El imperdible municipio de Cundinamarca nominado como destino rural destacado a ONU Turismo

Ubicado en las montañas de Cundinamarca y a solo una hora y media de Bogotá, Sesquilé se perfila como uno de los destinos rurales más destacados del país. Su nombre, que en lengua muisca significa “agua caliente” o “boquerón de la arroyada”, resuena hoy a nivel internacional gracias a su nominación por ONU Turismo en la edición 2025 del concurso Best Tourism Villages, una iniciativa que reconoce a los pueblos con vocación turística sostenible, riqueza cultural y fuerte identidad local.

Más allá del reconocimiento, Sesquilé deslumbra por sus paisajes andinos, sus tradiciones ancestrales y su firme compromiso con el turismo responsable. Rodeado de páramos, cerros, cañones y cuerpos de agua, este municipio ha sabido conservar su herencia muisca al tiempo que promueve actividades que conectan al visitante con la naturaleza y la historia.

El municipio está ubicado a 45 kilómetros de la capital del país y colinda con Guatavita, Gachancipá, Suesca y Machetá. Se puede llegar en bus, en carro o en moto y es uno de los sitios más visitados, sobre todo, en fines de semana y vacaciones.

¿Qué planes puedo hacer en Sesquilé?

Uno de sus principales atractivos es la Laguna de Guatavita, donde la leyenda de El Dorado cobra vida entre nieblas, mitos y senderos ecológicos. A través de recorridos guiados, los viajeros pueden adentrarse en la cosmovisión muisca mientras observan flora y fauna nativa.

El embalse de Tominé, compartido con el vecino Guatavita, también es protagonista: allí se practican deportes náuticos como la vela y el kayak, y es ideal para pasar el día en familia o disfrutar de una escapada de camping.

Los amantes del senderismo pueden encontrar rutas para todos los niveles, como el cerro Pan de Azúcar o Las Tres Viejas, desde donde se contemplan paisajes de los Andes orientales. También hay rutas a caballo y en bicicleta por las veredas, que permiten conocer de cerca la vida campesina, la arquitectura colonial y los cultivos sostenibles que forman parte del día a día de sus habitantes.

En el corazón del pueblo, la plaza central y la iglesia de la Inmaculada Concepción conservan el aire colonial que caracteriza a tantos municipios de la sabana. Allí se celebran mercados campesinos, festivales culturales y eventos religiosos como las fiestas patronales de San Luis Gonzaga, que reúnen a la comunidad en torno a la música, la gastronomía y la devoción.

Sesquilé también se destaca por su apuesta por la sostenibilidad. Con poco más de 13 mil habitantes, ha construido un modelo de turismo basado en la participación comunitaria, la conservación ambiental y la valorización del patrimonio.

Su título como “Municipio Verde” no es sólo simbólico: sus políticas de protección de zonas naturales y su impulso a economías circulares lo posicionan como referente para otros destinos rurales del país.

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