Cuaresma en Colombia: ¿qué significan los 40 días para los cristianos y por qué es importante este tiempo?
Esta tradición rinde homenaje a la repetición número 40 en la Biblia: durante este tiempo el pueblo de Israel, así como Jesús de Nazaret, permanecieron en el desierto.
Tras el inicio de la Cuaresma en Colombia, que tiene lugar a partir de la realización del Miércoles de Ceniza, los feligreses se preparan para la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret durante un periodo de arrepentimiento y renovación espiritual que tiene una duración de 40 días. Esta celebración sagrada, que se origina en el año 325 d.C., se extenderá hasta el próximo domingo 31 de marzo.
Este periodo es una conmemoración a los 40 días sagrados en la Biblia: 40 días y 40 noches llovió sobre la tierra, 40 días permaneció el pueblo de Israel en el desierto y 40 días estuvo Jesús en el desierto, por lo que la cuaresma se convierte en un homenaje a uno de los números más repetitivos de este libro, que representan un tiempo de renovación espiritual.
De acuerdo con el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, este es un tiempo de compromiso espiritual en el que los creyentes oran, ayudan y ofrecen servicios de caridad. “Estos cuarenta días son una oportunidad para acercarse más a Dios, renovar la fe y vivir la valentía de la conversión para poder caminar hacia la esperanza”, señaló Rueda a Caracol Radio.
¿Por qué es tan importante la cuaresma?
Durante esta festividad religiosa, los creyentes católicos atraviesan un tiempo de ayuno y abstinencia a causa de la penitencia y renovación que supone este periodo para la Iglesia Católica. Es, además, una época en la que los corazones se prepararan para las celebraciones de Pascua a través de obras caritativas y misioneras, liturgias penitenciales y las peregrinaciones.
“La Iglesia invita a sus fieles a hacer de este tiempo como un retiro espiritual en el que el esfuerzo de meditación y de oración debe estar sostenido por un esfuerzo de mortificación personal cuya medida, a partir de este mínimo, es dejada a la libertad y a la generosidad de cada uno. Bien vivida, la Cuaresma prepara para una auténtica y profunda conversión personal, para participar en la fiesta más grande del año: el Domingo de la Resurrección del Señor”, explicó la institución católica, Opus Dei.