Leo, para muchos el mejor de todos los tiempos, consiguió la Copa del Mundo que su país no ganaba desde hace casi 4 décadas. Argentina tuvo un final mágico para su rey.
Lionel Andrés Messi Cuccittini no renunció a uno de sus más grandes sueños. Por quinta vez, con 35 años y habiéndolo ganado casi todo, logró ser el protagonista de la foto más soñada por un futbolista. Se unió a Daniel Alberto Pasarella de Argentina 78 y Diego Armando Maradona de México 86. Levantó el trofeo en Qatar como capitán y lo llevó de vuelta a la Argentina, cumplió su ilusión y la obsesión de todo el pueblo argentino.
Salir campeón del mundo fue el broche de oro para una carrera llena de esfuerzos, lágrimas, títulos e inspiración para millones de aficionados. Comenzó el camino profesional hace 18 años, pero la lucha por ser el mejor viene desde cuando era un niño que corría con una pelota pegada al pie en su ciudad natal, Rosario, ubicada a más de 13 mil kilómetros de Qatar. Hoy aprovechó una nueva oportunidad para unirse a ese selecto grupo de jugadores que realmente saben cuánto pesa la Copa del Mundo. El pibe rosarino volvió a intentarlo tras Alemania 2006, Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018.
Messi nació y morirá siendo hincha de Newell’s Old Boys. Allí inició su formación, hizo inferiores, fue goleador, pero un déficit en la hormona del crecimiento lo llevó, junto a su familia, a tomar la decisión más difícil de su vida: irse de Argentina, buscar un lugar donde le pagarán el costoso tratamiento y creyeran en su talento. El equipo rosarino no se hizo cargo, River Plate lo rechazó y el Barcelona se ganó la lotería.
La Pulga aterrizó en el Barça el 17 de septiembre del 2000 con tan solo 13 años de edad. El club apostó por él y nada salió mal. Pasó con brillo por todas las categorías menores, los jugadores del equipo profesional iban a verlo jugar y terminó debutando de manera oficial el 16 de octubre del 2004 ante el Espanyol. Frank Rijkaard fue el DT que le dio esa primera oportunidad.
Leo no necesitó mucho tiempo de adaptación a la élite. Rápidamente se involucró como uno más en la estructura, Ronaldinho y compañía lo cuidaron, luego vino Pep Guardiola como técnico y allí explotó todo el ‘Fenómeno Messi’. Estábamos ante el mejor jugador del mundo que llevaba su nombre a estar a la altura de los dos más grandes de la historia: Pelé y Maradona. Entró en esa discusión de la que se hablará hasta el final de los tiempos.
Fueron 35 títulos con el Barcelona, 7 Balones de Oro, 6 Botas de Oro y temporada tras temporada rompiendo récords. Hizo 672 goles y 268 asistencias en 778 partidos. Su historia en la Ciudad Condal finalizó el 5 de agosto del 2021, se fue en medio del llanto y salió rumbo a París. El PSG lo recibió como el GOAT.
Ya son más de 17 años los de Leo Messi vistiendo la camiseta de la selección argentina de mayores. José Pékerman lo llevó por primera vez en 2005, Qatar es su quinto Mundial, perdió 4 finales (Copas América 2007, 2015 y 2016 y Mundial Brasil 2014) y tuvo revancha el año pasado ganando la Copa en el Maracaná ante el mismísimo equipo brasileño.
Ahora tiene en la mira el Mundial que posiblemente será el último que juegue. ¿Argentina finalmente verá coronar a su rey en la competición más hermosa del mundo?
“Dios dirá si nos miraremos o no, sería lo máximo. Es el sueño más grande que me queda por cumplir, estuvo tan cerquita. Ese Mundial (Brasil 2014) fue terrible porque nos merecíamos levantar esa Copa”.
Messi a TyC Sports en junio de 2019
La historia de Messi en Qatar comenzó con un grito para la historia ante Arabia Saudita. Marcó de penal y se convirtió en uno de los pocos jugadores con goles en 4 Mundiales. Entró al grupo de Pelé, Uwe Seeler, Miroslav Klose y Cristiano Ronaldo. Los más de 80 mil asistentes presenciaron su marca.
Lastimosamente para Leo y el pueblo argentino, Arabia le dio vuelta al resultado en 5' con goles de Al-Shehri y Al-Dawsari. Un golpe al corazón, pero que no mata la ilusión. Quedan dos oportunidades para salir de este traspiés: México el sábado y Polonia el siguiente miércoles. “Hoy es un día triste, pero cabeza arriba...”, dijo Scaloni.
Los corazones argentinos estaban a punto de estallar con una selección que no encontraba la llave para abrir la defensa de México. Fue un mal primer tiempo, con poca participación de Messi y con los mexicanos trabajando solo por el empate. La Pulga tenía algo preparado para la segunda parte que haría estallar la felicidad de todo un país.
