Otro importante aviso para conductores: si tienen este error podrían tener una multa muy cuantiosa

En Bogotá y otras ciudades del país, miles de conductores circulan a diario sin notar que una luz de su vehículo está quemada, suelta o simplemente no funciona. Lo que parece un detalle menor, en realidad puede convertirse en un dolor de cabeza legal y económico.

Y no hablamos solo de un regaño o una advertencia: las autoridades de tránsito ya están aplicando multas millonarias por esta infracción, que incluso puede llevar a la inmovilización inmediata del vehículo.

Este tipo de sanciones están contempladas dentro del Código Nacional de Tránsito, pero en 2025 el valor de las multas aumentó considerablemente, por lo que el llamado de atención de las autoridades cobra más fuerza. Lo que se busca es generar conciencia y reducir los riesgos en las vías, especialmente por fallas de visibilidad que pueden evitarse con revisiones básicas y oportunas.

Un bombillo dañado puede costarle más de un millón de pesos

Circular con una o varias luces del vehículo dañadas es una infracción conocida como categoría D08, cuya multa asciende a 1.207.800 pesos, una cifra que muchos conductores han tenido que pagar por no revisar su carro antes de salir. La sanción aplica tanto para luces delanteras, traseras, de freno o direccionales.

Pero el problema no es solo económico. Si un agente de tránsito detecta dos o más luces inoperativas, el vehículo puede ser inmovilizado de inmediato. Esto significa que el conductor deberá asumir, además de la multa, el costo de la grúa, el parqueadero y los trámites necesarios para recuperar su automóvil.

Afortunadamente, existe la posibilidad de reducir el monto de la sanción si se paga en los primeros días. Si el infractor realiza el pago entre el día 1 y el día 5 hábil, puede acceder a un descuento del 50 %, es decir, pagar sólo 603.900 pesos. Si lo hace entre el día 6 y el 20 hábil, el descuento es del 25 %, quedando en 905.850 pesos.

Seguridad vial y prevención: el objetivo de la norma

Las autoridades han insistido en que esta medida no se trata sólo de una sanción económica, sino de una acción preventiva. Conducir con luces defectuosas puede afectar gravemente la visibilidad y poner en riesgo a los ocupantes del vehículo, a otros conductores y a peatones, especialmente en condiciones de baja luz o lluvia.

Esta normativa está respaldada por la Ley 1383 de 2010 y por la Resolución 1264 de 2022, que refuerzan las obligaciones de mantenimiento vehicular para todos los conductores del país. Revisar el estado de las luces es una responsabilidad básica que puede evitar accidentes y sanciones innecesarias.

Cambiar un bombillo suele costar entre 20.000 y 50.000 pesos, dependiendo del tipo de vehículo. En comparación con una multa que supera el millón de pesos, el mantenimiento preventivo es una decisión inteligente y económica. No hacerlo, en cambio, puede convertirse en una pesadilla.

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