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Copa América

Bilardo: Los próximos resultados dirán si Pékerman va bien o mal

Siempre crack en los micrófonos, Bilardo habló de Messi, la Selección y el Deportivo Cali. “En Colombia aprendí a defenderme de los periodistas”, afirmó.

Buenos AiresActualizado a
Bilardo: Los próximos resultados dirán si Pékerman va bien o mal

El ritmo del conductor supera el libreto cuando el show se llama La Hora de Bilardo. Carlos Salvador, 76 años, campeón del mundo en 1986 llega todos los días bordeando las 11 p.m. a Fitz Roy 1460, en el barrio Palermo de Buenos Aires, para su programa en Radio la Red. Habla de fútbol –cómo no- y hasta se anima a poner música y cantar. Decidió alejarse de las canchas, pero ese espacio prueba que no para de dirigir.

Después del saludo a los oyentes, pide al control que ruede “los títulos”. Se trata de una grabación en la que una buena voz primero enumera las veces que Bilardo quedó cerca de ganar algo, para luego mencionar la lista todos sus logros, incluido el grado en medicina: su título de doctor. “Hay que agrandarse, si no sos siempre chiquitito”, asegura. Muy Bilardo.

Cuantos más títulos, mejor. Es la máxima que lo vincula con el fútbol que solo admite resultados. Vive al día. Reitera en las anécdotas y no se olvida de Colombia. El exentrenador accedió a una entrevista con AS Colombia para analizar el presente de la selección Argentina, Pékerman y la Copa América. Una charla abierta en la que los halagos se los llevó su discípulo, el Pecoso Castro.

Es más de la media noche y Bilardo está listo para contestar:

¿Ya pasó el dolor por la final de Brasil 2014?

El dolor no pasa nunca. Yo no tengo la medalla de campeón del mundo porque nos hicieron un gol de córner en la final. Ganamos la Copa del Mundo, pero no la quise.

¿La tiró?

No la tiré, no la tengo… No sé en dónde quedó.

¿Usted cree que a Messi le faltan títulos para igualar a Maradona?

Cuantos más títulos mejor. Vos fíjate, Pelé, Diego, ahora Messi… es el título que todos ansían. Esto viene desde Pelé, él era uno de los mejores jugadores, pero necesitaba ese título, Diego lo tuvo y Messi ojalá lo tenga porque acá no es el “mejor jugador de la vida”, es el mejor jugador de la temporada. Esto es lo mismo que comparar la fotografía o la radio de ahora con la de hace 40 años, no se puede equiparar. Es imposible. No es lo mismo un coche 38, que un 48, que un 58. Es distinto.

Usted trabajó en la AFA durante el proceso de Sabella, ¿cómo ve a esta selección Argentina de la mano de Martino?

No la vi mucho. Lo único que sé es por lo que me cuentan los muchachos que hacen en el entrenamiento. Se están preparando, han jugado partidos amistosos, pero ahora viene la Copa América que es un examen bueno. Es un examen no solo para decir no o sí, es un examen para que los jugadores se vayan acostumbrando a algo especial.

Estando en la Selección, hace siete meses, era distinto porque hablaba con los jugadores que estaban afuera una vez por mes.

¿Le hace falta el contacto con los jugadores?

No, ya está. Más no se puede. En Brasil le dije a Julio Grondona “hasta acá llegué”. Me dice, “no, Carlos vamos a esperar”. Le respondí, “ya le digo busque porque no doy más”. Son muchos años.

¿Cansancio?

No, es lindo, pero en Argentina vos tenés que estar… uno que tiene un problema en Italia, otro que tiene un problema en España, el otro que tiene un problema en Inglaterra, entonces tenés que andar viajando y estando también con los de acá y después jugando los partidos, seis, siete partidos por año… tenés que estar viajando y andando.

Llega un momento en el que hay que decir, “mirá, hasta acá llegué. Basta”. Jugué y después dirigí desde el año 65: Venía jugando, jugando, jugando y después dirigiendo, dirigiendo, dirigiendo sin parar. Ahora soy espectador.

¿Cuáles son los candidatos a llevarse la Copa América?

Siempre son los mismos, pero hay países que han progresado mucho. Antes yo te decía: Brasil, Uruguay, Argentina, ahora la mayoría se sumó. Antes uno decía “a Venezuela le hacemos 4, le hacemos 5”, pero ahora también es rival, como es rival en Eliminatorias. Hay países que están arriba como Argentina, que además tiene a Messi que es un jugador que desequilibra todo.

