Tolima hace ver mal a un Nacional sin figuras
El microciclo se sintió en el Manuel Murillo Toro. Sin los jugadores de Selección, Nacional jugó un muy mal partido y Tolima ganó bien después de tres derrotas.
Cayó el líder, ganó el Tolima y se mantiene Gamero. El equipo de Reinaldo Rueda no fue el que lideró de punta a punta la Liga Águila 2016-II ni el que goleó al Cali en la Superliga. El microciclo es la base de Nacional y así se sintió en el Manuel Murillo Toro.
Diego Arias nunca mostró el despliegue táctico de Sebastián Pérez y Alejandro Bernal no logró contener al mediocampo del Deportes Tolima comandado por Mateus Uribe y Hárrison Otálvaro. Sin Víctor Ibarbo, no hubo presencia ofensiva en el área y Arley Rodríguez poco intervino en el juego ofensivo.
Joel Silva intervino poco y se dedicó a ver desde su arco las atajadas de Franco Armani. Pero el mal nivel de los jugadores de Nacional fue, en parte, consecuencia de la disposición del Tolima. Después de tres derrotas consecutivas, había que demostrar que el equipo no estaba en crisis, que a pesar de los futbolistas que perdió en el mercado de fichajes (como Andrés Ibargüen y Jonathan Estrada) se mantenía una idea de juego. Y qué mejor forma de hacerlo que ante Atlético Nacional.
Atrás quedaron las disputas internas, los partidos confusos y las goleadas. El Tolima se le paró bien al actual campeón y ganó bien. Armani no las pudo atajar todas y en el segundo tiempo llegó el primero. Avimiled Rivas sacó un potente remate que el arquero argentino despejó. Daniel Londoño se quedó mirando el balón, Mateus Uribe aprovechó y con un disparo con rabia y coraje puso en ventaja al Tolima.
Y para extrañar aún más a los jugadores de Selección, Macnelly Torres salió lesionado. Alejandro Guerra ingresó, pero lo hizo en la misma tónica que sus compañeros de equipo. Solo ‘Alcatraz’ García estuvo cerca del arco del paraguayo Silva a través de dos tiros libres.
A cinco minutos del final, una pared entre Zamir Valoyes y Didier Delgado terminó en el segundo gol. Al igual que en el primero, la jugada se construyó ante la mirada pasiva de Londoño.
Nacional extrañó a sus jugadores de Selección y el Tolima de Gamero revivió. Y de qué manera.