Así es el impuesto del Gobierno colombiano a los pagos digitales: cuál es la cuantía y a qué pagos afecta

No paran las polémicas para el Gobierno de Gustavo Petro. Este jueves, el Ministerio de Hacienda anunció un proyecto que busca aplicar una retención en la fuente del 1,5 % a los pagos digitales realizados con plataformas como Nequi, Daviplata y el nuevo sistema Bre-B, impulsado por el Banco de la República y que tenía cómo fin que las transferencias interbancarias se realizaran rápido y de manera gratuita. Sin embargo, eso podría cambiar.

El Ministerio de Hacienda explicó que esta propuesta no se trata de un nuevo impuesto, sino de una nivelación tributaria. Actualmente, los pagos con tarjetas de crédito y débito ya están sujetos a una retención del 1,5 %, mientras que muchos pagos digitales no lo estaban. Con la modificación, se pretende que todas las transacciones electrónicas tengan el mismo tratamiento fiscal, sin importar el canal por el cual se realicen.

Según el borrador del decreto, la retención aplicaría a pagos o abonos en cuenta que puedan constituir ingreso tributario para el receptor, realizados por medios electrónicos. Esto incluye operaciones con códigos QR, transferencias desde billeteras digitales o depósitos electrónicos. En la práctica, la medida afectaría principalmente a comerciantes, profesionales independientes y emprendedores que reciben pagos a través de estas plataformas.

No todos los usuarios se verán afectados

El proyecto establece varias excepciones, que se pueden leer en el borrador: no estarán sujetos a esta retención quienes reciban pagos que no representen un ingreso gravable, así como personas naturales no responsables del IVA. Además, los movimientos entre cuentas propias o los pagos personales (como transferencias entre familiares o amigos) no se verían impactados por el nuevo esquema.

De aprobarse, la norma modificaría varios artículos del Decreto 1625 de 2016, que regula las retenciones en la fuente en Colombia. Con ello, el Gobierno busca “modernizar” el sistema y garantizar una mayor equidad entre los diferentes medios de pago.

Sin embargo, la iniciativa ha encendido las alarmas entre los gremios financieros y las empresas fintech. Voceros del sector advierten que la retención podría desincentivar el uso de los pagos digitales, especialmente entre los micronegocios y pequeños comercios que han encontrado en estas plataformas una opción más barata y rápida que los canales bancarios tradicionales.

De acuerdo con Asobancaria, la digitalización del dinero ha sido uno de los mayores avances en la inclusión financiera, y cualquier medida que implique nuevos costos podría frenar ese progreso. Hoy, cerca del 35 % de los adultos colombianos todavía reciben sus ingresos en efectivo, según datos del Banco de la República, lo que demuestra que el país aún enfrenta una fuerte brecha en materia de bancarización.

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