BOGOTÁ

Quién es ‘Pepe’, el cocodrilo que habitaría en la olla del Bronx de Bogotá: sería usado por banda criminal

Aunque la existencia de este reptil no fue confirmada por las autoridades colombianas, ex habitantes del sector aseguran haber visto de cerca al caimán.

Bogotá. 20 Agosto 2016. Semanas después de ser desalojados del sector del Bronx, habitantes de calle se toman la intersección entre la carrera 30 y la calle sexta, generando problemas de inseguridad en el sector. El comandante de la Policía para Bogotá, Hoover Perilla analiza posibles soluciones. (Colprensa - Juan Páez).
Juan Páez
Carolina Morales
Profesional en Periodismo y Opinión Pública egresada de la Universidad del Rosario, apasionada por la redacción y la locución radial.
Actualizado a

Hace nueve años, fuerzas policiales y militares adelantaron la ‘Operación Némesis’ para intervenir ‘El Bronx’, el lugar más temido de la capital del país debido al accionar de bandas criminales, tráfico de drogas, explotación sexual y coacción que sufrían los habitantes de calle que permanecían en esta zona.

Este lugar, que tuvo lugar tras la desmantelación de ‘El Cartucho’ durante los años 90, se convirtió en un epicentro de drogas, prostitución y delincuencia sin precedentes en la ciudad. Allí, los menores de edad también eran intimidados por los grupos criminales que utilizaban la violencia para ejercer control en el territorio.

Una de las bandas delincuenciales con mayor injerencia en la zona fue el grupo de ‘Los Sayayines’, una estructura criminal que instrumentalizó a los habitantes de calle para facilitar el expendió de drogas en el centro de la ciudad. Esta organización delincuencial tenía dominio e imponía la autoridad entre los habitantes de uno de los sectores más temidos en Bogotá.

“La problemática de habitantes de calle está relacionada con la fuente en que se convirtieron para vender droga de Los Sayayines, los enemigos de Bogotá son realmente este grupo (...) El fenómeno del habitante es diferente, el narcotráfico corrompió la misma estructura de ellos y son ahora utilizados por su dependencia a las drogas, y convertidos en delincuentes”, señaló en agosto de 2016 Diego Molano, quien para ese momento era Concejal de Bogotá.

Quién es ‘Pepe’, el cocodrilo que habitaría en la olla del Bronx de Bogotá: sería usado por banda criminal
se conmemora el primer año de la intervención del sector del Bronx, ubicado en el centro de Bogotá. (Colprensa-Alvaro Tavera).Alvaro Tavera

‘Pepe’, el cocodrilo de Los Sayayines

Este cartel criminal, que estaba conformado por ex paramilitares, militares y policías retirados, fue responsabilizado por tráfico de armas, expendio de sustancias alucinógenas, extorsiones, secuestros, torturas, delitos sexuales y otras formas de violencia. De hecho, algunos habitantes de calle de El Bronx aseguran de la existencia de ‘Pepe’, un temido reptil para castigar a quienes incumplían las exigencias de ‘Los Sayayines’.

Un ex habitante de ‘El Bronx’, aseguró que no se trataba de un cocodrilo, sino de un caimán, que fue sacado de manera ilícita de su hábitat y traído a El Cartucho en función de las actividades ilegales de esta banda criminal. Al parecer, el animal fue traslado a Bogotá mientras era una cría y, tras el paso de los años, llegó a medir entre 2,80 y 3,0 metros.

“Había una casa que se llamaba ‘El Tuparro’ y de allá traíamos animales exóticos para vender acá en Bogotá. Y entre esos traíamos esa clase de animales: caimanes, babillas. Así llegó ‘Pepe’ a El Cartucho, cuando era El Cartucho. Primeramente fue criado en una olla que era ‘Gancho amarillo’, en el sótano. Después, cuando lo pasaron a ‘La L’, llegó a ‘Gancho morado’. Allá estaba sin sótano”, contó un ex habitante de El Bronx en diálogo con Testigo Directo.

De acuerdo con las declaraciones de este hombre, el temido caimán era alimentado principalmente con carne. Sin embargo, era un instrumento de intimidación para amenazar y ejercer control en el territorio, pues quienes desobedecían a ‘Los Sayayines’ eran enviados vivos para convertirse en fuente de alimento de ‘Pepe’, a quien le cambiaban el agua cada seis o siete meses y quien habría muerto antes de la intervención de las autoridades.

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Pocos, pocos tuvimos la oportunidad de entrar a verlo o alimentarlo (...) Para que eso llegara a pasar tenía que ser una falta muy grave, un faltón, un sapo. Vivía echándole carne. Yo mismo le di muchas veces. Sí, hasta cierto punto le daba al humano también y le daba carne”, aseguró el hombre en una entrevista con Testigo Directo.

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