Revelan el límite de horas extra que podrás hacer con la nueva reducción de la jornada laboral en Colombia

Desde este lunes 15 de julio de 2024 entrará en vigencia la tercera fase de la reducción gradual de la jornada laboral en Colombia, una reforma establecida por la Ley 2101 de 2021 que busca disminuir las horas ordinarias de trabajo sin afectar el salario ni los derechos adquiridos por los trabajadores. Esta transformación también ha generado importantes modificaciones en la forma en que se calculan y limitan las horas extra y los recargos laborales.

A partir de esta fecha, la jornada ordinaria legal pasó de 46 a 44 horas semanales, y se reducirá progresivamente hasta llegar a 42 horas en 2026. Esta medida obliga a los empleadores a reorganizar sus turnos, horarios y cargas laborales, y a evaluar cuidadosamente cómo y cuántas horas adicionales pueden exigir a sus empleados, sin vulnerar la normatividad laboral vigente.

Uno de los cambios más significativos que trae esta transición tiene que ver con el límite máximo de horas extra que puede trabajar un empleado: 12 horas semanales. Aunque este límite ya existía antes, su impacto se vuelve más evidente ahora que la jornada ordinaria se acorta, ya que incrementa la proporción de tiempo que se considera trabajo suplementario.

¿Cómo se calculan ahora las horas extra?

Según lo establece el artículo 22 del Código Sustantivo del Trabajo, las horas extra son aquellas que se laboran fuera del horario ordinario pactado. Con la nueva jornada de 44 horas semanales, cualquier tiempo trabajado por fuera de este límite será considerado extra y deberá ser remunerado con los recargos legales, lo cual implica un mayor costo para las empresas.

Adicionalmente, es importante recordar que las 12 horas extra por semana es un tope absoluto. Esto significa que ningún trabajador puede ser obligado a laborar más de este número, ni siquiera si existe acuerdo entre ambas partes. Sobrepasar este límite puede acarrear sanciones para los empleadores, ya que se considera una infracción a las normas laborales.

Esta transformación también afecta el cálculo de los recargos por trabajo nocturno, dominical o festivo, ya que estos deben sumarse a las horas ordinarias semanales y no pueden confundirse con las extras. Si el empleador pasa de las ocho horas diarias como de las 44 horas semanales, estas deberán compensarse con un incremento del 35 %.

Para los expertos, la clave está en que las empresas realicen una planificación laboral precisa, que les permita adaptarse a la reducción de la jornada sin comprometer la productividad. La automatización de los registros de asistencia y el uso de sistemas de control de tiempo serán herramientas clave en esta nueva etapa.

Por su parte, los trabajadores también deben estar atentos a los cambios y conocer sus derechos. La reducción de la jornada no implica una disminución del salario ni de los beneficios, pero sí abre la posibilidad de una mejor distribución del tiempo y un mayor equilibrio entre vida laboral y personal.

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