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Deportivo Cali

Juan Carlos Guazá: “Antes era solo un raspador”

El mediocampista del Deportivo Cali compartió con As Colombia las crudezas y alegrías que le ha dado el fútbol. ¿Se volvió ‘calidoso’ después de viejo?

CaliActualizado a
El mediocampista de 34 años había pensado en su retiro, pero una nueva oportunidad le ha significado los aplausos de la hinchada del Deportivo Cali.
Héctor Fabio Gruesso

Hasta que logró redimirse. Ya había silenciado las rechiflas y motivado los aplausos de una implacable afición. Solo le faltaba el gol, su gol. Lo logró segundo antes de que concluyera el juego contra el Chicó. Definió con vehemencia, luego se acostó en el césped boca arriba y agradeció a Dios. Fue Dios quien le permitió mantenerse firme, no desfallecer cuando los simpatizantes del Deportivo Cali le expresaban una prematura resistencia.

En la cancha, fue el mismo Guazá, su visión de juego, su arrojo, su fortaleza en los duelos, su consistencia mental, las bondades que le ayudaron a despejar rápidamente los nubarrones que parecían perseguirlo cuando saltaba a la cancha de Palmaseca.

¿Podría decirse que se volvió ‘calidoso’ después de viejo? Guazá se carcajea y añade, “voy a morir con la mía. Antes era solo raspador. Ahora he visto que le puedo dar más claridad al equipo, que puedo dar un pase gol, jugar de pared, definir una jugada. En Dépor hice siete goles, en Huila hice dos y en Fortaleza, convertí las anotaciones que nos dieron el paso a la final para el ascenso. Solo me faltaba el gol en el Cali y lo conseguí, aunque había tenido más opciones de cabeza”.

Guazá tiene como axioma que “el fútbol es como la vida y hay que estar preparado para las vueltas”. La vida y el fútbol le han permitido certificarlo. En el 2011, luego de los impagos en el Bucaramanga, decidió renunciar un mes después de haber llegado al conjunto ‘Leopardo’. Había pensado en su retiro, y seis meses después, el entonces director técnico del Dépor, Albeiro García, “me pidió que le colaborara con el equipo”.

En el equipo ‘joven de Cali’, Guazá se transportaba en moto, y padeció los largos e insoportables desplazamientos en bus: las cerca de 15 horas hasta Santa Marta, el tener que jugar, comer y volverse a montar al bus para otras 15 horas de recorrido. Cuando, “luego de un partido en Bogotá frente al Bogotá, me estaba doliendo una muela cordal y tuvimos que parar en Girardot para que me echaran xilocaina y poder continuar”.

Se le notaba la calvicie cuando retorno al Deportivo Cali. Poco después decidió disimularlo rapándose su cabeza. Guazá, ya tiene algunas señales de expresión, revela más edad, pero le sobra ímpetu, dinamismo. Y en la cancha, además de la disputa por el balón, es común que tenga roces con algunos jóvenes jugadores.

“Ahora los pelados quieren llevárselo a uno por delante. Ellos lo ven a uno como uno más. Un muchacho de Uniautónoma me dijo, delante de un árbitro, ‘cállate viejo’, y verdad, me silencio. Luego de unos segundo le dije, ‘espero que cuando tengas mi edad aún estés jugando’… el jugador me quedó mirando y me dijo, ‘viejo, discúlpeme’… Otros me dicen que cuándo es que me voy a retirar”, cuenta el jugador de los azucareros.

Mientras tanto en los camerinos, “Albeiro García, Alexis García y ahora Juan Carlos Conde han visto que tengo condiciones para ser entrenador”, comenta Guazá y luego suelta una carcajada cuando se le indaga si le gustaría ser un DT como ‘el Pecoso’ Castro: “Me gusta su forma se ser, su estilo, y quizás lo viviría así, pero internamente”, sostiene y precisa que “cuando deje el fútbol quiero compartir con mi esposa y mis hijos. Viviendo con tranquilidad, lleno de paz, de amor, de Dios”.