En esos momentos de crisis surgió el mejor 'Leo'. No se amilanó ante las críticas y no se salió de la presión de querer ser campeón. "Con la maleta lista", como le han enseñado el fútbol a estar, el antioqueño fue moldeando al equipo a su manera, siempre bajo el apoyo de 'Chonto' Herrera y con la sabiduría del PF William Villa. "Todas las opiniones se respetan. Yo quiero lo mejor para la institución y busco soluciones. Me equivoco porque soy humano, pero trabajo con la intención de tener un equipo muy competitivo y de buscar siempre ser protagonista de título", afirmó. De a poco recuperó esa mística que exhibió en el título de 2009. Álvarez siguió vibrando en cada práctica, comprometió a los líderes y tomó decisiones de raíz cuando el Rojo de la Montaña estaba enfocado. Movió a la defensa cuando fue necesario, le dijo adiós a Johan Arango para evitar que su indisciplina amenazara los objetivos e hizo aflorar al Luis Carlos Arias de la quinta estrella y Santa Fe. Y así como hace siete años se apoyó en la jerarquía de 'Choronta' Restrepo y Aldo Bobadilla y en los goles de Jackson Martínez, le soltó la responsabilidad de guiar al grupo al interior a líderes como Mao Molina, David González, Daniel Torres y Christian Marrugo, además de ganar su apuesta con Leonardo Castro, el goleador de la sexta estrella. En las cinco victorias consecutivas, que incluyó un 2-1 en el clásico antioqueño 290, edificó el Medellín que hoy es campeón. Esos 15 puntos lo empoderaron y le dieron a su DIM la licencia para soñar con que el título podía ser posible. De ahí en adelante todo lo vino fue ganancia, pese a que debió sortear lesiones de varios hombres importantes. "Somos merecedores de lo que estamos viviendo", dijo en medio del júbilo. Y para elevar aún más la importancia de su hazaña, tras convertir al Rojo en líder, 'Leo' se midió con técnicos como Mario Alberto Yepes, Jaime de la Pava y Alexis Mendoza. A los tres les ganó el pulso para poner de fiesta a una ciudad, a un grupo de grandes jugadores que obtuvieron su premio y a la afición que hoy más que nunca canta: "¡Míralo eh, míralo eh, es el equipo de Leonel!".