“Nos cerraron las puertas”, expresó resignado el presidente del América, Tulio Alberto Gómez, luego de que las autoridades locales de Bogotá y Pereira, acabaran con la intención que tenían los escarlatas de jugar en dichas ciudades el compromiso de ida por las semifinales, como alternativa tras la decisión de la Alcaldía de Cali, de no permitir presencia de aficionados en las tribunas de preferencia del Pascual Guerrero, al considerar que la propuesta de los rojos “no ofrece las garantías necesarias”. Y tras la determinación de la Alcaldía, América inició presurosamente la búsqueda de un estadio donde pudiera albergar a su hinchada en las tribunas de preferencia, habida cuenta que la Dimayor mantiene la sanción indefinida a las tribunas populares, de Norte y Sur , cuando jueguen como locales. “En Cúcuta siempre nos dijeron que sí. En Pereira nunca nos dijeron que sí, al igual que en Bogotá. Tocamos la puerta de varios estadios, pero nos las cerraron. Y hay que reconocer que “nos llamaron los alcaldes de Yumbo, de Palmira y de Buga, pero ya nos cogió la noche . Los que nos abrieron las puertas, no reúnen las condiciones”, detalló el presidente del América. No obstante, América ignoró elevar ante la Dimayor el cambio de sede para el compromiso frente al Cali, por lo cual, el presidente Jorge Perdomo, sentenció : “nunca hemos contemplado un cambio de sede. Está plenamente establecido que América deberá jugar en el Pascual Guerrero. Se deberán respetar las sanciones impuestas por la Alcaldía de Cali, además de las que nosotros tenemos vigentes para las tribunas Norte y Sur”. Tras el pronunciamiento de Perdomo, los dirigentes del América, como última salida, plantearon poner a la venta, desde este miércoles, boletas simbólicas , en pos de que los simpatizantes del equipo, contribuyan a la debilitada economía de la institución , puesto que, en el juego anterior por los cuartos de final frente al Pasto, tampoco tuvieron presencia de aficionados.