Así será el proyecto de ampliación de la Autopista Norte: resolverá el problema de las inundaciones

Un nuevo proyecto está a la espera de recibir la licencia ambiental de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) para transformar la Autopista Norte. La iniciativa, que va más allá de una simple ampliación, se presenta como una solución integral para uno de los corredores viales más transitados del país, y que históricamente se ha visto afectado por problemas de congestión e inundaciones.

Este megaproyecto, con una inversión que supera el billón de pesos, no solo busca añadir carriles, sino que también incorpora un componente ambiental y de infraestructura fundamental: un sistema de drenaje pluvial avanzado. Esta obra, cuya construcción es un imperativo para mitigar los efectos de las fuertes lluvias que anualmente colapsan la vía, promete un cambio radical en la calidad de vida de miles de usuarios y residentes de la zona.

El diseño de la ampliación contempla la adición de nuevos carriles para agilizar el tránsito en ambas direcciones, una medida que por sí sola tendrá un impacto significativo en la reducción de los tiempos de viaje. Sin embargo, la verdadera innovación reside en la implementación de una infraestructura hidráulica robusta. Este sistema de drenaje está diseñado para manejar grandes volúmenes de agua de lluvia, evitando que la vía se convierta en un río, como ha ocurrido en múltiples ocasiones, afectando no solo la circulación, sino también la seguridad de los conductores.

¿Cómo será la ampliación de la Autopista Norte?

Esta obra supone una inversión de 1,8 billones de pesos y se extenderá por 4,93 kilómetros entre las Calles 202 y 245 por la Carrera Séptima: el corredor vial pasará a tener de 6 a 12 carriles, cinco en cada lado y uno mixto para el uso exclusivo de los buses articulados del sistema de transporte público de Bogotá.

Además de la ampliación vial y el control de inundaciones, el proyecto incluye mejoras sustanciales para la movilidad sostenible. Se construirán ciclorrutas y andenes a lo largo del corredor, proporcionando un espacio seguro para ciclistas y peatones. Esta integración de infraestructuras no motorizadas es un paso crucial hacia un modelo de transporte más equitativo e inclusivo, promoviendo alternativas al uso del automóvil particular y mejorando la conectividad con las zonas aledañas. La construcción de pasos peatonales elevados y a nivel también forma parte del plan, garantizando un cruce seguro de la vía, un aspecto que ha sido una preocupación constante para las comunidades cercanas.

La planificación de la obra ha tenido en cuenta la minimización de las afectaciones al tráfico. Se ha estipulado que los trabajos se llevarán a cabo en fases, lo que permitirá mantener la operación de la vía, aunque con las lógicas restricciones. Las autoridades esperan que la construcción, que se estima comenzará en el último trimestre de 2025, se extienda por varios años, dada la complejidad y el alcance del proyecto. Sin embargo, los beneficios a largo plazo, en términos de movilidad, seguridad y resiliencia ante el cambio climático, superan con creces los inconvenientes temporales.

El impacto económico de esta obra es considerable. La Autopista Norte no es solo un corredor de tránsito; es un motor de desarrollo que conecta la capital con importantes centros industriales y comerciales del norte de la Sabana. La mejora en la fluidez del tráfico facilitará el transporte de bienes y servicios, impulsando la productividad y el crecimiento económico de toda la región.

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