Carlos Bacca: “Yo no estaba en los planes del Bolillo”
El delantero destacó la llegada de Arturo Reyes, habló sobre el récord de los 300 goles y analizó el momento que vive Junior. “Las cosas han cambiado”.
Carlos Bacca tiene su nombre escrito en la historia del Junior. El delantero alcanzó la marca de los 300 goles como profesional ante Envigado y se convirtió en el cuarto jugador en la historia del país en llegar a esta cifra. “Yo le decía a Dios, ‘yo sé que tú no me dejarás en vergüenza’. Sabía que algo me tenía preparado”, mencionó el atacante sobre el difícil comienzo que vivió el cuadro barranquillero en Liga y Copa.
En rueda de prensa, el goleador se mostró feliz por su buen momento individual y destacó el logro conseguido en el encuentro ante Envigado. “Hoy, gracias a mi trabajo y a mi profesionalismo, estamos festejando mis 300 goles. Me siento muy bien y con mucha ganas de seguir ayudando”, añadió.
Los 300 goles, el proceso de Arturo Reyes y la relación con Bolillo
El récord de los 300 goles: “No es un logro fácil. Solo 3 jugadores lo habían conseguido. Todos excelentes personas: Aristizábal, Falcao y Dayro. He vuelto, he marcado, he ayudado, he vivido malos momentos, pero hoy soy feliz, no solo por los 300 goles, también por el presente del equipo”.
Las anotaciones favoritas de su carrera: “Uno de los que más me gustó fue uno que marqué con Junior al Quindío, otro el que anoté en la final de Liga de Europa con el Sevilla, el de rabona en el Milan y uno de mitad de cancha con el Villarreal. 300 goles son muchos”.
El proceso de Arturo Reyes: “Con su llegada, la dinámica ha cambiado, la inercia y la relación con la hinchada también. Ojalá sigamos por ese camino. Hay que seguir con los pies sobre la tierra, pero por el mismo camino, porque aún no hemos conseguido nada. Eso se lo dije al grupo”.
Su relación con Bolillo: “La realidad es que yo no estaba en sus planes. Hablé y le dije que quería trabajar, que quería respetar el contrato, que quería ayudar, que me vieran en la pretemporada. Se dijeron muchas cosas y yo solo callaba. Yo sabía que Dios me tenía algo preparado. Cuando empezó el semestre los goles no llegaban, aunque las sensaciones en campo eran buenas, solo faltaba marcar. Hoy por fin la pelota está entrando”.