Millonarios se adueña de la Liga Águila: líder y primer clasificado
Con doblete de Rangel y un gol de Robayo, Millos le dio vuelta al partido y venció a Junior. Los de Israel llegaron a 31 puntos y completaron 11 partidos sin perder. Moñona azul en El Campín.
La noche fue azul y el resultado, redondo: Millonarios venció 3-1 a Junior, llegó a 31 puntos, se clasificó a los cuartos de final y llevó el invicto a 11 jornadas. Solo le bastó un tiempo para ganar.
El primero fue todo de Junior, que no castigó cuando podía para liquidar a su rival, que en cuestión de minutos cambió, aceleró y le arrebató el liderato.
AVALANCHA ROJIBLANCA
El aviso del minuto dos no fue casualidad. Ovelar tuvo el gol dentro del área y la mandó por encima. Esa jugada fue el resumen del primer tiempo: Junior parecía local y Millonarios, visitante.
Tres minutos después Escalante -el mejor de la inicial- también desperdició el 0-1 y la teoría quedó comprobada: los de Alexis sabían que estaban jugando por el liderato y la clasificación, los de Israel ni siquiera se habían enterado. En El Campín solo había un equipo en la cancha.
Vikonis, que había salvado en el minuto 16, se contagió del bajo nivel de sus compañeros y se convirtió en el cómplice ideal de Ovelar, que a los 28’ remató un balón desde fuera del área que el uruguayo dejó picar. Pelota adentro y justicia en el marcador.
Tan pobre fue lo de los azules en el primer período que lo único para rescatar fue un remate de Robayo que pasó cerca del vertical. Los laterales nunca salieron, los defensores fallaron, los de contención no marcaron, los creativos caminaron y los de adelante nunca patearon. Bajo nivel que Junior aprovechó y la tribuna reprochó.
REACCIÓN ALBIAZUL
El complemento fue otra historia. Millos llegó a El Campín en el segundo tiempo. Israel replanteó en el camerino, Carrascal -que ingresó por Blanco- le dio gasolina al medio campo y los jugadores cambiaron de actitud y aptitud.
En solo dos minutos el local había rematado un par de veces y tenía a su rival entre las cuerdas. Era otro Millonarios y era otro Junior. Era otro partido. En el 52’ Silva envió un balón al área que Robayo peinó y Arias desvió levemente: 1-1 y el estadio despertó.
Cuatro minutos después se juntaron Estrada, Ochoa y Rangel. El goleador recibió dentro del área y la acomodó arriba para el 2-1. Golazo.
Junior, confundido, desconocido y resignado, solo tuvo una ocasión para empatar: el cabezazo de Escalante del minuto 66 que salvó Vikonis. Se reivindicó el uruguayo. Lo demás fue todo para los embajadores, que aumentaron la cuenta con otro gol de Rangel, la figura de la contienda.
El final fue baile en la cancha y fiesta en la tribuna. Millos ganó bien y continúa su romance con la hinchada, que vuelve a disfrutar del liderato y, dentro de poco, de unas finales. El proyecto Israel sigue adelante.