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Me di el gustazo de disfrutar un buen partido entre Medellín y Santa Fe. Casa llena de hinchas de “El Poderoso” y un juego que podría calificar de abierto sin temores con los arqueros, González y Castellanos con mucho trabajo y buena respuesta de ambos. 2-1 para el Medellín que logró aflojar la paternidad cardenal en los más recientes enfrentamientos.

Con un animador de tribunas, Marrugo y con un visitante que luchó y demostró fibra en la mayoría de sus jugadores, habituales suplentes y que atendieron la oportunidad como debe ser: con ganas y combatividad.

Medellín creó muchas más opciones y “Mao” Molina jugador de alta rentabilidad, teniendo en cuenta que sus 4 goles hasta hoy significaron valiosos puntos para Leonel y compañía, consiguió establecer el 1-0. Después el caucano Castro aprovechó indecisión de un zaguero y estableció el 2-0. Apareció un golazo por el gesto técnico de Gómez y el asunto quedó cerrado 2-1.

Perdió Santa Fe sin renunciar a su espíritu y el Medellín devolvió a sus hinchas con creces una victoria bien trabajada. Me pareció tan bueno el partido que hasta el árbitro Ararat trabajó con seriedad y sin errores importantes.

El Medellín recurrió a Johan Arango y este jugador con muchas historias nocturnas y deslices, es sin embargo, dentro del campo un futbolista de innegable calidad y es de suponer que Leonel deberá darle manejo a su estilo de vida, porque su estilo de juego es reconocido por su pegada al balón y los movimientos que genera por la zona izquierda.

Cuando en un partido, los arqueros resultan figuras, más Castellanos, es porque los equipos llegan atacan y buscan el gol. En ese aspecto Medellín desarrolló un buen plan y es así como entre Hechalar y Caicedo disfrutaron de oportunidades no concretadas.

Estos son los partidos que devuelven la fe en el fútbol.