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