La revolucionaria solución que se utilizará con los escombros de la Calle 13 de Bogotá
El Distrito reutilizará acero y concreto en la misma obra, aplicando por primera vez un modelo de economía circular en infraestructura vial.


Tras la implosión controlada de los puentes en la intersección de la Calle 13 con las Américas, el Distrito presentó una innovadora estrategia que cambiará la forma de gestionar los residuos de construcción en la capital: los casi 7.900 metros cúbicos de escombros generados serán reciclados e incorporados nuevamente en el megaproyecto de La Nueva Calle 13.
La propuesta, liderada por el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), se enmarca en un enfoque de economía circular que busca aprovechar los materiales resultantes (principalmente concreto y acero) para reducir la huella ambiental y los costos logísticos de la obra.
Según el IDU, los fragmentos de concreto serán triturados y procesados para obtener agregados reciclados, que luego servirán como base, subbase y relleno de la nueva vía. El acero recuperado, por su parte, será fundido o reutilizado en otras estructuras del proyecto, garantizando así un ciclo de aprovechamiento completo.
Una apuesta sostenible y técnica
La estrategia evita que toneladas de material sean transportadas a escombreras o vertederos, lo que implica múltiples beneficios:
- Menos tráfico pesado en las zonas aledañas, al reducir el número de volquetas en circulación.
- Disminución de emisiones de CO₂ y de la contaminación del aire.
- Ahorro en tiempo y recursos, al reducir el traslado y la compra de materiales nuevos.
- Protección de los ecosistemas, al disminuir la extracción de agregados naturales de canteras.
Este modelo es poco común en proyectos de infraestructura vial en Colombia y representa un cambio de paradigma en la gestión de residuos urbanos. La Alcaldía destacó que se trata de una experiencia pionera que podría replicarse en futuros proyectos de gran escala.
Por otro lado, esta estrategia genera empleo local en las fases de recolección, clasificación y tratamiento, promoviendo una cadena productiva que involucra mano de obra técnica y especializada.
Así fue la implosión de los puentes de las Américas con 13
El derribo de los antiguos puentes se realizó mediante implosión controlada, una técnica inédita en obras viales de Bogotá. La operación requirió la perforación de 4.550 orificios para la carga explosiva y 138 detonadores, y se desarrolló con un despliegue de más de 500 personas en el área de seguridad.
Aunque el proceso se retrasó cerca de 47 minutos por ajustes en sensores, la detonación fue exitosa. En cuestión de segundos, las estructuras colapsaron sin afectar edificaciones vecinas. Según el Distrito, esta técnica permitió ahorrar entre 10 y 12 meses frente a una demolición tradicional.
La estrategia forma parte del megaproyecto La Nueva Calle 13 contempla una intersección de tres niveles: glorieta mixta, paso para TransMilenio y puente vehicular. Además, contará con dos kilómetros de ciclorruta y más de 100.000 metros cuadrados de espacio público.
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Esta obra mejorará la movilidad de más de 120.000 vehículos diarios y reducir los tiempos de desplazamiento entre el occidente de Bogotá y la sabana. De paso, el Tramo 1 tendrá 3 semideprimidos peatonales.
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