“Lo tratan como a un esclavo”: un colombiano se va a vivir a Europa y le pasa esto
Así fue la experiencia de un colombiano que, tras entrar en quiebra, renunció a su trabajo como vendedor ambulante y emigró a Polonia. Sin embargo, su partida sólo duró 20 días.


De acuerdo con Migración Colombia, entre enero y agosto del año pasado, 3.712 colombianos emigraron hacia Polonia. Esta cifra, que es una de las más altas en los últimos tiempos, obedece a las dificultades económicas y laborales que atraviesas los connacionales que se radican en el extranjero en búsqueda de mejores oportunidades.
Pese a que Polonia se consolida como un atractivo turístico y académico para cientos de colombianos que también emigran hacia ese país basados en la experiencia de conocidos o con el fin de encontrarse con sus familiares o amigos, vivir en el extranjero es una experiencia retadora, especialmente para quienes no dominan el idioma y nunca han salido del país.
Así lo asegura al colombiano Mauricio, un vendedor ambulante que hace un año se mudó a Polonia con el fin de transformar sus finanzas y pagar las deudas que le había dejado un establecimiento de muebles que administraba. Sin embargo, tras pasar alrededor de 20 días en ese país, Mauricio eligió regresar a su tierra natal.
Otro colombiano que se arrepiente de emigrar hacia Polonia
Aunque viajar hacia Polonia no supone la expedición de visa debido al acuerdo entre la Unión Europea y Colombia para no solicitar visados a connacionales que permanecerán un corto tiempo en el continente, este país exige a los colombianos que pretenden pasar más de 90 días en el territorio la expedición de un visado tipo D.
Mauricio, que estuvo menos de un mes en Polonia, aumentó su endeudamiento e invirtió 10 millones de pesos para radicarse en ese país. Debido a que su experiencia no fue la proyectada, regresó a Colombia con la deuda incrementada. Y, aunque tuvo la posibilidad se subir por primera vez un avión y conocer Madrid, Málaga y Gdansk, este hombre asegura que su puesto ambulante de tintos, aromáticas, jugos naturales, gaseosas, bebidas alcohólicas, arepas y empanadas es más agradable que trabajar en el extranjero.
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“Me fui a quiebra con el almacén de muebles y en este momento estoy muy endeudado. Entonces yo me fui a trabajar allá para ver si conseguía para pagar más rápido las deudas, pero no (...) Lo tratan a uno como esclavo, comen mejor los marranos que uno. Aquí vivimos como reyes, la verdad (...) Me agarré con la gente y me tocó dormir seis días en un aeropuerto, porque no me quisieron adelantar tiquetes”, sostuvo Mauricio en conversación con el creador de contenido, Germán Mauricio Osorio.
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