Cristiano y Benzema son el día y la noche de Zidane
Durante el fin de semana, Zidane nos dejó dos frases a estudiar, como en aquellos análisis sintácticos del colegio. La cosa no va aquí de verbos, de complementos directos o circunstanciales, sino del sujeto de esas oraciones. Dos para ser exactos: Cristiano y Benzema. Del portugués, dijo tras su doblete en Ipurua: “Cristiano es de otra galaxia, es un jugador especial”. Nada que añadir. Los goles hablan por él y su reinvención como delantero centro es el mejor ejemplo de reciclaje que se nos ocurre. Del francés, afirmó en la previa del partido con el Eibar: “Al que le gusta el fútbol le tiene que gustar Benzema”. Toda una sentencia que redondeó así: “Sus datos hablan por sí mismos”.
Y es ahí donde el argumento de Zidane, en mi modesta opinión, cojea. Porque los datos no sólo dejan en entredicho a Karim si lo comparamos con Higuaín, excompañero en el Real Madrid, sino también si lo hacemos con Kane, Agüero, Lewandowski, Suárez o Cavani. Benzema tiene clase, nadie lo duda, pero la prueba del nueve en un nueve no es otra que los goles que marca. Lo de que “juega muy bien sin balón” o aquello de que “hay cosas que no se aprecian por la tele” suena a tinta de calamar para ocultar las carencias goleadoras de un futbolista. Cuando debían ser Bale y Benzema los llamados a compensar el kilometraje de Cristiano (ya con 33 años), es el portugués quien tira del carro.
Zidane ensalza a Benzema pero, mientras, su cotización en el mercado futbolístico cae sin parar. En la web ‘Transfermarkt’, por ejemplo, tasan a Karim en 50 millones de euros y sitúan a 16 delanteros centro por delante de él. No es dogma de fe, cierto, pero es una señal. Otra más. Me temo que demasiadas.
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