Colombia y un'estate italiana... Hace 30 años, la Selección pisó San Siro para mostrarle al mundo un estilo de juego que marcó un nuevo camino.
Estadio Ramat Gan, Israel. 30 de octubre de 1989. El escenario donde la Colombia de Maturana selló la clasificación a Italia. Un 0-0 fue suficiente gracias al gol del Palomo Usuriaga 15 días antes en Barranquilla. Casi 8 meses después, esa Selección convenció al mundo con una exhibición en el Giuseppe Meazza. Cara a cara con Alemania, equipo que venía de dos subtítulos del mundo consecutivos y que terminaría levantando la Copa en Roma.
19 de junio de 1990. 5:00 p.m. en Milán. El Pibe, Rincón, Higuita, Andrés y compañía, comienzan a escribir el capítulo que marcó un antes y un después del fútbol colombiano. Una expresión total dirigida por Pacho y ejecutada por 11 hombres ante millones de espectadores. El 1-1 final mostró otra cara del país y de su gente. Colombia fue algo más que narcotráfico, violencia y corrupción.
Francisco Maturana a través de los años ha reconocido los maestros a los que les aprendió de táctica. Encontró en los conceptos de Ricardo de León y Rinus Michels una base para armar su plan de juego sobre el cual implementó un nuevo estilo en el país, basado en lo hecho por el uruguayo y el fútbol total de Holanda. Sin embargo, la marca imborrable de Osvaldo Zubeldía y Carlos Bilardo, le sirvió para entender la verdadera identidad del fútbol colombiano.
La década de los 80 ha sido catalogada como de terror en el país. La tragedia de Armero, el narcoterrorismo que también permeó el fútbol e hizo que se suspendiera el campeonato en el 89, sumado a los atentados y la muerte de Luis Carlos Galán, muestran que el país vivía una situación convulsa y encontró en el fútbol una forma de escape, "el pueblo colombiano se reconoció en esa Selección".
"Se necesita mentalidad para ir a jugar contra el campeón del mundo en su región"
Francisco Maturana
El estadio Giuseppe Meazza, también conocido como San Siro, recibió el Colombia-Alemania. Un escenario mítico, inaugurado en la segunda década del siglo XX, con capacidad para más de 80.000 aficionados y donde Lothar Matthäus, Jürgen Klinsmann y Andreas Brehme (suplente ese día) estaban en casa, eran jugadores del Inter. La Selección desafió a una máquina ganadora, creada por Franz Beckenbauer y que había goleada en sus dos primeros juegos del grupo D a Yugoslavia y Emiratos Árabes.
Un estilo de orden y alegría, cohesionado a través de los años por Maturana. Desde el Preolímpico de 1987 en Bolivia, el técnico le dio forma a su idea, la trabajó intensamente con la repetición en Selección y Atlético Nacional, y la expuso de manera perfecta contra Alemania. El fútbol necesita de un plan y el de Colombia era tener el balón, ser ordenado tácticamente para recuperarlo y hacer daño con el toque corto y la sorpresa en ataque. Comenzando por Higuita y terminando con la Gambeta Estrada, el objetivo de esos 11 jugadores era controlar el partido desde la posesión y evitar caer en el juego físico del rival.
Con una base que se formó en Nacional con Higuita como bastión y se complementó con cuatro o cinco jugadores de otros clubes. La Selección Colombia que llegó a ese Mundial tenía la ventaja de entrenar todos los días desde hace más de seis meses, tal como hizo la Holanda de Michels que tenía su base en el Ajax. "Pusimos un grupo con Barrabas, Leonel, Alfonso, Pibe...". Maturana sabía que no podía poner jugadores veloces frente a los alemanes.
Carlos Valderrama era el faro en Italia 90. La pelota descansaba en él y era el encargado de repartirla por donde quisiera, era el líder del mediocampo y ataque, no solo por su brillantez, también por carácter y personalidad. El Mono explotó de esa manera gracias a la confianza de sus compañeros y del entrenador. Alemania lo sufrió, nunca lo encontró y su pase gol a Freddy Rincón en el último segundo quedó para la eternidad. En esa tarde italiana, el Pibe se convirtió en leyenda.
En el minuto 88 Alemania marcó el 1-0, pero en la adición llegó el "ejercicio de justicia" de Rincón, "Valdano no pudo ver el gol de Colombia y le preguntó a Menotti, cómo fue y este respondió: igual, tocando". La jugada inició con la recuperación de Leonel en propio campo, se la entregó al Bendito Fajardo...
"Lo que es el fútbol colombiano, internacionalmente, lo consiguió Maturana"
Pibe Valderrama a El Tiempo en 2003
19 de junio de 1990. 7:00 p.m. en Milan. El fútbol colombiano acababa de cambiar ante los ojos del mundo tras la maravillosa demostración de Maturana y sus dirigidos contra un rival de lujo, posteriormente coronado campeón del mundo en el Olímpico de Roma. Con ese mismo estilo, Colombia clasificó a USA 94 (goleado a Argentina en Bs.As), Francia 98 y ganó la Copa América 2001.
"Con los años respeto más al profe Maturana y a Hernán por lo que han dado al fútbol colombiano, las puertas que nos abrieron en otros países"
Reinaldo Rueda, Copa América 2019
Pasarían 16 años para regresar a un Mundial. José Pékerman se hizo cargo de otra generación única (Ospina, Zúñiga, Abel, James, Falcao…), apoyado por la experiencia de Yepes, Luis Amaranto y otros veteranos. El resultado fue un quinto lugar en Brasil 2014. Cuatro años después, con varias caras nuevas, el equipo llegó hasta octavos en Rusia. Hoy el camino continúa bajo la dirección de Carlos Queiroz…