Así luce la plaza de mercado de Las Cruces en Bogotá, la más antigua de la ciudad declarada Monumento Nacional

Entre los muros de ladrillo y la estructura metálica centenaria de la Plaza de Mercado Las Cruces se respira historia. Ubicada en la calle 1 F No. 4-60, en pleno corazón del barrio Las Cruces, esta es la plaza de abastos más antigua de Bogotá, declarada Monumento Nacional en 1983 y símbolo de la vida barrial que aún sobrevive entre las montañas del centro.

Construida entre 1924 y 1928, fue la primera plaza de mercado planificada de la capital, pensada para organizar el comercio popular y mejorar las condiciones sanitarias del abastecimiento.

Según el Instituto para la Economía Social (IPES), “la Plaza de Mercado Las Cruces es una joya patrimonial que refleja el espíritu de una ciudad que creció alrededor de su gente trabajadora y su cultura de mercado”. Hoy, al ingresar, el visitante se encuentra con un paisaje lleno de color: montañas de frutas tropicales, pilas de tubérculos, granos y verduras frescas que llegan desde los municipios vecinos.

Un siglo de tradición y transformación

Durante su siglo de existencia, la Plaza Las Cruces ha sido testigo de múltiples transformaciones. En 2008 fue sometida a una restauración estructural que permitió reforzar cubiertas, mejorar instalaciones eléctricas y recuperar su aspecto original sin alterar el diseño histórico.

La estructura metálica, traída desde Estados Unidos hace un siglo, conserva sus emblemáticos pavos reales de hierro en las entradas, símbolos de prosperidad que se han convertido en parte del paisaje cultural del sector.

El barrio que la acoge también guarda memoria. Las Cruces fue una de las primeras zonas obreras de Bogotá, donde convivían fábricas, chircales y viviendas humildes.

Según el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC), “este mercado no solo abastece alimentos, sino historias de generaciones que han crecido y trabajado aquí”. Por ello, cientos de trabajadores fueron retratados en un mural conmemorativo inaugurado como parte del centenario, símbolo de trabajo y memoria.

En el presente, la plaza ha recuperado vitalidad gracias a las acciones distritales de embellecimiento y fortalecimiento comercial. Más de 20 entidades trabajan juntas para renovar su entorno, mejorar las fachadas, fortalecer la seguridad y promover la visita de locales y turistas. Durante las celebraciones de sus 100 años, el IPES y la Alcaldía de Bogotá han organizado ferias gastronómicas, muestras culturales y recorridos patrimoniales para destacar su importancia.

La directora del IPES, Catalina Arciniegas, afirmó durante la conmemoración: “conmemorar los 100 años de la plaza de Las Cruces, es rendir un tributo a nuestros comerciantes, verdaderos guardianes de la tradición y memoria de Bogotá”. Sus palabras resumen el valor de este lugar donde conviven lo ancestral y lo moderno, lo comercial y lo comunitario.

Visitantes nacionales y extranjeros llegan atraídos por su autenticidad, sus sabores tradicionales y el ambiente barrial que conserva. Es, además, un espacio donde la memoria colectiva se mantiene viva a través de los pregones, las recetas y los rostros de quienes llevan décadas sosteniendo su actividad.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí