1928 fue el año en el que la mujer oficialmente participó en un evento deportivo en Colombia, ocurrió en los Juegos Nacionales que se realizaron en Cali.
Nuestros hermanos mayores, los indígenas, reconocieron a la mujer de una manera diferente a la "civilización". Para ellos, Bachué, es la diosa del principio del género humano, la guía. Para los muiscas y muchos más, es la fuente de vida del planeta. En Colombia, desde 1917 hasta 1954, las mujeres comenzaron a recibir los frutos de sus luchas, con el derecho al voto y la primera participación en unos Juegos Nacionales en 1928, aunque en 1932 compitieron muchas más.
En el país, ellas siempre han dado ese toque de lucha y rebeldía por las buenas causas, empezando por María Manuela Beltrán Archila, la primera colombiana que cambió el molde y el 16 de marzo de 1781 en la plaza de Socorro (Santander) rompió el edicto del Rey en rechazo a las decisiones arancelarias que se habían tomado cuando aún existía la Colonia. Tiempo después con la Independencia apareció otra gran heroína, Policarpa Salavarrieta que ayudo al ejercito libertador como mensajera desde Bogotá. Muchas más han sido las que han hecho la revolución desde sus disciplinas, en el deporte Cecilia Navarrete, la 'Morochita de Oro' se rebeló contra su padre para ser la primera que le dio medallas internacionales al país en la rama femenina.
Desde 1928 comenzaron a competir, la primera que lo hizo fue, "Margoth de Skowronski, ganadora de la Carrera de Caballos Clásico Colombia 1.250 metros sobre la yegua Loa", contó Alberto Galvis, periodista e investigador del deporte colombiano. Además, hubo participación de niñas en esa versión de los Juegos Nacionales que se realizaron en Cali, fue a nivel recreativo en triciclos con la presencia de Nelly López, Nelly Córdoba, Betina Franky y Alba Saavedra, quienes sin pensarlo abrieron el camino para las demás.
Cuatro años después, la cita fue en Medellín y allí la participación de las mujeres se amplió. Baloncesto y tenis, donde empiezan a mostrarse y a ser reconocidas deportistas importantes como Elvira Correa del equipo de basquetbol Blanco y Verde de Medellín que salió campeón y la tuvo como la máxima encestadora. En tenis, participaron en la categoría de sencillos y fue Josefina Lozano de Cundinamarca la que se quedó con la medalla de oro.
Cecilia Navarrete fue la primera en subirse a lo más alto de un podio a nivel internacional. Con apenas 15 años y sin el aval de su padre, compitió en los Juegos Bolivarianos de 1938 que se realizaron en Bogotá. La 'Morochita de oro' como es conocida, la rompió en esa versión y logró tres medallas de oro: 100 metros planos, lanzamiento de disco y 4x100 junto a las atletas Adiela Jiménez, Raquel Gómez y Bertha Navia.
La gesta de Navarrete sigue siendo recordada 83 años después, para Galvis es una de las cinco colombianas más importantes en la historia del deporte por la muestra de carácter y rebeldía que tuvo en una época donde desobedecer a los padres era mucho más traumático que ahora. La bogotana nació el 30 de diciembre de 1923 y falleció a los 78 años.
El fútbol femenino en el país empezó a darse a conocer en los 90 cuando Difutbol decidió organizar los Juegos Nacionales para enfrentar a las selecciones de las diferentes regiones, en 1991 fue el primero que se realizó. El aporte de la mujer bogotana a la Selección Colombia ha sido fundamental desde sus inicios. Myriam Guerrero es símbolo en el país, su lucha inició desde que estudiaba Educación Física en la Universidad Pedagógica y casi que por casualidad logra ser la primera en hacer una especialización de entrenadora en la antigua Unión Soviética en 1987.
A los 22 años salió del país cuando aún no existían las facilidades para comunicarse que hoy nos hacen sentir cercanos a pesar de la distancia física. La entrenadora dijo que lo más difícil fue dejar a su mamá y "la canción de los Chalchaleros, Mama Vieja. Encierra la historia de vida de lo que fue mi viaje, del sentir de mi mamá. Era la alegría por la superación, pero la tristeza por la ausencia. Esa canción me evoca el momento especial cuando salí de mi casa me arrodillé, mi mamá me dio la bendición 'y se quedó mama vieja muy triste en la puerta del rancho', nunca se me va a olvidar eso".
