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Torneo de Ascenso

Los dolores de Camilo Ayala por la gloria con el América

El mediocampista se reservó las veces que ha jugado infiltrado en el cuadrangular. "Hubo partidos en los que fue Dios quien me tuvo en la cancha", dijo. En el 2012 estaba decidido a dejar el fútbol.

Actualizado a
Camilo Ayala, volante del América de Cali.

De rodillas en el césped, los brazos extendido en veneración al creador. Transpiración, lágrimas, esfuerzo, mucho esfuerzo. La imagen de Camilo Andrés Ayala tras cada compromiso, acentuada en el Cuadrangular final del Ascenso, retrata la fe y exigencia que han tenido los dirigidos por Hernán Torres en el tránsito hacia la cumbre del balompié colombiano.

“Frente a Popayán venía con una molestia en la espalda. Gracias a Dios que me dio las fuerzas para jugar y sacar el partido adelante. Una vez terminó el partido, como pude salí caminando”, reveló el antioqueño en diálogo con AS Colombia.

Luego del triunfo frente al Real Cartagena (0-2) en el Jaime Morón, Ayala se mostró risueño en la práctica en Cascajal. Una manifestación de lo dulce que están los protagonistas americanos. Las puertas de la A anuncian su regreso.

Hay alegría, se vive un mejor ambiente luego de la victoria en Cartagena…

“Estamos felices por todo lo que se ha venido haciendo, pero con un alto grado de responsabilidad, sabemos que quedan dos partidos en los que tenemos que revalidar que América ha ido construyendo un sueño que se ve cada vez más cerca”.

Impacta su imagen de rodillas como celebrando un título luego de cada partido…

“Ha sido un año muy especial, exigente, difícil desde todo punto de vista, en la parte mental, física y futbolística. Cuando finaliza un partido, le doy gracias a Dios por permitirme jugar. Es muy especial para mí estar viviendo esto”.

Sin esfuerzo no hay gloria, ¿cuántas veces ha jugado infiltrado en este Cuadrangular?

“Es algo que quedará para mis vivencias. Han sido partidos muy duros en los que ha habido que acudir a todo para no faltar. Hubo partidos en los que fue Dios quien me tuvo en la cancha, porque físicamente hubo que hacer esfuerzos muy grandes. Esperemos que Dios nos siga dando ese vigor para estar hasta el último minuto en el último partido”.

¿Qué tan intenso ha sido el dolor?

“Son cosas con las que convivimos los deportistas cuando hemos tenido alguna lesión. Frente a Popayán venía con una molestia en la espalda, con un lumbalgia que me aquejaba. Gracias a Dios que me dio las fuerzas para jugar y sacar el partido adelante. Una vez terminó el partido, como pude salí caminando, pero a medida que van pasando los minutos, el juego exige tanta concentración que el dolor pasa a un segundo plano”.

¿Y cuál ha sido el dolor más fuerte que le ha generado el fútbol?

“En el 2012 jugué todo el semestre con una rodilla en muy malas condiciones. Eso generó que me hicieran cirugía en ambas rodillas el año siguiente: me extrajeron la plica sinovial de ambas rodillas, una reconstrucción de cartílago y de menisco en ambas rodillas. Son experiencias no muy buenas, pero es cuando uno se da cuenta que la familia es la fuerza que lo motiva. No se lo deseo a nadie, jugar con dolor es lo peor”.

¿Y pensó en dejar el fútbol?

“En el 2012 me reuní con mi esposa y mi hija y la decisión era retirarme del fútbol. Era un dolor muy intenso, pero ellas me insistieron y me dieron el valor para seguir luchando. Dios me sanó y estoy luchando y contando el cuento con un final feliz”.

Se ve llegar el Ascenso…

“Pienso en el ascenso, pero quedan dos partidos muy difíciles”.