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Nos hemos venido acostumbrando a tener información al instante sobre el comportamiento de los jugadores colombianos de élite. Al momento sabemos qué le duele a Falcao, dónde vive James, cómo será el debut de Jeison Murillo, con quién se peleó Teo Gutiérrez y eso está bien, porque es una forma de responder a las inquietudes de los fanáticos de la Selección Colombia. 

También hay otros jugadores lejos de Colombia haciendo su carrera y al menos sabemos los domingos, quiénes marcaron goles. Hay otros como Steven Mendoza que no marcó gol esta fecha, pero debo contarles, a manera de reconocimiento como está actuando en el Corinthians. El día que este equipo goleó al Once Caldas, ingreso unos minutos, sin alcanzar a llamar la atención.

Este domingo en uno de los clásicos tradicionales de Sao Paulo, Palmeiras-Corinthians, jugó 85 minutos y de qué forma.

No sé si Tite, su técnico, en pocos días logró hacerle entender que sus condiciones técnicas, velocidad y habilidad, debían ser complementadas con sacrificio para el equipo y gestos de solidaridad con sus nuevos compañeros.

Lo vi ayudando a Fabio Santos en el lateral izquierdo, haciendo relevos con él en marca, porque a Santos le fascina irse en diagonal hacia el área contraria. Se asoció con el veterano Danilo por la izquierda y sobretodo estuvo de una actividad desconocida, porque recuerdo que estando en América, exponía sus condiciones cuando la pelota le llegaba. Generalmente se quedaba arriba en su zona esperando un pase o un regalo del cielo. Ahora el hombre parece haber comprendido la importancia de ser jugador de accionar colectivo. 

Al final, Corinthians estuvo desde el primer tiempo ganando y con un hombre menos por expulsión del peruano Guerrero y se inclinó a esperar y aguantar 45 minutos, corriendo riesgos por el marcador y Mendoza, metió un pique de más de 50 metros, dejando en velocidad pura a su lateral y a la defensa de Palmeiras (estaban adelantados soñando con el empate) y solo en el último intento de gol, el arquero achicó y tapó bien.

Quiero resaltar que es un jugador cambiado totalmente. Entendió, cosa dificil cuando se tiene riqueza técnica, que además de dominio de balón y velocidad se debe tener sentido de sociedad y de ayuda con los compañeros. Me gustó esta nueva versión de Steven Mendoza. Tal vez en Manizales, esta semana, lo pueda reafirmar.