Así es la preciada joya robada en el Louvre que estaba compuesta de esmeraldas colombianas y cuánto puede valer

Es un robo que parece sacado de una película. El saqueo de varias joyas del Museo del Louvre, en París, ha conmocionado al mundo del arte y la joyería. Entre las piezas sustraídas se encuentra una joya histórica compuesta por esmeraldas colombianas, diamantes y oro, parte de un conjunto imperial vinculado a una historia de amor de uno de los hombres más relevantes de la historia.

El golpe, ejecutado en menos de siete minutos, ha sido calificado por las autoridades francesas como uno de los más audaces en décadas. La joya robada formaba parte de la “parure” que Napoleón Bonaparte, militar y emperador, obsequió en 1810 a su segunda esposa, la emperatriz María Luisa de Austria.

Diseñada por el taller Nitot et Fils, el mismo que más tarde se convertiría en la casa Chaumet, el conjunto incluía un collar, una diadema y unos pendientes adornados con esmeraldas provenientes de la mina de Muzo, en Boyacá, célebre por producir algunas de las gemas más finas del mundo.

Un tesoro trascendental con sello colombiano

Según expertos citados por medios internacionales, la pieza estaba compuesta por 32 esmeraldas (10 en forma de pera) y más de 1.100 diamantes. Los pendientes, por su parte, contenían dos esmeraldas talla pera de 45,20 quilates cada una.

Fedesmeraldas confirmó que las piedras provenían de Muzo, una de las minas más antiguas y reconocidas del país. Además, señalaron que el robo no solo representa una pérdida económica, también un golpe al patrimonio histórico y cultural compartido entre Colombia y Europa.

“Hay indicios históricos confiables de que las piezas de la parure de la Emperatriz estaban originalmente montadas con esmeraldas colombianas. Por ejemplo, instituciones como el Smithsonian y varias reseñas históricas detallan que la parure incluía 79 esmeraldas «de Colombia» (minas de Muzo) en sus piezas originales", señala la organización a través de sus redes sociales.

De acuerdo con la fiscalía de París, el valor de las piezas robadas asciende a 88 millones de euros (más de 102 millones de dólares). Sin embargo, ese cálculo no incluye el valor histórico y simbólico, que podría elevar la cifra a niveles incalculables. Si las joyas llegaran a ser desmanteladas y las gemas vendidas por separado, su precio podría desplomarse drásticamente.

Entre los detalles del golpe, se ha revelado que los ladrones utilizaron una escalera hidráulica y herramientas eléctricas para acceder al área conocida como Galería de Apolo, donde se exhibían las joyas. Lograron vulnerar vitrinas de alta seguridad y escapar antes de la llegada de los guardias, lo que ha generado fuertes críticas a los protocolos del museo más visitado del mundo.

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