Revelan el mejor ejercicio para trabajar la circulación: ayuda a prevenir la trombosis
Realizar esta actividad con regularidad permitirá que el cuerpo tenga mejor oxigenación. Conozca de qué se trata.
La circulación es esencial para el funcionamiento del cuerpo porque permite el transporte de oxígeno y nutrientes a todas las células, facilitando así la producción de energía y el correcto desempeño de los órganos. A su vez, se encarga de recoger los desechos, como el dióxido de carbono, y llevarlos a los órganos encargados de eliminarlos.
También cumple un papel clave en la regulación de la temperatura corporal, distribuyendo el calor de forma equilibrada o ayudando a disiparlo cuando es necesario. Además, la sangre transporta hormonas y células del sistema inmunológico, lo que permite la coordinación de funciones vitales y la defensa frente a enfermedades.
Otro aspecto fundamental es su papel en la cicatrización: gracias a las plaquetas y factores de coagulación que viajan por el sistema circulatorio, el cuerpo puede detener hemorragias y reparar tejidos dañados. En conjunto, una buena circulación garantiza que todos los sistemas del cuerpo trabajen en armonía para mantener la salud y el bienestar general.
Sin embargo, los problemas de circulación pueden generar situaciones como fatiga, entumecimientos, hinchazón y hasta trombosis, una formación de un coágulo de sangre, o trombo, en un vaso sanguíneo, que puede ocurrir en venas o arterias, y puede ser grave si el coágulo se desprende y va a los pulmones.
¿Cómo evitar problemas en el sistema circulatorio?
De acuerdo con un artículo publicado por el medio Prevention, la doctora Alice Holland confirmó que hay un ejercicio específico que, si se hace con regularidad, puede marcar la diferencia en cuanto a su salud: se trata de las bombas de tobillo.
Las bombas de tobillo son un ejercicio que consiste en flexionar y dorsiflexionar la articulación del tobillo, por lo que debe estar boca arriba, para levantar y bajar los talones. Este ejercicio tiene múltiples beneficios, tales como:
- Mejoran el flujo sanguíneo
- Previenen la formación de coágulos
- Disminuyen la hinchazón y la retención de líquidos
- Fortalecen los músculos y tendones del tobillo
- Aumentan el rango de movimiento del tobillo
- Mejoran el equilibrio y la coordinación
- Reducen el riesgo de lesiones de tobillo
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