¿Para qué quiere Colombia armas? MinDefensa reconoce que el país no está capacitado para producir todas las necesarias
El Gobierno busca fortalecer la industria militar con una política de “autonomía estratégica”. Así avanza el plan estructurado por el presidente de la República.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, confirmó que Colombia avanza en la producción de armamento nacional, pero aclaró que la capacidad del país es limitada. En sus palabras, “sí, Colombia tiene la capacidad de producir armas, por ahora pequeñas, por ejemplo, pistolas o también partes del fusil Galil, casi en su totalidad”, aseguró durante una intervención reciente.
El jefe de la cartera explicó que el país ya trabaja en desarrollos propios de drones, sistemas antidrones y tecnología electromagnética, pero advirtió que aún depende del exterior para equipos de alta complejidad.
“Prácticamente ningún país en el mundo puede producir todas las armas que necesita por sí solo”, señaló Sánchez, al insistir en la necesidad de mantener la cooperación internacional en defensa.
La industria estatal Indumil lidera esta iniciativa, con avances en la modernización del fusil Galil y su versión nacional, el Galil Córdova, fabricado parcialmente en Colombia. Sin embargo, expertos subrayan que el país está lejos de tener una industria militar autosuficiente: la falta de infraestructura tecnológica, inversión sostenida y personal especializado impide producir sistemas de gran escala como tanques, helicópteros o aviones de combate.
Un proyecto que busca autonomía estratégica
El anuncio de Sánchez coincide con la visión del presidente Gustavo Petro, quien ha promovido una política de independencia militar para reducir la dependencia de Estados Unidos, especialmente después de que ese país retirara parte del armamento prestado a Colombia. Por eso, el Gobierno ha definido tres objetivos principales:
- Soberanía nacional: producir parte del armamento para no depender completamente de importaciones.
- Desarrollo económico: fortalecer la industria nacional y generar empleo especializado.
- Control interno: asegurar trazabilidad sobre la producción y uso de las armas para evitar desvíos.
Pese a las buenas intenciones, el ministro reconoció que el proceso será progresivo. Colombia planea combinar producción local con compras internacionales, como la futura adquisición de aviones de combate Saab Gripen, de origen sueco. El contrato, en fase de cierre, busca modernizar la Fuerza Aérea y se espera que incluya transferencia de tecnología para el país.
Mientras Colombia comienza la producción de fusiles y pistolas, su defensa aérea, marítima y tecnológica depende casi por completo de proveedores extranjeros. Expertos aseguran que el país necesitará al menos una década de inversión constante y alianzas estratégicas para alcanzar una industria competitiva.
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