Cali pierde contra Luqueño, pero avanza en la Sudamericana

Demostró Sportivo Luqueño el entusiasmo que le ha escaseado en el torneo local. Sin más aspiraciones, tras estar relegado en la Liga, se mostró agresivo desde los primeros minutos; atacó las zonas débiles de un Deportivo Cali que perdió la cabeza luego de recibir dos goles en apenas 12 minutos, y que como ya es recurrente, tuvo como auxilio un penalti, con el que los verdiblancos descontaron en el marcador.

Noche de terror la que vivió el lateral izquierdo Jeison Angulo en el estadio Feliciano Cáceres de Luque. Padeció cada vez que el equipo local ensanchó por su costado. Por el sector contrario, también afloró la desatención del otro lateral... Luis Manuel Orejuela no saltó para rechazar un balón aéreo dividido y permitió que Guido Di Vanni subiera el primer gol al marcador. Apenas corrían 7 minutos y Luqueño ya estaba en estado de combustión. 5 minutos después, cayó la segunda anotación, tras un centro de costado, Juan Escobar conectó un segundo cabezazo debajo de la puerta.

Y tras el segundo gol, el Cali perdió la cabeza, desquiciado, no pudo contener la furia del conjunto paraguayo, que ganaban con fortaleza todos los duelos, y aceleraba por el centro y por los costados y hacía ver temblorosos a los visitantes. Pablo Zeballos cobró un tiro libre que se fue cerca del travesaño y luego definió desviado dentro del área.

No puso el Cali sacudirse. Sus instantes de rebeldía, morían lejos del área adversaria. Entonces, Abel Aguilar y Andrés Roa debieron probar de media distancia. Por fortuna, en la primera pisada al área que hicieron los de Héctor Cárdenas, Fabián Sambueza fue derribado, el árbitro sancionó penalti y Miguel Murillo cobró fuerte arriba y descontó en el marcador (42’).

Igualada la serie -Cali ganó 1-0 en la ida- se fueron a los vestuarios, y tras el entretiempo, Cárdenas apeló al repliegue, a cuidar la clasificación que le permitía haber marcado de visitante. Excluyó a un atacante, Nicolás Benedetti, e incluyó a un tercer defensa central Danny Rosero. Los verdiblancos ausentaron el riesgo de la portería defendida por Camilo Vargas, impusieron temperamento y hasta pudieron lograr la segunda anotación, sin embargo, Fabián Sambueza decidió mal en un par de oportunidades, luego de pisar el área por derecha, le negó el balón a Miguel Murillo o a César Amaya -ingresó en lugar de Roa-, y luego, avisó con rematar, pero enganchó y perdió el balón.