El nuevo arancel que propone el Gobierno y que afectaría directamente a los carros y motos en Colombia
La propuesta busca frenar la importación de vehículos a gasolina y diésel con un alza arancelaria de hasta el 40 %.
El Gobierno colombiano estudia una medida que podría cambiar el panorama del mercado automotor. A través de un borrador de decreto, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo propone elevar los aranceles a los vehículos y motocicletas importados que funcionan con gasolina o diésel, lo que, según estimaciones, encarecería los precios entre $1,3 y $4 millones.
El documento, actualmente en fase de consulta pública, plantea un arancel de hasta el 40 % para los automóviles de pasajeros (partida 87.03) y de hasta el 35 % para las motocicletas de combustión interna (partida 87.11). Según la cartera, esta iniciativa busca avanzar hacia una “reindustrialización verde” y reducir la dependencia del país de tecnologías altamente contaminantes.
“Es necesario incrementar los aranceles para la importación de vehículos y motocicletas a combustión con el fin de fortalecer y promover la industria automotriz nacional basada en energías limpias”, indica el borrador del decreto.
Consumidores y gremios, en alerta sobre impacto en precios
Aunque el Gobierno sostiene que la medida responde a criterios ambientales, los gremios del sector automotor han expresado preocupación por sus posibles efectos sobre el bolsillo de los consumidores.
La Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos) advirtió que la propuesta “no tiene sustento técnico ni económico” y que podría “restringir la competencia, encarecer los precios y afectar el acceso a vehículos nuevos”, especialmente entre los sectores medios.
El alza de cinco puntos porcentuales en los aranceles afectaría principalmente a modelos populares de marcas provenientes de Japón, China o India, países con los que Colombia no tiene Tratados de Libre Comercio (TLC). En contraste, los autos importados desde naciones con acuerdos vigentes, como México o Estados Unidos, mantendrían sus beneficios arancelarios y no sufrirían cambios.
Expertos del sector advierten que la propuesta podría desincentivar la renovación del parque automotor y, paradójicamente, mantener en circulación vehículos más antiguos y contaminantes.
Actualmente, los automóviles de pasajeros a gasolina o diésel pagan un arancel cercano al 35 %, mientras que las motocicletas oscilan entre el 15 % y el 30 %. Con el nuevo esquema, ambos subirían hasta el 40 % y el 35 %, respectivamente. Según el Ministerio, la medida también busca proteger la producción nacional de vehículos eléctricos y fomentar la llegada de inversiones en ese sector.
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