Balance de la Selección en la triple fecha de octubre
El equipo de Rueda sumó tres empates sin goles y la combinación de resultados lo tiene en puestos de clasificación. Buen juego defensivo y dudas en ataque.
Terminó la triple fecha de octubre en las Eliminatorias Sudamericanas. La Selección Colombia a pesar de sumar tres empates sin goles de manera consecutiva por primera vez en la historia de las clasificaciones al Mundial en el continente, ascendió en la tabla y se encuentra en puesto de ingreso directo a Qatar 2022.
El no haber recibido goles en los juegos ante Uruguay, Brasil y Ecuador deja varios puntos positivos en materia defensiva apoyados por puntos individuales muy altos. De igual manera, el no haber anotado ningún tanto en 270 minutos evidencia un problema en cuanto a la generación de juego y la finalización. A continuación, repasamos lo que dejó la triple fecha para los dirigidos por Reinaldo Rueda.
La consolidación de Cuesta y Mina en la zaga central
Sin lugar a dudas, la aparición de Carlos Cuesta ha sido uno de los puntos más positivos de la triple fecha. El central del Genk fue titular en tres partidos de alto nivel y en los tres respondió con altura: inteligente, tiempista, veloz y muy seguro con la pelota. Un jugador que sabe en que momento anticipar, en cual momento esperar y lee a la perfección los movimientos del rival.
La confianza que demostró Cuesta potenció por completo a Mina, que volvió a verse en un nivel acorde al de sus mejores momentos. Yerry comprendió las virtudes de su compañero y esto sirivió para explotar las suyas: liderazgo, respaldo a la espada de sus compañeros y mucha fortaleza física en el 1 Vs 1.
Colombia es un equipo difícil de vencer
A pesar de las dudas en materia ofensiva, el equipo nacional demostró ser un equipo competitivo en diferentes escenarios o al menos, díficl de quebrar. Colombia se vio fuerte en tareas defensivas, ordenado y eficiente en los duelos individuales.
Más allá del orden táctico en la zona de atrás, se debe destacar el ímpetu y entrega de los jugadores para recuperar la pelota. Las transiciones para marcar son rápidas y en estos 3 partidos fue raro ver al equipo mal parado en una contra o dejando espacios a los delanteros rivales.
Falta de efectividad en ataque y mal uso de la posesión
Furon 270 minutos sin anotar un gol y la precupación en esta materia pasa por dos puntos: cuando se tienen las opciones, no se concretan, pero más allá de eso la Selección padeció de una inconexión clara entre la zona de volantes y el frente de ataque. En los momentos en que Colombia tuvo el balón, no supo como encontrar líneas de pase entre los generadores y los atacantes, lo que llevó a un abuso de juego directo y chipazos individuales.
A pesar de que Colombia es un equipo fuerte en cuanto al orden y díficil de quebrar, no se ve aún una idea clara de juego que involucre el juego de posesión. Ante Ecuador, que era el partido para imponer condiciones, los jugadores intentaron resolver por su lado y no se vio unión colectiva: los laterales buscando proyecciones que no terminaban en peligro, Quintero intentando resolver tirándose hacia el centro pero sin posibilidad de romper y los intentos de Díaz que cada vez está siendo más referenciado al ser la mayor amenaza individual que tenemos. El juego directo se buscó, pero ante equipos con defensores tan fuertes físicamente es díficl encontrar la respuesta por esta vía. El cuadro de Rueda, cuando se encuentra con bloques defensivos densos y no encuentra el camino, entra en aceleraciones que terminan en mucha imprecisión.
Ausencia de generadores de juego
En esta convocatoria, Juan Fernando Quintero fue el único hombre de corte creativo. Cuando el 10 se vio limitado y sin participación, Rueda no contó con más jugadores de un estilo similar para tratar de proponer en las zonas de generación.
Así las cosas, cuando Quintero no apareció, la solución fue buscar velocidad por los costados y disputas mano a mano, pero cuando esto se vuelve repetitivo es fácil para el rival descifrar. Hacen falta futbolistas que piensen más, se detengan y sean conectores, que en partidos cerrados puedan entar al campo para tratar de solucionar con más calma y el talento propio de un volante armador.
La importancia de Ospina y Barrios en el equipo
Son los dos hombres más importante en la actualidad de la Selección. El arquero cada vez más líder, con mayor confianza y un nivel altísimo debajo del arco. Siempre que fue requerido respondió con altura y terminó los tres partidos sin recibir un solo gol.
Barrios, entre tanto, es el apoyo de todos. Una máquina de recuperar balones, de hacer coberturas y apoyar siempre al compañero en los relevos. Su nivel genera confianza en los demás pues saben que cuentan con un volante 5 de garantías. Además, con el balón, su función está siendo cada vez más importante.