La Francia de Deschamps colecciona un sinfín de jóvenes jugadores que brillan en sus clubes y se espera se lo puedan hacer también en la selección. La decepción de perder la Eurocopa jugando como anfitriones en la prórroga ante Portugal dejó una sensación de desencanto que se ha mantenido en una fase de clasificación mundialista bastante discreta. Hasta la victoria en Bulgaria decisiva no se allanó el camino en un grupo en el que Suecia puso muchos más problemas de los previstos. Está Francia en la búsqueda de la identidad que le haga funcionar mucho mejor como equipo de lo que hace hasta hora. Por eso llegó Deschamps al cargo, un líder como lo fue en su día con la mejor generación francesa de la historia, la campeona del mundo y de Europa, y cuya misión es que todo el caudal de buenos jugadores que sale de Francia cosecha tras cosecha se traduzca en títulos internacionales de nuevo.
No llegó en la Euro de 2016, como tampoco en el Mundial de 2014, situaciones en las que se adujo cierta inexperiencia y exceso de responsabilidad para un equipo con bastantes jóvenes en sus filas. Hoy, esos jóvenes han evolucionado y se han convertido en estrellas mundiales, al tiempo que vienen otras pisando fuerte por detrás que complementan todavía más al equipo. La percepción francesa de que la selección y en general los futbolistas están vistos como un grupo de jóvenes mimados al margen de la sociedad puede suavizarse si Francia logra lo que para muchos es un anhelo que buscar en común. Ese ha sido, quizá, el déficit de esta Francia excesivamente individualista y no tanto colectiva.
Fecha de nac.: 15/10/1968 | Sistema preferido: 4-3-3 ofensivo | |
Partidos: 71 | Victorias/Empates/Derrotas: 44/13/14 |
Toda una institución en el fútbol francés, capitán en su época de jugador de la Francia campeona del mundo, fue el elegido por la FFF para hacer de los franceses nuevamente el mejor equipo del mundo. Se le han dado tiempo y galones. Deschamps ha tomado medidas drásticas como no convocar a Benzema o utilizar futbolistas jóvenes como Mbappé y Dembélé mucho antes de que hubieran hecho méritos suficientes como para ser integrantes de una selección importante. El tiempo poco a poco le está dando la razón. Los talentos han ganado fuerza en el equipo y pocos se acuerdan de jugadores con los que él no cuenta ni han sido parte de sus planes desde hace ya tiempo. No es un técnico excesivamente moderno, más bien es de la vieja escuela, esa que le ha hecho triunfar en muchos de los sitios en los que ha estado. Le queda el más complicado: hacer ganar un título a Francia como entrenador igual que hiciera como jugador.
Fecha de nac.: 21/03/1991 | Posición: Delantero | Edad: 26 años | Club: Atlético de Madrid |
Altura: 176 cm | Peso: 69 kg | Partidos Internacionales: 49 | Goles: 19 |
Llevaba una trayectoria impoluta con la selección y el Atlético hasta que esta temporada las cosas se han complicado un poco más. Le ha costado llegar a las cifras de los últimos años, aunque, a nivel de Francia, sigue siendo un jugador absolutamente decisivo y capital. Ya fue el mejor jugador de la pasada Eurocopa, aunque no pudo coronar aquello con el título. En esa posición más liberada que se inventó Simeone para él y que Deschamps ha adoptado también en la selección, Griezmann está en ese punto de madurez en el que ahora mismo se le puede exigir ser el líder del conjunto galo. La presencia de jugadores de talento a su alrededor hace que active sus condiciones, pues tiene socios con los que compenetrarse. Es un Mundial para que pueda confirmar toda su categoría en el punto idóneo de carrera. Si alguien puede derribar la puerta abajo en la cita mundialista en su intento por tratar de ser el próximo dominador del fútbol mundial, ese es Griezmann. Francia le espera y el mundo también. Falta saber si estará la suficientemente centrado como para responder a esas expectativas.