De Nuquí a El Almejal: las cinco playas imperdibles para visitar en el pacífico colombiano

El Pacífico colombiano sigue siendo uno de los territorios más puros y menos masificados del país, un corredor donde la selva y el mar se mezclan en silencio y poderío.

Entre Nuquí y El Almejal se despliega una cadena de playas que no solo ofrecen paisajes de ensueño, sino experiencias auténticas: avistamiento de ballenas, termales en medio de la jungla, surf de talla mundial, comunidades que cuidan su entorno y ecolodges comprometidos con la sostenibilidad. Esta es una ruta que se recorre con calma, en lancha, en vuelo regional y con el corazón dispuesto a dejarse llevar por la marea.

Para quienes buscan un trayecto que combine aventura y descanso, la ruta “De Nuquí a El Almejal” se convierte en un plan de varios días. El recorrido típico inicia en Nuquí, puerta de entrada gracias a vuelos regionales desde Medellín o Quibdó, y se extiende hacia sus playas cercanas más icónicas.

Luego, para cerrar con broche de oro, se salta hacia Bahía Solano, específicamente a El Valle y su vecina Playa El Almejal, una joya de arena negra famosa por su belleza y compromiso ambiental.

¿Cuáles son las playas más recomendadas del Pacífico?

Desde los recónditos confines del Golfo de Tribugá hasta la exuberancia selvática de El Valle, cinco playas del Chocó se alzan como destinos de naturaleza intacta, cultura local y experiencias inolvidables.

Playa Guachalito - Nuquí

A unos 30 minutos en lancha desde Nuquí, Guachalito ofrece un largo tramo de arena volcánica rodeada de selva virgen y mar templado. Ideal para desconectarse: aquí no hay señal de celular y el único sonido es el de la naturaleza.

Entre julio y octubre, es posible avistar ballenas jorobadas durante su paso migratorio. Además, se puede realizar senderismo por cascadas escondidas y practicar snorkel en arrecifes cercanos.

Playa Cuevita - Nuquí

Menos conocida y poco masificada, Cuevita destaca por su ambiente introspectivo: arena oscura, vegetación tropical y el canto constante de aves. Sin aglomeraciones, esta playa brinda baños cercanos en aguas termales y recorridos por comunidades locales, con alojamientos que promueven un turismo responsable.

Playa Pichindé - Jurubidá

Más remota aún, Pichindé se ubica en el corregimiento de Jurubidá y se accede por lancha desde Nuquí o Bahía Solano. Su atractivo radica en unir ríos cristalinos, manglares y playas solitarias con una biodiversidad impresionante. Es un enclave ideal para observación de aves, contacto con comunidades afro e indígena emberá y senderismo ecológico

Playa Huina - Bahía Solano

Ubicada cerca de Bahía Solano y fácilmente accesible en lancha, Huina ofrece una mezcla de tranquilidad y naturaleza exuberante. Sus características la hacen apta para familias o quienes visitan por primera vez el Pacífico colombiano. Ofrece también escenarios para pesca deportiva, snorkel y descanso absoluto.

Playa El Almejal - El Valle, Bahía Solano

Con casi dos kilómetros de playa, El Almejal une selva y mar en un paisaje imponente que ha sido protagonista del ecoturismo en la región. Desde 1991, el ecolodge El Almejal ofrece planes como avistamiento de ballenas, liberación de tortugas, avistamiento de aves, yoga y retiro de renovación.

Su nueva infraestructura bioclimática, con arquitectura sostenible, mirador de ballenas, decks de yoga y surf camp, eleva la experiencia turística.

El turismo en este tramo del Pacífico va más allá del descanso: es una opción consciente. Comunidades afrocolombianas e indígenas participan activamente en proyectos de conservación, oferta turística y producción local. Lugares como El Almejal han sido reconocidos con premios por su enfoque en turismo verde y gestión sostenible.

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