Con un gran Cristiano, Real Madrid gana antes del PSG
El portugués marca otro doblete. También marcó Bale. Volvió Marcelo y puso una asistencia. Al Getafe lo mató el primer gol.
El Getafe sólo quiso ser pared y quedó condenado pronto, por sus errores y por la expulsión de Remy. El Real Madrid tiene a Cristiano que tiene a punto la artillería, Benzema no está bien, como Isco, y Marcelo se presentó sano. Salió y dio un gol.
Sólo queda París. Y unos días se guardan las apariencias, ante el Getafe por no ir más allá, y otras no (Levante, Espanyol...). Lo cierto es que el Madrid había tomado el camino equivocado, pero un gol le salió al encuentro y desactivó al Getafe, que ha sido un cólico para tantos en esta Liga y también para el Madrid durante casi media hora.
En ese tramo circuló la versión blanca menos defendible, la que ha hecho que el equipo se declare en bancarrota en esta Liga: la bbC en labores de mantenimiento y los suplentes sin meterle en un apuro a Zidane. En ese tramo, corto, el Getafe fue cerrándole todas las salidas a un Madrid sin sal, con Llorente y Casemiro aplomando el centro del campo, con Carvajal impreciso y Theo en esa parálisis que tantas dudas ha levantado. Y en esas llegó el gol, producto casi del azar. Hizo llover un balón sosaina Benzema sobre el área, se estorbaron Isco y Ramos en el salto y la pelota le quedó franca a Bale, al que el gol le perdona casi todos los pecados. Sus once tantos en el curso están muy por encima de las sensaciones que transmite.
Un golpe brutal para el Getafe, el equipo que mejor lee la letra pequeña del campeonato (las faltas, la interrupciones...), y un empujón para el Madrid, que se ha tomado esta Liga como un relajante muscular más que como una opción de un título.
Volvió Marcelo, volvió la alegría
El escenario, a partir de entonces, fue monocolor. El Madrid se alargó por las bandas, Isco fue apareciendo aquí y allá, en corto y en largo, y Benzema irrumpió en la contienda con ese fútbol de encaje servido en frío. Al filo del descanso filtró certeramente un pase entre la zaga del Getafe, que Cristiano mandó a la red, previo adorno de dos quiebros para limpiarse a quienes le salieron al paso. Fin del partido y fin del ensayo, que lo hubo, porque Bale cambió de banda a conveniencia.