Viviani gana en el sprint y Dennis es el nuevo líder
El italiano ganó con autoridad en Tel Aviv. El australiano alcanzó el liderato gracias a tres segundos de bonificación de un sprint intermedio.
La segunda jornada del Giro por territorio israelí dejó contentos a casi todos. A Israel, por la promoción del país y a los miles de aficionados que vieron la etapa que fue de Haifa a Tel Aviv, a pesar de las autovías que conectaron ambas ciudades.
A la organización, por la cifra cobrada por llevar la carrera fuera de Europa (más de diez millones de euros) y porque hasta ahora, todo ha salido bien. A Elia Viviani, quizá el mejor velocista de la presente edición, porque ganó la segunda etapa después de un gran sprint en el que, a pesar del triunfo, no tuvo la ayuda idónea de su equipo.
A Rohan Dennis, porque se puso de líder gracias a los tres segundos de bonificación del sprint intermedio de Cesarea y porque Tom Dumoulin soltó el rosa y el Sunweb cedió el control de estos primeros días al BMC.
A Enrico Barbin, porque se puso la camiseta de montaña con los puntos de la subida de Zikhron Ya’Aqov y empezó a justificar la invitación de su equipo, el Bardiani. A Guillaume Boivin, por colaborar con la fiesta hebrea y mostrar en la escapada el maillot de la Israel Cycling Academy, wild card políticamente correcta. Y al pelotón, en general, por la calma con la que se desarrolló la etapa. No tuvo ninguna emoción diferente a la llegada en Tel Aviv.
La tercera etapa se correrá entre Be'er Sheva y Eliat con un recorrido de 229 kilómetros (la más larga del Giro) y será como la segunda, apta para los embaladores.