Una nueva raza mutante de perros se pone a la moda en Colombia: los animales pueden conllevar grandes riesgos
En redes sociales se han viralizado los bulldogs albinos, una moda que preocupa a veterinarios por las consecuencias de su origen genético.
Una nueva tendencia ha comenzado a consolidarse en Colombia y preocupa a los expertos en salud animal: se trata de los bulldogs albinos, una variante genética alterada de esta raza que se ha vuelto popular por su apariencia exótica. Aunque muchos los consideran adorables y únicos, su origen está asociado a mutaciones que comprometen seriamente su calidad de vida.
Los bulldogs albinos no corresponden a una raza reconocida oficialmente, sino a ejemplares que han sido seleccionados genéticamente para presentar albinismo, una condición caracterizada por la ausencia total o parcial de melanina, el pigmento que da color a la piel, el pelaje y los ojos.
Esta condición puede generar múltiples problemas de salud y, de acuerdo con una investigación del diario El Espectador, esas complicaciones pueden ir desde “sensibilidad a la luz, quemaduras por el sol, ceguera, sordera y mayor sensibilidad a enfermedades cutáneas como cáncer de piel”
El auge de estos animales se ha impulsado principalmente a través de redes sociales, donde criadores y usuarios comparten imágenes y videos de los llamados “perros exóticos”. Sin embargo, lo que se muestra como un símbolo de estatus o rareza puede esconder años de cruces y manipulación genética que vulneran el bienestar animal.
Una belleza con altos costos para el perro
Aunque los bulldogs tradicionales ya tienen antecedentes de problemas respiratorios, articulares y problemas cutáneos por los pliegues de su cara y por su morfología, los albinos llevan esta situación al extremo.
A pesar de estos antecedentes, algunos criaderos promueven a estos perros como “raza exclusiva” o “únicos en el país”, cobrando cifras exorbitantes que rondan entre los 10 y los 20 millones de pesos. La falta de regulación efectiva sobre la cría y venta de animales en Colombia ha facilitado que estas prácticas se extiendan sin mayor control.
La Ley 1774 de 2016 en Colombia reconoce a los animales como seres sintientes, y aunque prohíbe el maltrato y la explotación, aún presenta vacíos en la fiscalización de criaderos y el comercio de mascotas con características genéticas alteradas. Organizaciones defensoras de los animales insisten en la urgencia de endurecer las sanciones para quienes fomentan prácticas que atentan contra la salud animal.
Mientras tanto, expertos en bienestar animal hacen un llamado a los ciudadanos para que no se dejen llevar por modas peligrosas y consideren la adopción de perros criollos o de razas saludables que no hayan sido víctimas de manipulaciones genéticas. La tenencia responsable implica pensar más allá de la apariencia y enfocarse en el bienestar del animal.
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