Así fue la carrera de Miguel Uribe: estudios y trayectoria política del Senador asesinado en Bogotá

Miguel Uribe Turbay, fallecido este lunes 11 de agosto, fue víctima de un atentado el pasado 7 de junio en Bogotá durante una reunión en la que llevaba a cabo la presentación de su candidatura a la presidencia de cara a las elecciones de 2026 en la localidad de Fontibón, en Bogotá. Se había convertido en una de las figuras jóvenes más visibles de la política colombiana.

Con apenas 39 años, ya acumulaba una trayectoria en el Concejo de Bogotá, la Secretaría de Gobierno Distrital y el Senado de la República, que le habían dado un espacio relevante en la política de derecha del Centro Democrático y lo convirtió en uno de los presidenciables del partido del expresidente Álvaro Uribe Vélez.

De los salones de los Andes y Harvard al Concejo de Bogotá

Nacido el 28 de enero de 1986, Miguel Uribe era nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala y del político liberal Rodrigo Uribe Echavarría. Perdió a su madre, Diana Turbay, días antes de cumplir cinco años y a manos del grupo de Los Extraditables, cuyo cabecilla fue Pablo Escobar Gaviria.

Desde pequeño sintió la ‘vena política’ haciendo un llamado y, por eso, estudió Derecho en la Universidad de los Andes, donde también obtuvo una maestría en Políticas Públicas. Más adelante, cursó una segunda maestría en Administración Pública en la Universidad de Harvard, una hoja de vida académica que apuntaba alto desde el inicio.

Con apenas 26 años, Uribe Turbay llegó al Concejo de Bogotá en 2012, durante la alcaldía de Gustavo Petro, y como cabildante del Partido Liberal. Dos años después fue elegido presidente, lo que daba indicios de su habilidad para construir mayorías en escenarios complejos.

Para 2016 y con la posesión de Enrique Peñalosa como alcalde de la capital del país, fue nombrado secretario de Gobierno, con sólo 30 años. Desde ese cargo lideró temas de seguridad, espacio público y coordinación con la fuerza pública. En 2018, además, recibió el reconocimiento como uno de los 10 políticos jóvenes más influyentes del mundo, según la organización internacional One Young World.

Pese a ser la mano derecha de Peñalosa, en 2019 renunció a su cargo público y decidió lanzar su candidatura a la Alcaldía de Bogotá con el movimiento ciudadano “Avancemos”, respaldado por más de 400 mil firmas, pero no ganó.

El salto al Senado y una agenda de oposición

Por invitación del expresidente Álvaro Uribe Vélez, Miguel se lanzó al Senado de la República y en 2022 fue cabeza de lista del Centro Democrático. No sólo entró al Congreso, sino que fue el senador más votado del país: logró 226.922 sufragios. Desde entonces, se consolidó como una de las voces más visibles de la oposición al gobierno de Gustavo Petro, particularmente en temas fiscales y de seguridad.

Uribe integró la Comisión Tercera del Senado, desde donde impulsó y respaldó varias iniciativas económicas. Entre los proyectos que lideró se destacan la ley para reactivar los Días sin IVA, con argumentos centrados en la formalización y el impulso al comercio y la creación de incentivos para la contratación juvenil. También defendió iniciativas de alivio financiero para emprendedores y pymes en regiones apartadas, especialmente en el posconflicto.

Precandidatura presidencial y el atentado

A comienzos de 2025, Uribe formalizó su precandidatura presidencial dentro del Centro Democrático. Con ello, entró en competencia con figuras como Paloma Valencia, María Fernanda Cabal y Alirio Barrera. Sus propuestas se centraban en seguridad, educación y reforma al sistema de salud, con énfasis en meritocracia y eficiencia estatal.

Sin embargo, el 7 de junio, durante un recorrido por el barrio Modelia en Bogotá, fue atacado por un adolescente de 14 años que le disparó tres veces. El senador recibió dos impactos en la cabeza y uno en la pierna, y fue trasladado a la Fundación Santa Fe en estado crítico.

Pasó varias semanas en la unidad de cuidados intensivos y cuando se pensaba que había una mejoría en su estado de salud, sufrió un sangrado intracerebral, que intentaron manejar con una cirugía. Sin embargo, el procedimiento no logró detener dicha condición.

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