¿Qué pasaría si Maduro huyera de Venezuela? Estos serían sus posibles sustitutos
La eventual salida del presidente abriría un vacío de poder en el vecino país, donde la Constitución, el chavismo y la oposición jugarían un papel decisivo en la sucesión.
Venezuela atraviesa una de las crisis políticas más prolongadas de América Latina, marcada por denuncias de fraude electoral, sanciones internacionales y un creciente aislamiento diplomático del régimen de Nicolás Maduro. Aunque todavía conserva el control del poder, sectores de la oposición y gran parte de la comunidad internacional insisten en que su permanencia carece de legitimidad.
En medio de este escenario y de la recompensa que está ofreciendo Estados Unidos y el gobierno de Donald Trump de 50 millones de dólares por entregarlo, ha surgido la hipótesis de que Maduro podría huir del país, posiblemente a Nicaragua, bajo el amparo del gobierno de Daniel Ortega.
De producirse este movimiento, se abriría un vacío de poder que activaría el proceso sucesorio contemplado en la Constitución venezolana, con implicaciones políticas de gran magnitud tanto en el plano interno como en el internacional.
¿Qué dice la Constitución del vecino país?
La Carta Magna establece en su artículo 233 que, en caso de falta absoluta del presidente, la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, asumiría el cargo de forma temporal. Si la ausencia ocurre en los primeros cuatro años del mandato, se deben convocar elecciones en un plazo de 30 días. Si sucede en los últimos dos, Rodríguez completaría el período presidencial sin necesidad de nuevos comicios.
No obstante, el artículo 229 impide que quien ejerza como vicepresidenta pueda presentarse como candidata, salvo que renuncie antes. Esta restricción limita las posibilidades de Rodríguez de proyectarse como sucesora definitiva, aunque el chavismo podría mantenerla en un interinato que asegure la continuidad del régimen.
Dentro del oficialismo, figuras como Diosdado Cabello y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, conservan una influencia decisiva. El control militar y político que ejercen los mantiene como posibles cartas de relevo en un eventual vacío de poder, especialmente en un régimen donde la fuerza armada es un factor determinante.
La oposición y sus cartas fuertes
En el terreno opositor, Edmundo González Urrutia se ha consolidado como figura central tras ser reconocido por varios países, incluido Estados Unidos, como presidente electo en las elecciones de julio de 2024. Aunque Maduro se proclamó ganador, numerosos reportes internacionales denunciaron fraude, lo que fortaleció el papel de González en la escena diplomática y lo convirtió en un actor de peso en la presión internacional.
El dirigente opositor realizó varias giras para buscar apoyos y ha reclamado sanciones más duras contra el chavismo, sin pedir intervención militar. El régimen, en respuesta, emitió una orden de captura en su contra y ofreció una recompensa de 100.000 dólares, por lo que internacionalistas han asegurado que González sí representa una amenaza para la continuidad de Maduro y su círculo más cercano.
María Corina Machado, a pesar de su inhabilitación política, sigue siendo un referente de la oposición y ha respaldado abiertamente a González como candidato. Su liderazgo, ejercido desde la clandestinidad, continúa siendo un símbolo de resistencia y articulación frente al aparato chavista, lo que la convierte en una pieza clave en cualquier intento de transición.
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