Fue poco
Fue muy poco el margen de goles conseguidos por Nacional delante de Huracán. Porque realmente desperdició más de una ocasión, pues Copete no estuvo claro en la definición y una que otra vez Marlos Moreno se excedió en jugadas que bien merecían terminar en gol.
Curiosamente Nacional, sin volantes de creación (Torres y Guerra viendo el partido por televisión y Sherman en el banco de los suplentes), apeló a la velocidad de los hombres de adelante, comenzando por Marlos, Ibargüen, a ratos Copete y buen segundo tiempo de Ibarbo, pero por la zona derecha.
Del local se vio muy poco, porque como ya pasó en la final de la Sudamericana contra Santa Fe, a Ábila se le cerró el arco y soportó la marcación exigente de Sánchez, mientras que 'El Rolfi' Montenegro no influyó para nada en el armado del equipo.
En todos los sectores fue superado y eso que el arquero Díaz, dentro de sus posibilidades, evitó al menos dos caídas de su arco. La pobreza como conjunto fue patética y finalizó 'mirando' jugar a Nacional.
Me contó Peluffo, hoy en Millonarios, que cuando supo de la llegada del cuerpo técnico de Nacional y conociendo a su amigo Redín, le recomendó al juvenil Marlos Moreno a quien veía en la divisiones menores. Redín y Rueda llevaron al jugador al primer plantel y hoy creo que es un jugador con llamativo presente y futuro halagador
Nacional no extrañó para nada a los volantes de creación y con velocidad y seguridad en la salida tejió jugadas y armó sociedades con insistencia entre los de arriba, apoyados por Pérez y Mejía.
Nacional ganó dos por cero y creo que el resultado no se compadece con lo visto. Muchísimo más fue Nacional, que arrancó con buen pie en la Copa.
La gran conclusión desde el punto de vista táctico es cómo el equipo se dio el gusto de poder con la velocidad, sorprender al contrario y certificar que por necesidad o invento ofreció otra versión de cómo jugar por fuera de la casa.