Noche de horror en El Campín: derrota e invasión de hinchas

Los hinchas dieron por terminado el partido. Desde el gol de Darío Rodríguez, los seguidores de oriental comenzaron a acercarse a las barandas que separaban la tribuna del campo de juego. Al minuto 88, invadieron el terreno y los jugadores de Millonarios salieron corriendo al camerino mientras el árbitro Luis F. Trijullo movía sus manos con gestos claros: "esto se acabó". 

El partido fue un thriller de principio a fin. El silencio al principio, solo interrumpido por los silbidos de los 6,800 hinchas. Con La Suruga Bank y las medallas olímpicas, el miércoles fue una epopeya al deporte nacional. En la noche fue terror. Hinchas al borde del colapso nervioso, y de la baranda, eran una constante amenaza de invasión de campo que se materializó al final.

A los tres minutos de comenzar el partido, Vikonis salvó la primera de la noche en un mano a mano con Alcides Peña. A los 30’, Darío Rodríguez caminó libremente el centro del campo. Antes de ingresar al área miró a Vikonis, y con un remate de media distancia puso el 0-1. En ese momento comenzó a calentar lo que hirvió al final del partido.

Después del gol, el local solo reaccionó con jugadas aisladas de Dairon Asprilla, el mejor del ataque azul. Tuvo tres opciones de gol, dos de ellas que sacó el arquero Jorge Bava. Rubén Israel lo sacó a los 57’ por Barreto, quien puso a prueba a Bava en sus primeros minutos en cancha.

Jugarle y ganarle a este Millonarios se ha hecho muy fácil. Es un equipo liviano y predecible en ataque, desordenado en el medio y frágil en defensa. Mueve el balón de forma que, por momentos, se vuelve desesperante. Posesión sin trascendencia. Darío Rodríguez volvió a rematar al arco a los 60 minutos, pero esta vez Vikonis respondió con una atajada a mano cambiada. Tuvo otra a los 78’ y volvió a tapar el uruguayo. 

Los hinchas comenzaron con los cánticos en contra de Israel, y el ambiente cada vez era mas tenso. El peligro se hacía inminente.

Ayron del Valle, quien ingresó en el segundo tiempo por Enzo Gutiérrez (¿jugó?), tuvo la más clara del partido. Barreto desbordó por izquierda, envió un centro y el exAmérica, solo frente al arco, cabeceó afuera. El tiempo avanzaba y el miedo crecía. Miedo de que otro gol del Bucaramanga terminara en tragedia. Y en un tiro de esquina a favor de Millonarios, a pocos minutos del final, los hinchas comenzaron en esparcidas estampidas a ingresar al campo de juego, buscando agredir entre jugadores y miembros del cuerpo técnico.

E árbitro decretó el final del partido, el equipo de Flabio Torres ganó y es nuevo líder de la Liga Águila.

El momento actual de Millonarios es difícil, pero ver cómo los jugadores corren asustados minetras "hinchas" intentan agredirlos no tiene justificación. La junta directiva se encargó de que la crisis deportiva terminara en caos. Del más veces campeón queda solo el recuerdo.