Caracol Radio
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Tour de Francia

El 20 de julio de 2013, Nairo venció a Froome en Los Alpes

Hace tres años, Nairo Quintana puso a celebrar a todos los colombianos el día de la fiesta patria. Ganó la penúltima etapa del Tour y se coronó campeón de la montaña y los jóvenes.

BogotáActualizado a
El 20 de julio de 2013, Nairo venció a Froome en Los Alpes
Getty Images

En 2013, pocos conocían a Nairo Quintana. Aunque anteriormente había ganado el Tour del Porvenir (2010), la Ruta del Sur (2012) y la Vuelta al País Vasco (2013), hace tres años al boyacense apenas lo reconocían. Hace tres años, nadie le pedía con ansiedad desmedida "¡ataque, ataque y ataque!". Pero el 20 de julio de ese año, para bien o para mal, nació para Colombia el nuevo héroe del ciclismo.

Nairo Alexander Quintana llegó a la etapa 20 del Tour de Francia tercero en la clasificación general a 32 segundos de Alberto Contador y a 5'32 de Chris Froome. Además, lucía el maillot blanco como el mejor de los jóvenes. El recorrido eran 125 kilómetros con llegada a Annecy-Semnoz, un puerto de fuera de categoría

El puerto de montaña dejó tres sobrevivientes: Joaquim 'Purito' Rodríguez, Chris Froome y un joven de 23 años de apellido Quintana. Alberto Contador no pudo seguir el ritmo y Nairo quería el segundo lugar y la camiseta de pepas rojas que lo consagraba como el campeón de la montaña. A falta de un kilómetro para la meta, Chris Froome lanzó su ataque.

Pero el británico, ya virtual campeón, no tuvo fuerzas para sostener su avanzada. Nairo tenía piernas de sobra. A 800 metros del final, se paró en pedales y dejó atrás al español y al dueño de la camiseta amarilla. Y se fue, y se fue, y nadie lo alcanzó.

Nairo Quintana celebra en París como el mejor de la montaña en 2013.
Ampliar
Nairo Quintana celebra en París como el mejor de la montaña en 2013.AFP

Subía con tanta facilidad que parecía hacerlo sin esfuerzo. Trepaba con determinación y velocidad. En la última curva, miró hacia atrás. Lo único que lo escoltaba era un automóvil de la organización. Se le escapó una leve sonrisa. Bajó la cabeza, alejó sus manos del manubrio y las besó antes de alzarlas para después gritar de alegría. 

Un 20 de julio y Los Alpes es una combinación que inspira a Nairo Quintana. Atacará cuando vea la oportunidad, como lo hizo en Semnoz hace tres años.

Nairo Quintana