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MUNDIAL DE LONDRES 2017

Yulimar Rojas: chica feliz y potencial plusmarquista

La atleta venezolana, de apenas 21 años, se proclamó campeona del mundo en triple salto tras una marca de 14,91 por delante de la colombiana  Caterine Ibargüen.

Actualizado a
Yulimar Rojas: chica feliz y potencial plusmarquista
Lavandeira jrEFE

Yulimar Rojas es una chica feliz. Mantuvo la sonrisa hace un mes cuando casi se pierde estos Mundiales por problemas físicos y, ayer, se reía, brincaba, lloraba... tras un salto de 14,91, que le daba la medalla de oro en Londres. "Es increíble, soy campeona del mundo", contaba Rojas después de batir a la colombiana Ibargüen con la que mantiene una paz tensa por dominar el 'planeta triple'.

Rojas, de 21 años y 1,92 de altura, es una fuerza de la naturaleza que nació en Puerto de la Cruz (Venezuela). Hija de un boxeador, por sus centímetros comenzó jugando al baloncesto. Era bastante buena y coqueteó con la máxima categoría venezolana. "Me gustaba más el atletismo", desvelaba. Pero comenzó haciendo velocidad, altura (saltó 1,87)... El diamante buscaba su camino y lo encontró cuando conoció a Iván Pedroso, el icono cubano de la longitud, que le guió hacia al triple salto.

Se mudó en 2015 a Guadalajara (España), donde Pedroso ha montado un grupo de entrenamiento de saltadores con el toque emocional de hacer 'piña'. Allí se sienten arropados Yulimar, la española Ana Peleteiro y el portugués Nelson Evora, oro olímpico en Pekín. Bajo ese calor humano y la tranquilidad alcarreña, Yulimar ha ido puliendo su técnica, al principio muy poco ortodoxa, y ahora es mejor, pero, pese a que es oro mundial, queda trabajo por hacer. "Yo la veo capaz de hacer récord del mundo, si sigue mejorando a nivel técnico", cuenta Cristhian Arjonilla, entrenador español de saltos.

Yulimar Rojas compitió en Londres con el pelo verde por una "promesa" y ya ha revelado que se lo cambiará a rosa. Colores desenfadados para una chica feliz y potencial plusmarquista mundial. Apunten el nombre.