¿Por qué es tan difícil ganar la Copa América?

Es según la importancia que le des. Si vos le das importancia y los jugadores están bien… pero ahora por ejemplo Argentina tiene dos, tres que están jugando para otras cosas, tienen otro torneo, entonces no pueden pensar mucho en la Copa América. Están pensando, pero llegan con lo último de años difíciles. Eso depende de cómo lleguen los jugadores.

¿Y cómo ve a la Colombia de Pékerman?

La vi jugar poco, no la vi jugar mucho.

Ni en el Mundial…

En el Mundial anduvo bien, yo te digo de ahora, en los últimos meses. Acá el Mundial ya pasó, olvídate, chao. Hicieron así tin, tin (hace el gesto de quien tacha en un papel) y ya tenés que estar preparándote para la próxima Copa Mundo. Colombia estuvo bien, ahora hay que ver cómo llegan los jugadores, la edad, cuántos años tenían, cuántos va a tener, si llegarán o no llegarán. ¿Viste? Eso también hay que tenerlo en cuenta.

¿Le gusta Pékerman como técnico?

Sí, está bien. Lo demostró antes, ahora tiene que demostrarlo en Colombia y después los resultados dirán si está bien o no. Los resultados son los que te dicen si está bien o está mal.

Y si le digo James, Falcao, Bacca…

Son todos buenos jugadores, están todos jugando arriba, en equipos grandes. Están en el fútbol internacional, están bien.

Esa es la diferencia con la Selección de antes, la que usted conoció

Vos antes tenías que hacer la Selección con los jugadores colombianos que tenían en cada equipo cinco extranjeros. Vamos a poner un ejemplo, Angulo, Sarmiento, Herrera… ellos llegaron porque hicieron 10 años con la primera división. Antes no podían jugar los pibes, jugaban los grandes y si vos tenías dinero, como Nacional, Medellín, Cali, América adquirían jugadores del exterior. Hoy le dan la oportunidad a los jóvenes.

¿Qué recuerdos le quedan de esa época?

De Colombia, muy buenos recuerdos. Aparte ahí aprendí a defenderme de los periodistas, se los digo a ellos, “gracias a ustedes me pude defender en Argentina”. Si yo no hubiera pasado por Colombia no hubiera aguantado el periodismo argentino.

¿Así de bravos eran?

Eran fuertes, dale, gritan. A las 7 de la mañana ya arrancaba uno dale-dale-dale y dale. A las 12, el otro. A las 7 el otro. Era terrible pero ahí aprendí muchísmo. Aprendía a aguantar, aprendí a aplicarme, aprendí a todo. Acá luego, cuando vinieron en contra –del lado de Colombia-, eran angelitos del Señor. No pasaba nada. Colombia fue muy duro en la crítica de los periodistas deportivos.

Uno de sus jugadores, ahora hace una campaña magnífica con el Cali, ¿cómo recuerda al Pecoso Castro?

Como jugador era práctico, táctico, él sabía todo. En las charlas hacía caso, escuchaba, ya miraba. Nosotros tuvimos algo que fue bueno: a mí me gusta ver al rival, conocer la evolución de los jugadores que tiene uno, que tiene en su club y eso lo aprendí en Cali, Colombia.

Había un señor que grababa los partidos y después alquilaba los casetes. Ahí aprendí a grabar. Yo traje de Colombia un Betamax, que era una caja grande. En una radio se avivaron y grababan las jugadas dudosas y de repente toda la gente miraba a esa cabina, ellos repetían la jugada y decían, “fue fuera de juego” y la gente “uuuuhhh”. Mirá vos desde cuando viene esa historia, en Colombia aprendí a grabar y de ahí debo tener alrededor de 10.000 partidos, entrenamientos.

¿Todavía con el Betamax?

No, del Betamax pasé al VHS y de ahí al DVD.

Un mensaje para el Pecoso…

Que siga haciendo lo que hizo toda la vida, siempre fue un sacrificado. Él era un lateral que se iba-se iba-se iba, fue también hostigado, fue castigado por como era, pero así es la forma de triunfar. Él es de esa categoría, tiene que seguir como es. No pelea, pero entiende todo. Escucha todo, lee todo, ve todo, pero no es un peleador.