Así es el sencillo restaurante que fue elegido como mejor corrientazo de Bogotá
Un modesto sitio del centro fue reconocido en Sabor Bogotá 2025, gracias a su menú casero y su buen precio. Conozca dónde es.


En pleno centro de la capital, justo a unos pasos del Eje Ambiental, un pequeño local de fachada discreta acaba de recibir uno de los reconocimientos gastronómicos más llamativos del año. Se trata de Delicias de Rosita, un restaurante tradicional que fue elegido como el mejor corrientazo de Bogotá en el concurso Sabor Bogotá 2025, organizado por la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte.
El plato ganador, que incluía sopa de mazorca, lentejas, carne asada, arroz blanco, ensalada tropical y tajada de plátano, representó justo aquello que buscaba el certamen: sazón, tradición y abundancia. La competencia reunió a más de 200 propuestas en distintas categorías, evaluadas con criterios de sabor, técnica, regularidad y valor cultural.
Para los jurados, las Delicias de Rosita logró capturar el espíritu del corrientazo bogotano que según ellos se basaba en comida casera, porciones generosas y un precio accesible para trabajadores, estudiantes y visitantes del centro.
Tres décadas de historia en una cocina que no pierde su esencia
El origen del restaurante se remonta a 1995, cuando Rosa Elena Mora, oriunda de Cúcuta, decidió abrir un pequeño local en lo que antes era una ferretería. Sin grandes inversiones ni pretensiones, comenzó a preparar almuerzos caseros que, por entonces, costaban entre $2.000 y $2.500.
Desde ese momento y según le contó al diario Las 2 Orillas, el negocio se ha mantenido fiel a su propósito: ofrecer comida honesta y bien hecha. Hoy, por cerca de $14.000, los comensales pueden elegir entre carne, pollo o cerdo, acompañados de preparaciones tradicionales que han permanecido intactas por décadas.
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Según la organización del concurso y los visitantes frecuentes, Delicias de Rosita destaca por:
- Sazón casera y constante: Cada plato pasa por la supervisión directa de su fundadora.
- Regularidad en la calidad: Lo que comía un cliente hace cinco, diez o veinte años, sabe igual hoy.
- Precios accesibles: En un contexto donde el corrientazo ha subido hasta un 10 % por el aumento en insumos, el restaurante conserva una buena tarifa.
- Valor cultural: Representa la tradición de los comedores populares del centro.
- Menú abundante y balanceado: Porciones generosas, sopa incluida y la infaltable tajada de plátano que completa el sabor de hogar.
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