Myriam primero fue jugadora y capitana de la Selección Colombia femenina y luego dio el paso para ser la entrenadora. "Sucedió en el 2003 para que me asignaran DT de Selección Colombia, primero me nombran entrenadora de la Sub. 20 y luego de mayores gracias a que Bogotá salió campeón del torneo nacional y recibió el mérito que Difutbol había estipulado para el equipo campeón, donde el cuerpo técnico y la base de las jugadoras harían parte de la Selección Colombia que viajaría a Ecuador".
Con María Isabel Urrutia y Ximena Restrepo como referentes. La bogotana entendió que lo que se sueña se puede conseguir. "Lo que uno piensa cuando las ve es que si ellas pueden ¿uno por qué no?, teniendo esos referentes fueron motivaciones extra. Conocer esas historias y ese empuje me motivó aún más". 18 años después de su histórico paso por la Selección, Myriam sigue dando su vida al fútbol, pues no cierra las puertas para volver a dirigir de manera profesional ya que según ella, "lo mejor que le ha pasado a la humanidad después de Jesucristo ha sido el fútbol".
8 de agosto de 1999, Martha Liliana Toro ponía su nombre en la historia del fútbol mundial siendo la primera mujer en pitar un partido masculino profesional en el sur del continente, fue un empate 2-2 entre Bucaramanga y Quindío. Su pasión por el arbitraje nació siendo una niña en canchas de baloncesto donde se ofreció para pitar los partidos del torneo de su colegio. 17 años después, se volvió profesional tras estudiar en la escuela de árbitros de Duitama, Boyacá. Allí pitó su primer partido a los tres meses de entrar, un juego entre periodistas, "fue un desastre", le dijo a Conmebol.
"Sólo utilicé el silbato para el saque inicial. Me entró una crisis de nervios y apenas atinaba a decir 'juegue' cuando los dos equipos se estaban dando leña. ¡No pitaba nada! Y esos periodistas casi me matan. Recuerdo que un jugador dijo: 'Esa vieja no sirve... que vaya a lavar loza, que coloquen un macho'. Apenas pité 25 minutos", añadió Marha Liliana Toro sobre sus inicios. En 1998 y luego de pitar algunos partidos en la B, es elegida para dirigir en el Sudamericano Femenino que se jugó en Mar del Plata y donde también estuvo la Selección Colombia, un año antes de su debut en la rama masculina profesional. También dirigió en el primer Mundial de Fútbol Femenino que se realizó en Estados Unidos y los Olímpicos de Sidney 2000. En 2005 vivió su último partido como árbitra en el Pascual Guerrero en un partido entre Deportivo Cali y Medellín.
La historia de la mujer en el deporte del país también puso a las periodistas a entrar en terrenos que por tradición cultural machista no eran para ellas. El periodismo deportivo para las mujeres comenzó a reflejarse en una comunicadora que no se enfocó en esta rama, pero si fue la primera en cubrir una Vuelta a Colombia en la década de los 70. Alegre Levy de ascendencia judía y de nacimiento caleña, fue la encargada de abrirle el paso a sus demás colegas.
"Búrlate del prototipo y recuerda que en tu sangre está el saber de tu abuela y la fuerza de tu madre"
Diana Avella en la canción 'Soy Mujer' de 2016.
"Un hecho histórico importante fue la participación de una periodista del diario El Tiempo en una Vuelta a Colombia en la década de los setenta. Se llamaba Alegre Levy, ella participó como cronista y se puede considerar como una de las precursoras en el periodismo deportivo de las mujeres", mencionó Galvis, quien añadió que todo empezó "por allá en los años setenta, hace 50 años mas o menos".
"Luego aparecieron otras como Blanca Luz Uribe, primera mujer jefe de prensa de un equipo profesional de fútbol (Millonarios); apareció Martha Herrera, destacada periodista de televisión; Mary Villalobos, hizo televisión y estuve con ella en un Tour de Francia en 1987, hizo algo de periodismo deportivo; en El Tiempo apareció Clemencia Medina que se dedicó de lleno al periodismo deportivo, de ahí para acá empezaron a aparecer más mujeres, Gloria López, santandereana que vivía en Cali y trabajó en el diario El País".
Desde Manuela Beltrán hasta la actualidad donde todas se juntan este 8 de marzo (8M) no para festejar, sino para mostrar que su lucha sigue intacta, cada vez más poderosa y exigiendo al Gobierno sus derechos. El color morado se toma el mundo en representación de las mujeres.