Minuto 63, Di María recibe por derecha, ve a Leo solo por el centro y juega para él. Un control perfecto con la zurda, la pelota queda a pocos metros y Memo Ochoa solo ve pasar el fuerte remate del crack. Un zurdazo que revive a la Argentina. La fiesta terminó con otro golazo de Enzo Fernández sobre el final.
Argentina tenía una prueba de fuego en el cierre del grupo C. Un triunfo contra Polonia era necesario para avazar a octavos. Messi, en busca de su quinta clasificación a esa instancia del Mundial, estuvo activo en el primer tiempo, pero falló un penal a los 38 minutos, Szczęsny voló a su palo izquierdo y atajó el remate.
Leo y sus compañeros no se vieron afectados por el penal y en el segundo tiempo resolvieron todo en 20 minutos: goles de Mac Allister y Álvarez para meterse entre los mejores 16 de Qatar. Messi da un paso más en busca de la Copa. Ahora será el todo o nada contra Australia en el Áhmad bin Ali. El capitán renueva su máxima ilusión.
Messi festejó contra Australia su partido número 1.000 como profesional, al que le añadió un gol y la clasificación de Argentina a los cuartos de final del Mundial. Su selección estaba incómoda en la primera media hora de juego, pero apareció con su zurda de oro para abrir el marcador. Como muchas otras veces, se convirtió en guía para destrabar un encuentro complicado y llegó a tres anotaciones en lo que va de la Copa para mantenerse en la disputa por la Bota de Oro.
Con un 2-1 (Julián Álvarez, el otro gol argentino) a favor, el equipo de Leo se metió entre los 8 mejores de Qatar 2022 y enfrentará a Países Bajos en los cuartos de final el viernes 9 de diciembre a las 2 de la tarde en el estadio Lusail. Otro peldaño más que sube Argentina en busca del tricampeonato mundial, ese que viene intentando desde Italia 90.
Sufrir para festejar, una consigna que se volvió costumbre en esta Argentina que después de ir arriba 2-0, gracias a la asistencia y el gol de Messi, se dejó empatar en el tiempo de adición para forzar el alargue y los penales. El 10 otra vez fue decisivo pese al empuje de los de Países Bajos que se intimidaron con la figura del Dibu Martínez en los cobros desde el punto penal.
Messi volvió a ser el guía, por momentos imparable hasta que los de Louis van Gaal llegaron a la igualdad. En el tiempo suplementario fue más lucha que fútbol en un partido que terminó caliente y que desde el punto penal llevó a Argentina a una semifinal más, la segunda del 10 que sentenció que supieron sufrir para seguir siendo protagonistas y dar un paso más al título. Viene Croacia, "un rival que juega muy bien", dijo Lio que llegó a 4 goles en Qatar y sigue haciendo más grande su historia.
Un marciano estuvo presente en Lusail. Lionel Andrés Messi cumplió con su promesa y sacó la mejor versión de sí para meter a Argentina en su sexta final del mundo. Contra Croacia se comió la cancha, marcó de penal e hizo una jugada de época para habilitar a Julián Álvarez en el 3-0 final.
El mundo disfrutó de uno de los mejores partidos de Messi con la camiseta albiceleste. Además, metió tres marcar históricas: Llegó a 11 goles y es el máximo goleador argentino en Mundiales, completó 8 asistencias para igualar a Pelé y Maradona, y jugó su partido 25 en Copas del Mundo, alcanzando el registro de Lothar Matthäus.
Pasaron 3.078 días para que Lionel Messi tuviera revancha en una final del mundo. Después de 36 años y un partido para la historia ante Francia, Argentina volvió a ser la mejor selección del planeta, guiada por el 10 que una vez más demostró que para alcanzar la gloria también hay que saber sufrir. Rompió varios récords en esta competencia, pero lo más importante era tener la Copa en sus manos, esa que levantaron Passarella en el 78 y Maradona en el 86. Sudamérica y gran parte del mundo también sienten suyo este título, por la empatía que se ganó con su fútbol y sencillez.
Dos besos a la Copa, el momento que tardó 35 años en vivir, pero que significaron la felicidad que tenía el 10 gracias a las atajadas del Dibu, enorme en los penales; la seguridad de Martínez, el mejor joven del Mundial; la influencia de Di María, el de los goles importantes y la inteligencia de Scaloni que siempre supo leer los partidos y desde que llegó logró que Messi se sintiera cómodo y feliz. Desde el cielo, el Diego también festejó el título en el último baile Mundial que vivió Lionel Andrés Messi Cuccittini. Un legado para la eternidad que será difícil de igualar.
"Todos quieren tener esta Copa, es el sueño de toda mi carrera"
Lionel Messi, campeón del mundo